Semenya con gran recibimiento
| Miércoles 26 agosto, 2009
Semenya con gran recibimiento
Johannesburgo
EFE
Miles de personas recibieron ayer en Johannesburgo, como una heroína, a la campeona del mundo de 800 metros, Caster Semenya, a su regreso de Berlín, donde obtuvo la medalla de oro en los Campeonatos del Mundo de Atletismo y se donde se puso en duda su feminidad.
A la llegada del equipo sudafricano de atletismo, miles de personas arrollaron y superaron el cordón policial situado a la entrada de la terminal internacional del aeropuerto Oliver Tambo, de Johannesburgo, para acercarse a Semenya.
Los concentrados, que rechazan las pruebas de verificación de sexo solicitadas a la atleta, repitieron gritos de “viva Semenya” y “viva Sudáfrica”, mientras hacían sonar pitos y vubuzelas, las ruidosas trompetas que usan los hinchas sudafricanos para animar a sus equipos en las competiciones deportivas.
Por su parte, el presidente de la Federación Sudafricana de Atletismo, Leonard Chuene, afirmó que, “no vamos a permitir a los europeos que describan y definan a nuestros muchachos (...), lo haremos nosotros”, dijo Chuene en una rueda de prensa en el aeropuerto internacional Oliver Tambo.
Chuene, que recalcó que la atleta “es una chica”, Semenya, de 18 años, que se encontraba junto a él en la rueda de prensa, en la que no intervino, se encuentra “traumatizada” por las informaciones que han difundido los medios “hostiles”, tanto sudafricanos como internacionales.
La IAAF ha confirmado que Semenya está sometida a unas pruebas de verificación de sexo en colaboración con la Federación Sudafricana, a raíz de que en los campeonatos africanos júnior, a finales de julio, rebajara de golpe su marca en siete segundos y se puso al frente de la lista mundial del año con 1:56.72.
El secretario general de la IAAF, Pierre Weiss, explicó la semana pasada que, aunque Semenya recibió su medalla de oro, podría ser desposeída de ella a la vista de los resultados de las pruebas de feminidad, que tardarán varias semanas en conocerse.
El proceso de verificación de sexo exige una compleja evaluación en la que intervienen ginecólogos, endocrinólogos, psicólogos y expertos en medicina interna.
Johannesburgo
EFE
Miles de personas recibieron ayer en Johannesburgo, como una heroína, a la campeona del mundo de 800 metros, Caster Semenya, a su regreso de Berlín, donde obtuvo la medalla de oro en los Campeonatos del Mundo de Atletismo y se donde se puso en duda su feminidad.
A la llegada del equipo sudafricano de atletismo, miles de personas arrollaron y superaron el cordón policial situado a la entrada de la terminal internacional del aeropuerto Oliver Tambo, de Johannesburgo, para acercarse a Semenya.
Los concentrados, que rechazan las pruebas de verificación de sexo solicitadas a la atleta, repitieron gritos de “viva Semenya” y “viva Sudáfrica”, mientras hacían sonar pitos y vubuzelas, las ruidosas trompetas que usan los hinchas sudafricanos para animar a sus equipos en las competiciones deportivas.
Por su parte, el presidente de la Federación Sudafricana de Atletismo, Leonard Chuene, afirmó que, “no vamos a permitir a los europeos que describan y definan a nuestros muchachos (...), lo haremos nosotros”, dijo Chuene en una rueda de prensa en el aeropuerto internacional Oliver Tambo.
Chuene, que recalcó que la atleta “es una chica”, Semenya, de 18 años, que se encontraba junto a él en la rueda de prensa, en la que no intervino, se encuentra “traumatizada” por las informaciones que han difundido los medios “hostiles”, tanto sudafricanos como internacionales.
La IAAF ha confirmado que Semenya está sometida a unas pruebas de verificación de sexo en colaboración con la Federación Sudafricana, a raíz de que en los campeonatos africanos júnior, a finales de julio, rebajara de golpe su marca en siete segundos y se puso al frente de la lista mundial del año con 1:56.72.
El secretario general de la IAAF, Pierre Weiss, explicó la semana pasada que, aunque Semenya recibió su medalla de oro, podría ser desposeída de ella a la vista de los resultados de las pruebas de feminidad, que tardarán varias semanas en conocerse.
El proceso de verificación de sexo exige una compleja evaluación en la que intervienen ginecólogos, endocrinólogos, psicólogos y expertos en medicina interna.