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Si Laura pudo, yo también

Luis Fernado Rojas lrojas@larepublica.net | Martes 27 abril, 2010




Si Laura pudo, yo también
La alpinista Gineth Soto reafirma que será la primera tica en la cumbre del Everest

Para la escaladora costarricense Gineth Soto no existe la palabra imposible; por ello, aunque en su vida aparezcan obstáculos, algunos más grandes que los que enfrenta en la montaña, ella está dispuesta a luchar por su sueño de escalar el Monte Everest.
Tras su fallido primer intento por la cumbre más alta del mundo, en 2008, ella mira 2011 con optimismo y dice que volverá; es la única tica que ha subido cinco de las siete cimas del mundo; su valor y coraje superan cualquier duda. El mismo Jaime Viñals, el “Cazacumbres” centroamericano, único del área que logró subir al Everest a su tercer intento, nos manifestó en que “Conozco a Gineth y tengo fe que lo logrará pronto para orgullo tico”.
A continuación una entrevista con Gineth Soto, en la que relata sus angustias, alegrías, sueños, lágrimas y esperanzas.

¿Qué ha sido de Gineth, tras ese primer intento de subir el Everest?
No ha sido fácil. Creo que pasé de estar a 7.100 metros en la cima del mundo, a enterrarme a 7.100 metros en el fondo del océano.
Creo que cuando en el Everest, tomé la decisión de no continuar, fui responsable con mi vida y fiel con la promesa que les hice a mis seres queridos; pero también de pronto uno no deja de preguntarse si fue lo mejor…

Pero la vida es más valiosa que todo el Everest…
Sí, eso es cierto. Pero está lo otro. A mi regreso me encontré con la realidad de que perdí mas del 70% de mi trabajo y eso me llevó a una crisis financiera enorme que terminó de ahogarme más de lo que estaba al principio. Mi patrocinador claudicó, me vino la “depre” y sentí que me hundía. Realmente 2008 y 2009 fueron dos años muy difíciles para mí. Entonces uno piensa que todo está acabado.

Pero lo superó…
Perdí mucha motivación. Pensé que todo había acabado. Me cansé de luchar contra corriente. En lo sentimental, se me vino una enorme prueba en mi vida matrimonial también. Nunca recibí un colón de ganancia por hacerlo. Y es que uno invierte dinero, sudor y lágrimas, por alcanzar un sueño.

¿Ha pensado en claudicar?
Sí, pero no. Esa Gineth no era yo. Gineth Soto no es una mujer que se rinde fácilmente y no sé hasta donde podré llegar con todo esto, pero soy de las que mueren con las botas puestas y por eso retomé la lucha. De nuevo he encendido mi ilusión. Sé que será difícil porque solo para estar parada frente al Everest se tiene que invertir mucho, cuesta obtener patrocinio, que crean en uno; pero si una mujer llegó a la presidencia en mi país, si doña Laura Chinchilla es la presidenta de los ticos, Gineth Soto puede escalar el Everest.

¿Entonces está decidida a volver al Everest?

En 2008 mi esposo me preguntó: ¿Por qué lo haces Gineth, qué ganas con esto? Y yo que he sacrificado un 200% de mi vida, un 200% de mí como mujer, el 200% de mí como esposa, lo único que pude contestarle fue que lo sentía y que esperaba que me entendiese y que estuviera ahí, siempre, aunque yo estoy consciente de que no lo puedo obligar a esperarme.

¿No es mucho sacrificar por un sueño?

Sin mi sueño de Monte de Everest no soy más que una persona vacía y sin rumbo, Everest ha sido una de las principales razones en mi vida, he trabajado por ello aun enferma, y en mis peores momentos en las cinco cimas que he escalado, cuando sentía que ya no tenía fuerzas, pensar en Everest siempre me dio fortaleza para seguir adelante.
Me he sacrificado como mujer, esposa, hija. He vendido mis propiedades, por las cuales duré años limpiando casas para obtenerlas; pero igual, el dinero se fue. He sacrificado mi derecho como mujer de ser madre.
Todos tenemos un Monte Everest en nuestra vida, el mío es la montaña misma, el de la señora Chinchilla fue llegar a ser presidenta; el de Franklin Chang subir al espacio; yo espero subir y bajar del Everest, pero si por una circunstancia, muriese en el intento, habría valido la pena mi vida.

Luis Rojas
lrojas@larepublica.net






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