Resumen semanal
| Sábado 18 abril, 2009
Lo más destacado
HECHO PRINCIPAL:
FMI predice recuperación débil
El FMI pronosticó que la recuperación económica tras la crisis actual será más débil que en recesiones anteriores y alertó a los países emergentes de que la salida del capital extranjero puede durar años.
La historia económica reciente dice que las recesiones normalmente duran doce meses y dan lugar a un repunte robusto de por lo menos cinco años, pero en esta ocasión el mundo no tendrá esa suerte, según un estudio divulgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La situación actual es “rara”, porque combina una crisis financiera con una desaceleración económica a nivel mundial, en lugar de estar restringida a ciertos países, lo que traerá un período de contracción económica “excepcionalmente largo y profundo”, en su opinión.
Estos factores producen recesiones que duran casi dos años, según dijo en una rueda de prensa Marco Terrones, el autor principal del estudio.
Gran parte de los países avanzados sufre actualmente una contracción económica, liderados por Estados Unidos, donde los números rojos se iniciaron en diciembre de 2007. El Fondo augura que el repunte vendrá el próximo año, pero será “lento”.
En otras ocasiones la demanda externa ha tirado de los países que habían caído en el hoyo, pero con la recesión acampada en prácticamente todos los grandes mercados, esta vez las exportaciones no serán la tabla de salvación, según Terrones.
Al mismo tiempo, la demanda interna se mantendrá débil en los países avanzados, pues las familias ahorrarán más para reparar su maltrecha economía.
El análisis del FMI sobre la reacción a las últimas crisis concluye que la bajada de intereses es importante, pero a la hora de sacar a los países del atolladero es más útil la expansión fiscal.
La entidad recomendó acciones “enérgicas” en ambos frentes, aunque también destacó “la importancia fundamental de restablecer la confianza en el sector financiero para que las políticas macroeconómicas sean eficaces y la recuperación se consolide”.
Esas medidas ayudarán no sólo a los países desarrollados, sino también a los mercados emergentes, que se han visto sacudidos por el maremoto de la crisis financiera iniciado lejos de sus fronteras.
La ola llegó a sus costas tan sólo uno o dos meses después de que los problemas aparecieran en la mitad rica del mundo, según Stephan Danniger, el autor de otro estudio sobre el tema.
En las últimas semanas ha caído la volatilidad, pero Danniger advirtió de que se trata “de la bajada de un nivel de estrés extremadamente alto a uno alto. No prevemos la normalización (de los mercados financieros) por ahora”.
Como en crisis anteriores, el dinero externo ha volado de los mercados emergentes, aunque en esta ocasión han sido los bancos extranjeros, en lugar de los inversionistas a corto plazo, los que han sacado el capital más rápidamente.
El Fondo alertó en su estudio de que la salida del dinero será un fenómeno prolongado, “dados los problemas de solvencia” de los bancos de las economías avanzadas que financian el crédito en las naciones emergentes.
Tras la crisis de la deuda en América Latina de los 80 y de Asia en los 90 hubo entre siete y ocho años de vuelo de capitales de ambas regiones, lo que redujo el crecimiento en varios puntos porcentuales, según el Fondo.
Algo similar puede suceder en esta ocasión, a su juicio. “Es probable que pase mucho tiempo antes de que los bancos (extranjeros) vuelvan” con dinero fresco a los países en desarrollo, predijo Danniger.
En este sentido, la región más vulnerable es Europa Oriental, cuyo sistema bancario está dominado por las entidades financieras de los países del lado occidental del continente, de acuerdo con el organismo.
En cambio, los países que mejor han sobrellevado la crisis son los menos integrados en el sistema financiero internacional.
Pese a los riegos, el FMI aún mantiene que el camino para el crecimiento sostenido es la apertura de las fronteras al capital extranjero, según Danniger.
HECHO PRINCIPAL:
FMI predice recuperación débil
El FMI pronosticó que la recuperación económica tras la crisis actual será más débil que en recesiones anteriores y alertó a los países emergentes de que la salida del capital extranjero puede durar años.
La historia económica reciente dice que las recesiones normalmente duran doce meses y dan lugar a un repunte robusto de por lo menos cinco años, pero en esta ocasión el mundo no tendrá esa suerte, según un estudio divulgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La situación actual es “rara”, porque combina una crisis financiera con una desaceleración económica a nivel mundial, en lugar de estar restringida a ciertos países, lo que traerá un período de contracción económica “excepcionalmente largo y profundo”, en su opinión.
Estos factores producen recesiones que duran casi dos años, según dijo en una rueda de prensa Marco Terrones, el autor principal del estudio.
Gran parte de los países avanzados sufre actualmente una contracción económica, liderados por Estados Unidos, donde los números rojos se iniciaron en diciembre de 2007. El Fondo augura que el repunte vendrá el próximo año, pero será “lento”.
En otras ocasiones la demanda externa ha tirado de los países que habían caído en el hoyo, pero con la recesión acampada en prácticamente todos los grandes mercados, esta vez las exportaciones no serán la tabla de salvación, según Terrones.
Al mismo tiempo, la demanda interna se mantendrá débil en los países avanzados, pues las familias ahorrarán más para reparar su maltrecha economía.
El análisis del FMI sobre la reacción a las últimas crisis concluye que la bajada de intereses es importante, pero a la hora de sacar a los países del atolladero es más útil la expansión fiscal.
La entidad recomendó acciones “enérgicas” en ambos frentes, aunque también destacó “la importancia fundamental de restablecer la confianza en el sector financiero para que las políticas macroeconómicas sean eficaces y la recuperación se consolide”.
Esas medidas ayudarán no sólo a los países desarrollados, sino también a los mercados emergentes, que se han visto sacudidos por el maremoto de la crisis financiera iniciado lejos de sus fronteras.
La ola llegó a sus costas tan sólo uno o dos meses después de que los problemas aparecieran en la mitad rica del mundo, según Stephan Danniger, el autor de otro estudio sobre el tema.
En las últimas semanas ha caído la volatilidad, pero Danniger advirtió de que se trata “de la bajada de un nivel de estrés extremadamente alto a uno alto. No prevemos la normalización (de los mercados financieros) por ahora”.
Como en crisis anteriores, el dinero externo ha volado de los mercados emergentes, aunque en esta ocasión han sido los bancos extranjeros, en lugar de los inversionistas a corto plazo, los que han sacado el capital más rápidamente.
El Fondo alertó en su estudio de que la salida del dinero será un fenómeno prolongado, “dados los problemas de solvencia” de los bancos de las economías avanzadas que financian el crédito en las naciones emergentes.
Tras la crisis de la deuda en América Latina de los 80 y de Asia en los 90 hubo entre siete y ocho años de vuelo de capitales de ambas regiones, lo que redujo el crecimiento en varios puntos porcentuales, según el Fondo.
Algo similar puede suceder en esta ocasión, a su juicio. “Es probable que pase mucho tiempo antes de que los bancos (extranjeros) vuelvan” con dinero fresco a los países en desarrollo, predijo Danniger.
En este sentido, la región más vulnerable es Europa Oriental, cuyo sistema bancario está dominado por las entidades financieras de los países del lado occidental del continente, de acuerdo con el organismo.
En cambio, los países que mejor han sobrellevado la crisis son los menos integrados en el sistema financiero internacional.
Pese a los riegos, el FMI aún mantiene que el camino para el crecimiento sostenido es la apertura de las fronteras al capital extranjero, según Danniger.