Salario de diputados: apropiado o avaricioso
El aumento en los ingresos que piden los diputados es un insulto al pueblo que representan. Estamos a favor de principios éticos y este acto no es el caso
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 19 mayo, 2010
El aumento en los ingresos que piden los diputados ahora mayor aún que el monto vergonzoso que propusieron la semana pasada es un insulto al pueblo que representan.
De no ser así, habrían esperado un momento más apropiado para buscar beneficiarse económicamente a sí mismos.
El principal argumento esgrimido a favor del incremento es que se torna necesario ofrecer una mejor retribución, para que personas preparadas aspiren a ser legisladores.
Estamos de acuerdo con este razonamiento en términos generales.
Para un profesional bien cotizado, resulta difícil dejar el puesto durante cuatro años, para dedicarse a ser diputado ganando menos.
Sin embargo, este argumento no es válido para los legisladores actuales, quienes siendo elegidos en febrero conocían de previo el salario que les esperaba.
Es más, algunos ya habían ocupado una curul en periodos anteriores, y pese a ello, la retribución actual no fue un obstáculo para que volvieran a postularse.
Si la intención fuera enmendar el problema de no poder atraer personas preparadas al Congreso por la limitación del salario, entonces habrían presentado este repudiado proyecto de aumento al final de su periodo.
Por esta razón, consideramos que los legisladores no están luchando por un principio loable, sino únicamente por el beneficio propio.
Además, la propuesta viene en un momento excepcionalmente difícil, dado que el país enfrenta un periodo de déficit fiscal que exige austeridad, según señaló el Ministro de Hacienda.
De aprobarse el incremento, los diputados gozarían de muchos más ingresos, mientras miles de costarricenses tendrían que apretarse la faja.
Se trata de unos 1.231 millones de colones anuales, dinero con el cual se podrían hacer urgentes obras sociales, como hospitales, escuelas, cuarteles policiales y hasta parques donde nuestros niños podrían jugar.
Por estar en tiempos de austeridad, podríamos simplemente asegurarnos de que ese dinero ayudara a los costarricenses más necesitados.
Por lo todo anterior, en relación a la propuesta de incremento salarial para los diputados, nuestra posición es que estamos a favor de principios éticos y este acto no es el caso.