Software libre vs propietario: una discusión estéril
| Sábado 08 agosto, 2009
Software libre vs propietario: una discusión estéril
Por mis opiniones en calidad de presidente de la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación –CAMTIC- en el debate generado por el dictamen de mayoría afirmativo con que la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Asamblea Legislativa cerró su discusión sobre el proyecto de ley 16912 (Utilización de software libre en las instituciones del Estado), por la manera como esas opiniones fueron presentadas en la sección “Debate” de La República el pasado miércoles 5 de agosto, he solicitado hacer uso del derecho de respuesta a La República para aclarar públicamente lo siguiente:
1. Mi contribución a la sección Debate fue enviada a La República bajo el título “Sí a la neutralidad tecnológica”, pero al momento de dar forma al texto, la redacción del periódico colocó mis opiniones bajo el título “No al software libre”. En el contexto de esta discusión la diferencia entre ambos enfoque es radical.
2. El gobierno debe usar software libre, no hay duda de ello. Hay muchos usos en los que este ha demostrado ser muy eficaz y eficiente. Hay áreas en las que se reconoce su superioridad relativa. Nuestros jóvenes deben conocerlo y en el sistema educativo debe utilizarse de manera amplia, al igual que las demás tecnologías y modelos de software, a saber, propietario, de código abierto o como servicio.
3. Una ley que obligue al Estado a usar software libre y preferirlo siempre es tan negativa, como una que restrinja su uso o que dé ventajas legales a cualquiera de las otras tecnologías o formas de explotación de software antes referidas. Una ley así viola derechos fundamentales, convenios internacionales y otra legislación nacional.
4. Si los diputados creen que existen abusos de proveedores o tecnologías con ventajas y quieren resolverlo por la vía de privilegiar unas tecnologías por sobre otras o limitar la concurrencia a procesos de compras públicas a algunos proveedores, tendrán que hacerlo no solo para software, sino para muchísimas otras tecnologías y áreas en el Estado que adolecen de la misma problemática, lo cual es simplemente inviable.
5. Costa Rica debe mantenerse firme en sus compromisos internacionales de ser tecnológicamente neutro. Ello significa que el gobierno debe promover siempre la competencia entre tecnologías y proveedores; debe asegurar que sus instituciones puedan escoger entre un menú abierto y amplio de opciones, y definir mecanismos apropiados para que la elección sea la que mejor conviene a la solución del problema particular que se enfrenta y al legítimo interés público.
6. El Estado costarricense debe definir estratégicamente y con claridad las reglas y eventuales estándares tecnológicos hacia los que deben converger sus proyectos de software. No hay conflicto alguno entre ser tecnológicamente neutro y definir estrategias, por ejemplo, de convergencia, interoperatividad o interoperabilidad.
7. La opinión pública debe saber que CAMTIC agrupa por igual a empresas que operan exclusivamente con el modelo de software libre, software propietario o software como servicio, pero que la gran mayoría de las empresas de servicios de software en Costa Rica, combinan tecnologías en los tres modelos de explotación de software usándoles según sus fortalezas, preferencia del cliente y conveniencia tecnológica.
El Editorial de La República del jueves 6 de agosto acierta en pedir más investigación, más reflexión y objetividad. Esta no puede ser una discusión de buenos y malos, del interés de grandes empresas multinacionales contra las nacionales, o de honestos contra corruptos, como parecen entenderla los tres diputados que votaron afirmativamente este proyecto, haciendo caso omiso a una amplia mayoría de consultados que emitieron opiniones contrarias al proyecto —incluyendo el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el resto de los ministerios, el Banco Central, los bancos comerciales del Estado, el ICE, asociaciones privadas, cámaras empresariales, el INS, la CCSS, etc—.
Finalmente, es importante que se sepa que apenas en octubre de 2006 la misma Comisión de Ciencia y Tecnología –con otros diputados miembros- había archivado un proyecto idéntico —el 15191— con argumentos contundentes, razonados y balanceados que ahora fueron ignorados. Ahora corresponde al Plenario Legislativo votar el proyecto. Antes de hacerlo es necesario que los diputados se formen criterio y lean las respuestas que los consultados remitimos a la Comisión y que ésta dispensó de trámite de lectura para apresurar su votación, como consta en el acta de la sesión.
