Seco invierno dispara producción de energía térmica
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 22 septiembre, 2009
Compra de diésel por parte del ICE subió un 224% en agosto
Seco invierno dispara producción de energía térmica
Mayor consumo de combustibles podría disparar tarifa eléctrica próximo año
Gobierno propone abrir sector eléctrico para que empresa ayude a ampliar oferta
La disminución en el caudal de los ríos en gran parte del país está obligando a quemar más combustibles para garantizar el suministro de electricidad durante el invierno.
Solo el mes anterior se registró una caída del 18% en la producción de energía hidroeléctrica, en comparación con un año atrás, producto de la menor cantidad de agua.
Para evitar apagones como consecuencia del faltante de producción hidroeléctrica, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) debió comprar en agosto un 224% más de diésel en relación al año anterior y 1.200 barriles de búnker.
Esas cifras fueron suministradas por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) con base en las ventas del mes pasado.
La situación del año anterior fue muy distinta, pues en agosto el ICE solo requirió 28 mil barriles de diésel para atender los picos de consumo eléctrico y no tuvo la necesidad de comprar búnker, pues contaba con suficiente agua para suplir la demanda.
El difícil escenario que se enfrenta este año responde a las secuelas del fenómeno El Niño, el cual está provocando sequías en momentos en que tradicionalmente se registran altas precipitaciones. La escasez de lluvias afecta con mayor intensidad al Pacífico y centro del país.
Esto es lo que ha provocado que los ríos de donde se extrae el agua para hacer funcionar las turbinas de las plantas hidroeléctricas tengan menos caudal.
Una de las salidas que ha tenido que poner en marcha el ICE es abrir las compuertas de las represas de Cachí, Angostura y Peñas Blancas para eliminar el sedimento y así garantizar un mayor poder de almacenamiento, afirmó Elbert Durán, vocero de la institución.
La medida de eliminar la basura que han acumulado los embalses en el fondo se toma en situaciones como las actuales, donde se requiere tener la mayor capacidad de acopio de agua posible para enfrentar el próximo verano, explicó Durán.
Hasta ahora la laguna del Arenal es el proyecto que menos se ha visto afectado por la sequía pues se nutre de ríos provenientes de regiones donde sí ha estado lloviendo. Sin embargo, Durán dijo que ese proyecto se emplea para atender situaciones de verdadera emergencia.
La desventaja de producir energía a base de derivados del petróleo radica en que esa tecnología produce una mayor contaminación y es hasta ocho veces más cara en relación a la producida a base de agua.
Producto del aumento en los costos de operación para atender la demanda eléctrica durante este invierno fue que el ICE se opuso a la rebaja del 7% en las tarifas que entraron a regir este mes, afirmó Durán.
El argumento del ajuste en el recibo eléctrico fue que el ICE consumió la mitad del presupuesto aprobado para la producción de energía térmica durante el verano, por lo cual debía resarcir a los usuarios.
La propuesta de haber mantenido las tarifas como estaban era la más práctica, afirmó Durán, pues insistió en que los estudios de la institución proyectaban que iban a necesitar un consumo mayor de combustibles para atender la demanda eléctrica en la estación lluviosa, debido a la sequía.
En caso de que el ICE determine que el aumento de la compra de diésel y búnker para producir energía térmica pone en riesgo su estabilidad financiera, puede presentar un ajuste de tarifas, reconocieron en la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
Para evitar situaciones como la actual tanto el Poder Ejecutivo como el ICE impulsan algunas iniciativas para ampliar la oferta de energía eléctrica.
El Gobierno, por ejemplo, presentó ante la Asamblea Legislativa un proyecto de ley que amplía la participación privada en la producción de energía eléctrica. La norma actual solo permite al sector privado producir hasta un 15% de la capacidad instalada en el país por el Estado.
El Instituto, por su parte, promueve la construcción de plantas eléctricas de gran tamaño en regiones con altas precipitaciones como Siquirres, Buenos Aires, Pérez Zeledón y Turrialba. Entre todos esos proyectos se duplicaría la capacidad instalada nacional.
