Seguimos en la ruta hacia la transparencia
Jeannette Ruiz Delgado jeruiz@bncr.fi.cr | Jueves 30 mayo, 2019
Las instituciones públicas, especialmente las empresas del Estado, estamos en la obligación de cumplir los objetivos que se promulgaron en la génesis de su creación. Con los cambios de los tiempos se han dado procesos de lucha por parte de la ciudadanía para conocer que pasa en las entrañas de estas instituciones, en esa tarea la prensa ha ejercido un rol fundamental para que se den a conocer los documentos públicos ejerciendo una fuerte presión, en pos de una verdadera rendición de cuentas.
En ese ánimo algunas instituciones como el Banco Nacional ponen a disposición de la población en general las actas de las sesiones de Junta Directiva, solo se omite del conocimiento general lo que está protegido por ley (secreto bancario y estrategia). Hace unos días, con el deseo de continuar el camino hacia la transparencia, se tomó un acuerdo para publicar todo lo relacionado con capacitaciones dentro y fuera del país, al igual que representaciones a foros donde la institución es invitada a participar, sus participantes y costos (todos autorizados, según las tablas de costos de la Contraloría General de la República), en el entendido que cualquier autorización a estas participaciones pasa por un acuerdo del órgano colegiado.
La búsqueda de transparencia, es parte de los cambios positivos que se dan desde la implementación en el país de las mejores prácticas internacionales en las organizaciones. Otro punto sustantivo de esta agenda de cambio es diseñar y poner en práctica un proyecto de buenas prácticas de Gobierno Corporativo dentro del conglomerado. Si bien, es cierto que ya se cuenta con un diseño, la realidad es que existen oportunidades de mejora que se han identificado para fortalecer todo el Gobierno de la Institución.
Desde la Junta Directiva se puso en marcha el diseño de este modelo para cumplir fielmente con las obligaciones del órgano de dirección, en un momento en que la responsabilidad de estos cuerpos colegiados se basa en las mejores prácticas que establecen foros como OCDE y Basilea. Para ello, se inició con un diagnóstico de las necesidades de gobierno, que deben venir desde la junta directiva. Ese diagnóstico inicia con entrevistas a las partes interesadas, al igual que reuniones con los actores que acompañan estos procesos para hacer conciencia sobre la importancia del trabajo en equipo.
Una vez que se contó con el diagnóstico, que fue presentado a la junta, se aprobaron los pasos siguientes con el diseño de procesos, responsables, mecanismos de evaluación, retroalimentación, y actualización de los mismos, a los cuales se les da seguimiento mensual.
Estos procesos si bien es cierto responden al cumplimiento de directrices gubernamentales como la MP-099, a directrices de la Sugef sobre mejores prácticas, lo más importante para la institución es el valor agregado que da a sus partes interesadas en las generación de confianza y valor.
Las mejoras apuntadas responden no solo a una necesidad de la institución, sino de la ciudadanía en general, ya que esta época de transparencia y rendición de cuentas requiere no solo de discursos, sino de acciones.