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Secuestrados por falta de visión

Carlos Camacho ccamacho@grupocamacho.com | Martes 17 julio, 2018


Secuestrados por falta de visión

Es realmente sorprendente que los sindicatos del país hayan tomado una posición tan obtusa en relación con la reforma fiscal. Es claro que no hay manera de que una reforma fiscal sea el resultado del consenso, pero tampoco es de recibo que el acto de oposición deba ser tan carente de fondo y de sentido social. Cuando yo estudiaba en la universidad, por lo menos el valor facial de las conquistas sindicales era, en mejora de la condición de la clase trabajadora, pero es la propia clase trabajadora la más perjudicada con la posición asumida por sus líderes.

Se dicen fácil las contrapropuestas del sector sindical, son autistas, carecen de eco en el mercado; disculpen, sé que ustedes ignoran que el mercado existe, creen que a través de la negación este desaparecerá, pero no es así, la historia abona a favor de mi argumento, lo que sí ha dejado de existir es la condición del engaño de las supuestas conquistas de los sindicatos, el socialismo y su espíritu de destrucción de la riqueza, recuerden la Glásnost, seguida de la Perestroika, esto sí existió, lo que ustedes proponen para Costa Rica, es una clara política de desempleo masivo, en nombre de quien vive de un empleo, qué contradicción más absurda, no pueden ustedes pedir que se destruyan las fuentes de creación de la riqueza y empleo, esperando que sus agremiados sigan contribuyendo a su propio estado de privilegios que es el protagonista oculto de esta catástrofe financiera que vive el país.

Son precisamente las gollerías logradas —no para todos los trabajadores— sino para aquellos que han sido siempre de la camarilla, las que tienen las finanzas públicas en el estado que se encuentran. Sí, es el aumento desmedido en el Estado empresario, el Estado empleador, Estado cobija de la mediocridad de la que están haciendo gala con sus propuestas, el mismo que hoy pone a los profesionales, las empresas, los empresarios ante la necesidad de pagar la cuenta de sus beneficios y ahora son ustedes los que se oponen, pues lo que les interesa es mantener el statu quo, contra el que dicen estar, se camuflan y benefician de la sociedad capitalista para generar caos social, eso es lo que les conviene a sus mezquinos intereses, pero no es así para los que generamos riqueza, empleo, condiciones de justicia material de orden laboral y empresarial.

No es aceptable que una clase sindical que ha hecho tanto daño a las finanzas del país, cuando ve que se cuentan sus días en forma regresiva, se ponga a enarbolar banderas que tienen contenido en la técnica, de algunos pocos especialistas en el engrandecimiento del Estado que les han orquestado a ustedes el estado de cosas como las que hoy debemos erradicar, se han rodeado de tecnócratas mercenarios para hablar de temas que ustedes no conocen, renta global, renta mundial, cuando la tendencia en los países de renta mundial es a regresar a la territorialidad, siendo el más reciente de los casos el de Estados Unidos de América.

Piden ustedes solidaridad, ¿con quién? Con su dirigencia, con sus beneficios, con sus excesos, con sus depredaciones crecientes del Estado, se acabó, o tenemos la reforma que podemos, incluida la urgente muerte de la bestialidad de beneficios que les rodean y les dan de comer no a todos, sino a sus dirigentes, o todos veremos las consecuencias en las calles, ya no en forma de populistas manifestaciones de disentimiento, sino de desempleo, provocado por su clase dirigente, saldrán ustedes como las ratas del barco, con sus privilegios protegidos a un costo, que como costarricenses dispuestos a contribuir de manera creciente y constitucional con las cargas públicas, simplemente no estamos dispuestos a aceptar.

Como experto en impuestos y negocios, les puedo decir que le acaban de dar ustedes un beso a la muerte, solo recuerden como quedó en la zona sur del país después de sus reivindicaciones sindicales exitosas, hasta hoy casi 50 años después, desolación, prostitución y narcotráfico. Señores de la clase dirigente sindical, se les cayó el libro rojo el de los apuntes contables de sus beneficios y prebendas, acaban de evidenciar sus verdaderos intereses, los propios y no los de sus representados. Basta, simplemente se acabó, ya desangraron al país y a los empresarios, son ustedes además los que agremian y protegen a los funcionarios que succionan al país mediante la corrupción en aduanas y tributación, señores, se les cayeron los argumentos, es evidente que la mafia que ustedes constituyen se sienta como una fiera encerrada, simplemente sus propuestas de aumentar impuestos a los empresarios más allá de los ya propuestos, de crear impuestos copiados de sus colegas de Suramérica de la legión del mal bolivariano, como el de las transacciones financieras bancarias —aumentando la propensión al lavado de activos— el de las transacciones internacionales encerrando a Costa Rica, fuera del concierto de las naciones modernas en el comercio internacional, son medidas trasnochadas, que solo generaran dolor a quienes se suponen ser sus protegidos.

La batalla que están planteando es análoga al genocidio del enfermo dictador nicaragüense, que mata a su propio pueblo, pues señores de la clase sindical, están matando la fuente del empleo, la gallina de los huevos de oro está culeca, simplemente ya no da, dejen de ordeñar las piedras, sean realistas, y no estorben a quienes con sentido de responsabilidad nacional queremos que el arreglo de nuestras finanzas públicas sea un proceso ordenado, no sin dolor, pero que permita que la solidaridad sea equitativa y acorde a los principios constitucionales que rigen nuestro Estado de derecho. Haremos lo necesario por lograrlo, si ganan les aplaudo su victoria, pero esta será espuria pues así lo hicieron Chávez, Correa, Ortega, Morales, Fernández y otros conocidos genocidas, sin mencionar por supuesto al icónico Castro.

Sean serios, Costa Rica necesita solucionar de manera expedita su crisis fiscal que es fáctica, hay propuestas con mucho cerebro sobre la mesa, con muchas horas intelectuales de todos los poderes de la Republica, así como de los sectores que hemos procurado mejorar con nuestros aportes desinteresados las propuestas, con alternativas, nunca con negaciones. Todos debemos comportarnos, saber que el dolor del bolsillo viene, estar listo para enfrentarlo y de manera responsable hacerle frente, si no queremos que nuestros hijos sean los hijos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina y Cuba.

Estamos en un estado de descomposición financiera, que los algodones que proponen ustedes para el paciente moribundo, serán más que solución para nuestro querido país, la mortaja de una muerte anunciada, esta batalla, hay que librarla apegados a la realidad del entorno del país, con el sentido efectivo de urgencia y sentido de pertinencia en el manejo de las propuestas antiprivilegios donde extrañamos ver la eliminación de los suyos propios; qué pena, el sector privado de este país sí ha decidido participar de manera consciente en la construcción de la Costa Rica viable y solidaria, ustedes que lo predican, omiten proponer aportar, es fácil ser solidario con los bienes y derechos de los demás, así no se construye.

ccamacho@grupocamacho.com


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