Danny Canales
dcanales@larepublica.net
Seco invierno dispara producción de energía térmica
Mayor consumo de combustibles podría disparar tarifa eléctrica próximo año
Gobierno propone abrir sector eléctrico para que empresa ayude a ampliar oferta
La disminución en el caudal de los ríos en gran parte del país está obligando a quemar más combustibles para garantizar el suministro de electricidad durante el invierno.
Solo el mes anterior se registró una caída del 18% en la producción de energía hidroeléctrica, en comparación con un año atrás, producto de la menor cantidad de agua.
Para evitar apagones como consecuencia del faltante de producción hidroeléctrica, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) debió comprar en agosto un 224% más de diésel en relación al año anterior y 1.200 barriles de búnker.
Esas cifras fueron suministradas por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) con base en las ventas del mes pasado.
La situación del año anterior fue muy distinta, pues en agosto el ICE solo requirió 28 mil barriles de diésel para atender los picos de consumo eléctrico y no tuvo la necesidad de comprar búnker, pues contaba con suficiente agua para suplir la demanda.
El difícil escenario que se enfrenta este año responde a las secuelas del fenómeno El Niño, el cual está provocando sequías en momentos en que tradicionalmente se registran altas precipitaciones. La escasez de lluvias afecta con mayor intensidad al Pacífico y centro del país.
Esto es lo que ha provocado que los ríos de donde se extrae el agua para hacer funcionar las turbinas de las plantas hidroeléctricas tengan menos caudal.
Una de las salidas que ha tenido que poner en marcha el ICE es abrir las compuertas de las represas de Cachí, Angostura y Peñas Blancas para eliminar el sedimento y así garantizar un mayor poder de almacenamiento, afirmó Elbert Durán, vocero de la institución.
La medida de eliminar la basura que han acumulado los embalses en el fondo se toma en situaciones como las actuales, donde se requiere tener la mayor capacidad de acopio de agua posible para enfrentar el próximo verano, explicó Durán.
Hasta ahora la laguna del Arenal es el proyecto que menos se ha visto afectado por la sequía pues se nutre de ríos provenientes de regiones donde sí ha estado lloviendo. Sin embargo, Durán dijo que ese proyecto se emplea para atender situaciones de verdadera emergencia.
La desventaja de producir energía a base de derivados del petróleo radica en que esa tecnología produce una mayor contaminación y es hasta ocho veces más cara en relación a la producida a base de agua.
Producto del aumento en los costos de operación para atender la demanda eléctrica durante este invierno fue que el ICE se opuso a la rebaja del 7% en las tarifas que entraron a regir este mes, afirmó Durán.
El argumento del ajuste en el recibo eléctrico fue que el ICE consumió la mitad del presupuesto aprobado para la producción de energía térmica durante el verano, por lo cual debía resarcir a los usuarios.
La propuesta de haber mantenido las tarifas como estaban era la más práctica, afirmó Durán, pues insistió en que los estudios de la institución proyectaban que iban a necesitar un consumo mayor de combustibles para atender la demanda eléctrica en la estación lluviosa, debido a la sequía.
En caso de que el ICE determine que el aumento de la compra de diésel y búnker para producir energía térmica pone en riesgo su estabilidad financiera, puede presentar un ajuste de tarifas, reconocieron en la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
Para evitar situaciones como la actual tanto el Poder Ejecutivo como el ICE impulsan algunas iniciativas para ampliar la oferta de energía eléctrica.
El Gobierno, por ejemplo, presentó ante la Asamblea Legislativa un proyecto de ley que amplía la participación privada en la producción de energía eléctrica. La norma actual solo permite al sector privado producir hasta un 15% de la capacidad instalada en el país por el Estado.
El Instituto, por su parte, promueve la construcción de plantas eléctricas de gran tamaño en regiones con altas precipitaciones como Siquirres, Buenos Aires, Pérez Zeledón y Turrialba. Entre todos esos proyectos se duplicaría la capacidad instalada nacional.
dcanales@larepublica.net