Responsabilidad fiscal y el camino costarricense
| Martes 29 septiembre, 2015
Para responder con responsabilidad, efectividad y sostenibilidad al desafío fiscal, es necesario transitar de nuevo por el camino costarricense
Responsabilidad fiscal y el camino costarricense
Hoy nadie puede negar la gravedad del problema fiscal del país y sus severas implicaciones económicas, sociales y de estabilidad política.
Sin embargo, este debate a lo largo de los años ha estado marcado por una visión muy maniqueísta, no exenta de defensa de intereses particulares. Sobre este camino en dos décadas no ha sido posible avanzar, a pesar de los serios esfuerzos desarrollados en algunas administraciones.
Ya es hora de que prime un abordaje adulto y reconozcamos, todos, que no hacer nada simplemente no es una opción responsable. No hacer nada es una opción muy peligrosa para la estabilidad política y la gobernabilidad democrática de Costa Rica.
Aquí surge una pregunta fundamental: ¿cómo podemos construir, en un ámbito de multipartidismo, una solución técnicamente sólida y políticamente viable?
La realidad es que solo será viable una visión integral, concertada, que articule acciones sobre el gasto y el ingreso, con credibilidad, gradualidad y construida entre todos; porque no hay una solución mágica, ni única, ni recargable sobre un único sector.
Fuerza de trabajo. Por ello, en el Foro sobre el Fortalecimiento de las Finanzas Públicas organizado por la Asamblea Legislativa, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Ministerio de Hacienda, planteé que con el liderazgo del Presidente de la República, y el apoyo de todos los sectores, podría constituirse una fuerza de trabajo que en un plazo perentorio de 60 días construya una visión concertada que pueda acompañar el proceso de análisis y decisión que es resorte de la Asamblea Legislativa.
En dicha fuerza de trabajo participarían el Ministerio de Hacienda y especialistas de la academia y de los sectores empresariales y sociales. Y su labor debería guiarse por la clara comprensión de que el contexto político demanda que cualquier propuesta fiscal articule los siguientes elementos:
-Disminuir gastos innecesarios e injustificados en todo el Estado.
-Incrementar los ingresos de forma racional y solidaria, de una forma que no dañe el crecimiento económico y más bien lo estimule.
-Abrir procesos de reorganización y reingeniería estatal, sectorial y regional.
Responsabilidad de todos. Esto parte de la clara comprensión de que ante el peligroso desequilibrio fiscal, todos los actores políticos tenemos la responsabilidad de construir una plataforma programática —negociada y concertada—, para crear una agenda de política fiscal y de reorganización estatal, sostenible y solidaria con visión de mediano y largo plazo.
Este enfoque permite, además, retomar algunas de las grandes virtudes que moldearon al ser costarricense, en particular la capacidad de diálogo, negociación y concertación que históricamente han demostrado los diferentes actores políticos, sociales y empresariales, y la capacidad de estimular la movilidad social bajo principios incluyentes y solidarios.
Debemos tener claro que para responder con responsabilidad, efectividad y sostenibilidad al desafío fiscal, es necesario transitar de nuevo por el camino costarricense.
Rafael Ortiz Fábrega
Presidente, Asamblea Legislativa