Rezago educativo: un asunto de todos

Daniela Rosales

Representante de Centros Kumon

Ya todos los estudiantes se encuentran en sus hogares descansando luego de un año lectivo en el que poco a poco y de manera inusual, se volvió a la normalidad. Tras dos periodos en los que se perdió el ritmo tradicional de aprendizaje, agravados por el atraso provocado por las huelgas anteriores, existen muchos retos a los que se deben enfrentar nuestras próximas generaciones.

A pesar de que se cerraron las aulas en los centros educactivos y se guardaron los libros, el rezago no se va y solo queda como opción atacarlo.

Según pruebas de diagnóstico aplicadas en Costa Rica y otros países de Centroamérica por nuestra institución, la emergencia sanitaria de los últimos dos años impactó a los estudiantes de tal manera que requieren de un esfuerzo adicional para alcanzar el nivel requerido.

Es de suma importancia que todos estemos conscientes de que lo que está pasando en el sector educativo requiere de mucha atención, pues tiene un impacto a nivel social y económico.

El atraso académico amenaza la preparación de los futuros profesionales, especialmente en asignaturas como matemáticas e inglés, que son fundamentales para carreras con alta demanda en el país, especialmente para empresas multinacionales.

Según la Coalición Costarricense de Iniciativas para el desarrollo (CINDE) para finales del año anterior se registraban más de 360 empresas de este tipo que emplean a 162.238 personas y que siguen marcando récord en la generación de nuevas oportunidades laborales.

Sin embargo, importantes centros académicos como la Universidad de Costa Rica (UCR) han advertido que los colegiales llegan con deficiencias en conocimientos básicos y así se demuestra en diferentes valoraciones que realizan. La UCR implementó este 2022 una prueba de diagnóstico de matemática en la que, de 2838 estudiantes, solo un 4% logró pasar el examen que evalúa conocimientos sobre precálculo.

Esto afecta a quienes desean cursar carreras en áreas como salud, ingeniería, economía, química, física, geología y geografía, que requieren aprobar varios cursos de matemática.

Definitivamente, la preparación adecuada que abre las puertas del futuro empieza desde la primaria y secundaria, por lo que una deficiencia en estas etapas impacta negativamente las bases educativas y ocasionan mayores dificultades a los profesionales.

Es crucial asegurar fundamentos sólidos educativos desde tempranas edades y en este sentido, toda clase extracurricular es un gran apoyo para los niños y jóvenes que están en búsqueda de nivelar sus deficiencias o impulsar sus fortalezas académicas.

Desde el punto de vista de nuestra experiencia, consideramos importante contemplar que este refuerzo educativo debe promover el desarrollo de habilidades blandas que son altamente valoradas en los procesos de reclutamiento de las empresas como compromiso, trabajo en equipo, disciplina, entre otras, que también deben fomentarse desde tempranas edades.

Los principales reclutadores actualmente buscan en sus candidatos aptitudes adicionales que complementen su formación y experiencia, por lo que si los estudiantes aspiran a llegar a empresas competitivas como las multinacionales, deben tener una adecuada preparación en inglés, matemáticas y habilidades blandas.

Desde las soluciones que las autoridades públicas planteen para acelerar la recuperación del aprendizaje de los estudiantes hasta los padres de familia que deben buscar una herramienta extra para contrarrestar el problema; todos podemos de una u otra manera aportar para impulsar una generación de profesionales acorde a las demandas del mercado.