Sistema eléctrico venezolano colapsará en tres meses
| Jueves 14 enero, 2010
Sistema eléctrico venezolano colapsará en tres meses
Caracas
Xinhua
Los especialistas oficiales pronostican para mediados de abril un colapso del sistema energético venezolano, situación que encendió las alarmas del gobierno nacional ante un futuro que podría ser oscuro para Venezuela en este año.
Y es que el panorama eléctrico del país petrolero es poco alentador. Desde el año 2008, el vital servicio, necesario para movilizar el aparato productivo de cualquier nación, presenta problemas y amenaza con empeorar en la época de verano tropical, con sus efectos sobre la represa del río Guri.
El Guri es el principal embalse del país latinoamericano que surte a las tres principales centrales hidroeléctricas, que en conjunto generan el 73% de la electricidad de Venezuela.
Un reporte privado de la Compañía Eléctrica Nacional (Corpoelec), elaborado a finales de 2009 y que se coló a la luz pública el primer fin de semana de enero, confirma que las consecuencias serán graves en caso de no disminuir el consumo eléctrico nacional en 12%, unos 1.600 megavatios (MW).
“Si sigue disminuyendo el nivel del embalse Guri, los venezolanos estaríamos enfrentando una severa crisis energética en 120 días, llevándonos a un colapso eléctrico nacional”, advierte el estudio, pues al llegar al nivel de 240 metros cúbicos tendría que pararse la generación de 5 mil MW.
Para principios de enero, la capacidad del embalse es de 261 metros cúbicos, y el consumo nacional para la fecha es de 14.100 MW. De acuerdo con estos datos, se paralizará el 36% de la producción hidroeléctrica nacional si el embalse disminuye 20 metros más.
Para alcanzar esta meta, desde noviembre de 2009 la administración del presidente Hugo Chávez aprobó decretos de diversa índole.
Las iniciativas venezolanas van desde el bombardeo de nubes sobre el segundo embalse con mayor capacidad eléctrica instalada en el mundo hasta la propuesta de un “baño socialista” de tres minutos.
Un decreto presidencial emitido a pocos días de terminar 2009 suspendió el funcionamiento de una fracción de las estatales Aluminios del Caroní (Alcasa), Industria Venezolana del Aluminio (Venalum) y Siderúrgica Alfredo Maneiro (Sidor), de Guyana. Las tres empresas básicas se ubican en el sureste de la nación sudamericana.
La medida extrema permite reducir un porcentaje importante del consumo energético del sector industrial local, el cual demanda el 27% del sistema eléctrico nacional.
De forma similar, el Estado venezolano exigió al sector comercial, industrial y de servicios -que absorbe el 28% de la carga nacional- disminuir el consumo eléctrico en 20%.
El gobierno rectificó esta decisión por las críticas de la población, la cual deploró la reducción del horario de funcionamiento de 160 centros comerciales de distintos tamaños, pues afecta de manera directa a las fuentes de trabajo.
Caracas
Xinhua
Los especialistas oficiales pronostican para mediados de abril un colapso del sistema energético venezolano, situación que encendió las alarmas del gobierno nacional ante un futuro que podría ser oscuro para Venezuela en este año.
Y es que el panorama eléctrico del país petrolero es poco alentador. Desde el año 2008, el vital servicio, necesario para movilizar el aparato productivo de cualquier nación, presenta problemas y amenaza con empeorar en la época de verano tropical, con sus efectos sobre la represa del río Guri.
El Guri es el principal embalse del país latinoamericano que surte a las tres principales centrales hidroeléctricas, que en conjunto generan el 73% de la electricidad de Venezuela.
Un reporte privado de la Compañía Eléctrica Nacional (Corpoelec), elaborado a finales de 2009 y que se coló a la luz pública el primer fin de semana de enero, confirma que las consecuencias serán graves en caso de no disminuir el consumo eléctrico nacional en 12%, unos 1.600 megavatios (MW).
“Si sigue disminuyendo el nivel del embalse Guri, los venezolanos estaríamos enfrentando una severa crisis energética en 120 días, llevándonos a un colapso eléctrico nacional”, advierte el estudio, pues al llegar al nivel de 240 metros cúbicos tendría que pararse la generación de 5 mil MW.
Para principios de enero, la capacidad del embalse es de 261 metros cúbicos, y el consumo nacional para la fecha es de 14.100 MW. De acuerdo con estos datos, se paralizará el 36% de la producción hidroeléctrica nacional si el embalse disminuye 20 metros más.
Para alcanzar esta meta, desde noviembre de 2009 la administración del presidente Hugo Chávez aprobó decretos de diversa índole.
Las iniciativas venezolanas van desde el bombardeo de nubes sobre el segundo embalse con mayor capacidad eléctrica instalada en el mundo hasta la propuesta de un “baño socialista” de tres minutos.
Un decreto presidencial emitido a pocos días de terminar 2009 suspendió el funcionamiento de una fracción de las estatales Aluminios del Caroní (Alcasa), Industria Venezolana del Aluminio (Venalum) y Siderúrgica Alfredo Maneiro (Sidor), de Guyana. Las tres empresas básicas se ubican en el sureste de la nación sudamericana.
La medida extrema permite reducir un porcentaje importante del consumo energético del sector industrial local, el cual demanda el 27% del sistema eléctrico nacional.
De forma similar, el Estado venezolano exigió al sector comercial, industrial y de servicios -que absorbe el 28% de la carga nacional- disminuir el consumo eléctrico en 20%.
El gobierno rectificó esta decisión por las críticas de la población, la cual deploró la reducción del horario de funcionamiento de 160 centros comerciales de distintos tamaños, pues afecta de manera directa a las fuentes de trabajo.