Saprissa tuvo para matar
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Lunes 02 diciembre, 2013
Saprissa tuvo para matar
Expulsión de Allen Guevara dio vuelco a un clásico cortado
Los propósitos de Óscar Ramírez fueron evidentes; sacar un empate del Ricardo Saprissa significaba, por la ventaja deportiva, pescar tiburón.
Defensa de cinco, dos volantes de marca y jugar al error del rival; el contraataque que podía lanzar Allen Guevara por su explosividad a los puntas Jerry Palacios y
El anfitrión, obligado a ganar y con rostro de víctima, dejó los análisis de los previos que lo señalaban como derrotado sin jugar en el vestuario y se dispuso a vender cara esa supuesta derrota.
Entonces, la Liga esperó y Saprissa empezó a tocarla para desequilibrar y marear; el olé morado en las tribunas rechifló temprano sin importar que los pasabolas eran intrascendentes. El equipo de Ronald González tuvo la pelota, pero el Alajuelense el control.
Cuatro tiros de esquina contra el marco de Pemberton retrataban qué equipo estaba al ataque y cuál estaba atrás.
Sin embargo, quien olfateó el gol de primero fue la Liga gracias a la fantasía del “Cusuco”, quien le quebró la cintura a Michael Barquero con dos fintas y centro posterior que espantó los predios de Donny Grant.
Respondió el Saprissa con una acción espectacular en el minuto 29; por ahí se fugó Josué Martínez, pasó largo a Manfred Russell y cuando el moreno fusilaba a Patrick, se cruzó salvador Kenner Gutiérrez para cortar el vuelo del balón a la red.
La visita sacaba la faena; el juego se cortaba por exceso de faltas y más de un actor vio la tarjeta amarilla; Saprissa con otra actitud iba a todas y por todas, mas no hallaba la ruta que inquietara a Pemberton.
El segundo tiempo se inicia con Diego Madrigal en lugar de Mauricio Castillo; todo sigue igual hasta el minuto 56, cuando en acción de choque pegan Guevara y Michael Umaña. Tras el revolcón, el “Cusuco” se para en el dedo gordo del morado y lo expulsan del partido.
Ahí cambia el guión del clásico, Machillo adelanta a Armando Alonso a la cintura y pasa a jugar línea de cuatro y la retaguardia se le quiebra. Dos minutos después de la salida de Allen, entra Deiver Vega por David Guzmán, una variante táctica que le da el triunfo al Saprissa.
Vega se abre a la derecha; Madrigal se abre a la izquierda y la defensa eriza se abre para marcarlos.
Así, abiertos, encajan el único gol del clásico en el minuto 64, tras un pase largo de Juan Bustos Golobio a la espalda de los centrales, que recepciona Deiver Vega y solo frente a Pemberton lo cruza a los cordeles.
Ramírez intenta enderezar la barca; Álvaro Sánchez entra por Venegas, pero el gol y ese hombre de más en el terreno de juego, motivan al Saprissa. El público los empuja y el anfitrión pasa a jugar sus mejores minutos.
En menos de diez minutos, primero Josué Martínez y después Diego Estrada, desaprovechan nítidas, claras y fáciles oportunidades de meter los goles dos y tres que probablemente hubieran liquidado la semifinal, cuando completamente solos frente a Pemberton y con pelota dominada remataron dócilmente a las manos del portero.
¡Cuidado y si al Saprissa no se le escapó la final del campeonato en este par de acciones desaprovechadas por sus artilleros!
Gaetano Pandolfo
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