Retos de los agentes de Bolsa en 2009
Retos de los agentes de Bolsa en 2009
Carmen Monge
Analista Económica
Los administradores de portafolios de inversión continuarán este año enfrentándose a diferentes retos a la hora de diseñar adecuadas estrategias de inversión. Uno de estos desafíos consiste en un adecuado seguimiento de los fundamentales económicos así como de la política monetaria, cambiaria y fiscal, con el objetivo de colocar los recursos de los inversionistas de la mejor forma, siempre considerando las expectativas y el perfil de cada uno en particular.
Los fundamentales económicos indican que la economía continuará desacelerándose, ligado lo anterior a un menor aumento de la liquidez y del crédito, ante ello los inversionistas más conservadores podrían considerar conveniente posicionarse en títulos a corto plazo para mantenerse líquidos. No quiere decir lo anterior que los inversionistas deban descartar inversiones a mayores plazos y con mayores rendimientos que resultan atractivos ante un escenario futuro de menor inflación. En todo caso lo importante es mantener una adecuada diversificación de las carteras, con títulos tasa fija, a diferentes plazos; inversiones más líquidas, e incluir títulos indexados a la tasa básica y la inflación, con un horizonte de mayor plazo, como cobertura ante eventualidades de la economía.
Con respecto al mercado cambiario los fundamentales (contracción de exportaciones, menor inversión extranjera directa, entre otros) y las expectativas de los agentes podrían mantener la pauta de devaluación por un tiempo más, aunque no se descarta reversiones de esta tendencia en un futuro cuando se den ingresos de capitales y cuando las tasas de interés en colones resulten más atractivas en términos de rendimientos reales. Es importante no tomar decisiones en cuanto a moneda a la ligera, guiadas por expectativas cortoplacistas, sino más bien considerar la posición cambiaria neta de cada agente de acuerdo con pasivos y activos por moneda, así como eventuales desembolsos por moneda.
La política fiscal estará orientada a estimular la economía con un mayor gasto aunque no se esperaría una presión importante en tasas de interés por parte del Ministerio de Hacienda. No obstante, es importante monitorear la recaudación fiscal y el desembolso de créditos de organismos internacionales, los cuales son necesarios para los proyectos del Gobierno.
Por otra parte, aún no se vislumbra un relajamiento en la política del Banco Central, en lo que respecta a reducciones de tasa de interés o expansión de la liquidez. Aun así, el Banco se prepara ante vulnerabilidades del sector financiero para garantizar compra de valores (subastas inversas) y financiamiento en un mercado de liquidez integrado cuando las entidades supervisadas lo requieran.
Carmen Monge
Analista Económica
Los administradores de portafolios de inversión continuarán este año enfrentándose a diferentes retos a la hora de diseñar adecuadas estrategias de inversión. Uno de estos desafíos consiste en un adecuado seguimiento de los fundamentales económicos así como de la política monetaria, cambiaria y fiscal, con el objetivo de colocar los recursos de los inversionistas de la mejor forma, siempre considerando las expectativas y el perfil de cada uno en particular.
Los fundamentales económicos indican que la economía continuará desacelerándose, ligado lo anterior a un menor aumento de la liquidez y del crédito, ante ello los inversionistas más conservadores podrían considerar conveniente posicionarse en títulos a corto plazo para mantenerse líquidos. No quiere decir lo anterior que los inversionistas deban descartar inversiones a mayores plazos y con mayores rendimientos que resultan atractivos ante un escenario futuro de menor inflación. En todo caso lo importante es mantener una adecuada diversificación de las carteras, con títulos tasa fija, a diferentes plazos; inversiones más líquidas, e incluir títulos indexados a la tasa básica y la inflación, con un horizonte de mayor plazo, como cobertura ante eventualidades de la economía.
Con respecto al mercado cambiario los fundamentales (contracción de exportaciones, menor inversión extranjera directa, entre otros) y las expectativas de los agentes podrían mantener la pauta de devaluación por un tiempo más, aunque no se descarta reversiones de esta tendencia en un futuro cuando se den ingresos de capitales y cuando las tasas de interés en colones resulten más atractivas en términos de rendimientos reales. Es importante no tomar decisiones en cuanto a moneda a la ligera, guiadas por expectativas cortoplacistas, sino más bien considerar la posición cambiaria neta de cada agente de acuerdo con pasivos y activos por moneda, así como eventuales desembolsos por moneda.
La política fiscal estará orientada a estimular la economía con un mayor gasto aunque no se esperaría una presión importante en tasas de interés por parte del Ministerio de Hacienda. No obstante, es importante monitorear la recaudación fiscal y el desembolso de créditos de organismos internacionales, los cuales son necesarios para los proyectos del Gobierno.
Por otra parte, aún no se vislumbra un relajamiento en la política del Banco Central, en lo que respecta a reducciones de tasa de interés o expansión de la liquidez. Aun así, el Banco se prepara ante vulnerabilidades del sector financiero para garantizar compra de valores (subastas inversas) y financiamiento en un mercado de liquidez integrado cuando las entidades supervisadas lo requieran.