Sagan duda, Gallopin gana
Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Jueves 17 julio, 2014
Sagan duda, Gallopin gana
El francés se dejó la etapa 11 como premio de su insistencia
El local Tony Gallopin se aprovechó de la duda de Peter Sagan y compañía para dejarse la undécima etapa del Tour de Francia entre Besançon y Oyonnax después de 187,5 kilómetros de recorrido.
“Ahora dicen que hará calor y nadie está a salvo de una pájara. Me puede pasar a mí, pero también a los otros. Lo mismo con una caída”, comentó el dueño del malliot amarillo pensando en lo que viene.
Lo cierto es que la insistencia del galo amargó el día a los sprinters, cuando se esperaba un cierre de dientes apretados entre Sagan, Michal Kwiatkowski y Michael Rogers.
El francés se fue a 2,5 kilómetros de meta, los demás no reaccionaron y se impuso al alemán John Degenkolb (Omega) y al italiano Matteo Trentin por un puñado de metros.
En un día en que aparentaba ser intranscendente para el pelotón, surgió un héroe: Andrew Talansky, aunque también se despidió de cualquier posibilidad de pelear por el título.
El último ganador del Dauphiné vivió un auténtico calvario. Aquejado de sus dolencias en la espalda derivadas de las caídas de los últimos días, el ciclista del Garmin se descolgó del pelotón. Pensó en abandonar por recomendación de sus directores, hasta se bajó de la bicicleta, muchos pensaron que hasta ahí llegaba.
Pero, cabezudo como pocos, Talansky decidió volver a montarse en su bici y seguir pedaleando, entre lágrimas. Completamente solo durante 80 kilómetros, donde el reloj ahora era su rival, podía llegar fuera de tiempo y ser descalificado.
Terminó cruzando la meta entre los aplausos de los aficionados por su esfuerzo, y el premio de que podrá seguir en competencia tras entrar media hora tarde.
Por su parte, los primeros escapados de la etapa 11 fueron el suizo Elmiger (IAM) y los franceses Lemoine (Cofidis) y Delaplace (Bretagne). Sin embargo, el pelotón no les dio mucha ventaja y Garmin se puso a tirar del pelotón, a la vez que su líder, Talansky perdía tiempo a chorros. Paradójico.
Pasado el primer puerto, la Cota de Rogna, se quedó solo Elmiger, que coronó también el segundo, antes de que se le unieran Richie Roche, Bekelandt, Herrada y Gautier, quienes se habían escapado. Ya por el cuarto y último puerto, el Echallon, Roche se rebeló sin éxito.
El Astana había ordenado el fin de las aventuras, quería preparar el último y difícil descenso de 15 kilómetros hasta meta. El mismo planteamiento del Cannondale de Sagan, quien se exhibió en la bajada en busca de Gallopin, que había lanzado su primer ataque.
El grupo donde estaban los líderes bajaba rápido y sin miramientos. Porte, segundo en la clasificación, comenzó a perder fuerza, tanto Nibali como Alejandro Valverde se percataron y trataron de dejarlo atrás, al final el líder de Sky pudo recuperarse.
El triunfo parecía un pulso entre Sagan, Kwiatkowski y Michael Rogers. Trató de irse Kwiatkowski pero Sagan reaccionó rápido, otro segundo lugar no le servía (lleva tres).
Y al siguiente parpadeo lo intentó Gallopin, faltaban 2,5 kilómetros para la meta. El francés empezó a pedalear fuerte y sin mirar a atrás, nadie fue por él. Grave error.
Terminó cruzando la meta unos segundos antes que el resto del grupo. “Sabía que poco antes de la meta había una cota que no estaba indicada en el premio de la montaña y que pocos ciclistas conocían. Así que ahí lo intenté. Creo que conocer el terreno ha sido clave”, explicó.
Es la victoria de su vida, su primer triunfo en la vuelta de su país.
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
@dvargasLR