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Resultado del referéndum condicionará acuerdo con U.E.

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Jueves 27 septiembre, 2007




Eventual triunfo del “no” imposibilitaría negociar con Viejo Continente, según Rodrigo Arias, ministro de la Presidencia
Resultado del referéndum condicionará acuerdo con U.E.

• Sector productivo se “alarma” por anuncio del Ejecutivo

• Exportadores de la región temen que decisión del próximo 7 de octubre afecte futuras discusiones en Centroamérica


Carlos Jesús Mora
cmorah@larepublica.net  

El Poder Ejecutivo no solo desistiría de la agenda de implementación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (Cafta) en caso de que triunfe el “no” en el referéndum del 7 de octubre; también prescindiría de negociar un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (U.E.)
Así de categórico fue Rodrigo Arias, ministro de la Presidencia, al confesar a LA REPUBLICA que además de cumplir con su promesa de desechar la agenda de acompañamiento del Cafta, “no negociaría con la Unión Europea”.
Esta situación causó una alarma inmediata entre productores y empresarios locales, quienes temen una eventual pérdida de competitividad si Arias cumple con tal afirmación.
“Este aviso resulta alarmante para cualquier empresario que exporte a Europa. En nuestro caso este es nuestro principal mercado, de no contar con este Acuerdo de Asociación perderíamos competitividad, lo que nos llevaría a cuestionar la permanencia de nuestra empresa en Costa Rica”, enfatizó Han Geesink, gerente de Ventas Internacionales de Demasa.
Además de generar diversas reacciones en el país, en el resto de Centroamérica la posición adoptada en las últimas semanas por el Ejecutivo también ha preocupado al sector exportador del istmo.
La semana anterior el gobierno cambió drásticamente su discurso de continuar con el trámite de la agenda paralela en caso de que el Cafta fuese rechazado en la consulta popular. En ese sentido el presidente Oscar Arias anunció que de no aprobarse ese acuerdo con Estados Unidos, la agenda de implementación —incluyendo los proyectos de apertura de seguros y telecomunicaciones— “se meterían y empacarían en una gaveta para toda una vida”.
Ante ello, esta semana representantes de diversos sectores productivos del istmo anunciaron su preocupación durante una visita al país.
“Tanto Estados Unidos como Europa desean vernos como un solo bloque y una decisión de los costarricenses no debe afectar esto”, dijo Carlos Morán, director de la Corporación de Exportadores de El Salvador, quien agregó que las decisiones comerciales de Costa Rica afectarán también al resto de países centroamericanos.
A juicio de expertos, Costa Rica no está enviando una buena señal a la comunidad internacional, pues deja claro que está oponiéndose a la apertura comercial y a la atracción de inversión extranjera, adujo por su parte Rigoberto Torres, economista.
El Acuerdo de Asociación con la Unión Europea tiene el propósito de fortalecer las relaciones entre los estados miembros del Sistema de Integración Centroamericana y la Unión Europea en tres áreas: diálogo político, cooperación internacional y relaciones comerciales.
Al igual que el Cafta, el Acuerdo de Asociación con los europeos es una de las herramientas con que cuenta la administración Arias para cumplir sus objetivos plasmados en el Plan Nacional de Desarrollo.
Las rondas de negociación para este acuerdo están programadas para arrancar el 22 de octubre en territorio costarricense, el segundo encuentro está previsto para que sea en Bruselas antes que finalice 2007.
LA REPUBLICA trató de constatar la opinión de Cristina Martins, nueva representante de la Unión Europea en el país; sin embargo, se informó en su oficina que se encuentra de gira en Panamá.
Esta decisión generó diversas reacciones entre varios partidos.
En Acción Ciudadana, por ejemplo, consideraron que “se trata de un chantaje del gobierno y una muestra más de la estimulación del temor en la población”, argumentó Elizabeth Fonseca, jefa de fracción de la agrupación.
Jorge Eduardo Sánchez, diputado de la Unidad Social Cristiana, consideró que la decisión adoptada por el Ejecutivo es lógica, pues el Cafta “es la carta de presentación” para las negociaciones con los europeos y los asiáticos.








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