Sin buen presupuesto fallan las metas
Existe falta de concordancia entre los planes operativos presentados por la Caja para algunos programas y los gastos o presupuestos planteados para esos fines
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 09 marzo, 2011
Continúa siendo noticia que produce temor e inquietud a la población la condición actual de la Caja Costarricense de Seguro Social. El deseo de dar buenas nuevas en este sentido se derrumba por informes como el que ayer publicó este medio, proveniente de un análisis hecho por la Contraloría General de la República.
El estudio indica que existe falta de concordancia entre los planes operativos presentados por la Caja para algunos de sus programas y los gastos o presupuestos planteados para esos fines. Si ello no coincide, el ente contralor debe señalarlo, porque son fallas que no permitirán a la Caja cumplir las metas propuestas.
Por otra parte, parece que la forma en que la institución clasifica sus ingresos es también un problema de repercusiones financieras.
Un ejemplo de lo anterior son los recursos que paga el gobierno central a la Caja con títulos de la deuda, que no se pueden tomar como ingresos corrientes, porque no se originan en la recaudación de las cuotas obrero patronales.
No podemos olvidar que la institución tiene aún pendiente el pago a proveedores, compras de equipos y remodelaciones, por citar algunos rubros, mientras una gran lista de patronos morosos no ha cancelado sus cuotas al Seguro Social y el mismo gobierno le adeuda aún ¢111 mil millones, luego de lo negociado al respecto en febrero de este año.
La ineficiencia de la Caja en su obligación de cobrar esos dineros, el pago de servicios a privados, entre otros problemas relacionados con la administración, son factores que afectan negativamente a la institución, en detrimento de la salud de la población asegurada.
Esta es una situación que Costa Rica no puede permitirse. No puede haber desarrollo en un país como el nuestro donde la mayor riqueza proviene de su recurso humano, si este no tiene garantizado el acceso a los servicios de salud y educación.
Sería contradictorio decir que pretendemos avanzar si permitimos que retrocedan instituciones como la Caja, que, como lo hemos dicho en otras ocasiones, es uno de los pilares fundamentales para la productividad y el progreso nacionales.