Sirias encontró la fórmula

Un solitario gol del lateral dio la victoria a los brumosos en el Puerto

Cartaginés encontró la luz en Puntarenas, un gol desde larga distancia de Esteban Sirias bastó para firmar un triunfo que le permite seguir en la lucha por esa cuarta casilla.

El duelo pintaba para empate, era luchado y reinaban las imprecisiones, pero llegó el latigazo del lateral, luego de una acción de distracción de Néstor Monge, que sorprendió a Víctor Bolívar.
Los primeros 45 minutos fueron de poco control por parte de ambos equipos, costaba hilvanar acciones de pie y las defensas no tenían mucha tarea.
Minuto 17, y como para salir del letargo que vivía el partido, Erick Scott aprovechó que Darío Delgado no pudo despejar un balón y se fue en una lucha con Álvaro Matarrita, al final cayó dentro del área y aunque el delantero pidió penal el árbitro Jeffry Solís dejó continuar la jugada.
Igualmente nada cambió, en la cancha el mismo juego pasivo, tuvieron que pasar diez minutos para que los visitantes crearan una nueva llegada, mientras Puntarenas no ofrecía nada.
Un centro de Paolo Jiménez que pasa frente a Scott y Eduardo Valverde, pero ninguno de los dos llega.
El Puerto al final comenzó a tocar un poco. Diego Brenes, su encargado de generar fútbol, empezó a mostrarse y calentó los guantes de Luis Torres con un tiro lejano. De igual forma lo intentó Yashin Bosques, pero Torres volvió a responder.
El complemento siguió el mismo guion. Partido gris, de poca profundidad y solamente una genialidad o un tiro lejano parecía romper las argolla en el “Lito” Pérez.
Brenes volvió a probar desde lejos y Torres respondió nuevamente.
Hasta que llegó la jugada del gol y después de ahí se vinieron los cambios, Cartaginés apostó por el contragolpe y el Puerto tuvo el balón, pero no creatividad a la hora de buscar el marco rival; la ausencia de Daniel Calindres le pesó mucho.
Al final, tres puntos de oro se trajeron los brumosos de la Olla Mágica, que le permiten ganar a uno de los rivales directos en la lucha por esa cuarta casilla.

Dinia Vargas
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