Alexander Mora Delgado
Presidente de CAMTIC
Por mis opiniones en calidad de presidente de la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación –CAMTIC- en el debate generado por el dictamen de mayoría afirmativo con que la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Asamblea Legislativa cerró su discusión sobre el proyecto de ley 16912 (Utilización de software libre en las instituciones del Estado), por la manera como esas opiniones fueron presentadas en la sección “Debate” de La República el pasado miércoles 5 de agosto, he solicitado hacer uso del derecho de respuesta a La República para aclarar públicamente lo siguiente:
1. Mi contribución a la sección Debate fue enviada a La República bajo el título “Sí a la neutralidad tecnológica”, pero al momento de dar forma al texto, la redacción del periódico colocó mis opiniones bajo el título “No al software libre”. En el contexto de esta discusión la diferencia entre ambos enfoque es radical.
2. El gobierno debe usar software libre, no hay duda de ello. Hay muchos usos en los que este ha demostrado ser muy eficaz y eficiente. Hay áreas en las que se reconoce su superioridad relativa. Nuestros jóvenes deben conocerlo y en el sistema educativo debe utilizarse de manera amplia, al igual que las demás tecnologías y modelos de software, a saber, propietario, de código abierto o como servicio.
3. Una ley que obligue al Estado a usar software libre y preferirlo siempre es tan negativa, como una que restrinja su uso o que dé ventajas legales a cualquiera de las otras tecnologías o formas de explotación de software antes referidas. Una ley así viola derechos fundamentales, convenios internacionales y otra legislación nacional.
4. Si los diputados creen que existen abusos de proveedores o tecnologías con ventajas y quieren resolverlo por la vía de privilegiar unas tecnologías por sobre otras o limitar la concurrencia a procesos de compras públicas a algunos proveedores, tendrán que hacerlo no solo para software, sino para muchísimas otras tecnologías y áreas en el Estado que adolecen de la misma problemática, lo cual es simplemente inviable.
5. Costa Rica debe mantenerse firme en sus compromisos internacionales de ser tecnológicamente neutro. Ello significa que el gobierno debe promover siempre la competencia entre tecnologías y proveedores; debe asegurar que sus instituciones puedan escoger entre un menú abierto y amplio de opciones, y definir mecanismos apropiados para que la elección sea la que mejor conviene a la solución del problema particular que se enfrenta y al legítimo interés público.
6. El Estado costarricense debe definir estratégicamente y con claridad las reglas y eventuales estándares tecnológicos hacia los que deben converger sus proyectos de software. No hay conflicto alguno entre ser tecnológicamente neutro y definir estrategias, por ejemplo, de convergencia, interoperatividad o interoperabilidad.
7. La opinión pública debe saber que CAMTIC agrupa por igual a empresas que operan exclusivamente con el modelo de software libre, software propietario o software como servicio, pero que la gran mayoría de las empresas de servicios de software en Costa Rica, combinan tecnologías en los tres modelos de explotación de software usándoles según sus fortalezas, preferencia del cliente y conveniencia tecnológica.
El Editorial de La República del jueves 6 de agosto acierta en pedir más investigación, más reflexión y objetividad. Esta no puede ser una discusión de buenos y malos, del interés de grandes empresas multinacionales contra las nacionales, o de honestos contra corruptos, como parecen entenderla los tres diputados que votaron afirmativamente este proyecto, haciendo caso omiso a una amplia mayoría de consultados que emitieron opiniones contrarias al proyecto —incluyendo el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el resto de los ministerios, el Banco Central, los bancos comerciales del Estado, el ICE, asociaciones privadas, cámaras empresariales, el INS, la CCSS, etc—.
Finalmente, es importante que se sepa que apenas en octubre de 2006 la misma Comisión de Ciencia y Tecnología –con otros diputados miembros- había archivado un proyecto idéntico —el 15191— con argumentos contundentes, razonados y balanceados que ahora fueron ignorados. Ahora corresponde al Plenario Legislativo votar el proyecto. Antes de hacerlo es necesario que los diputados se formen criterio y lean las respuestas que los consultados remitimos a la Comisión y que ésta dispensó de trámite de lectura para apresurar su votación, como consta en el acta de la sesión.
Alexander Mora Delgado
Presidente de CAMTIC