Rescate de GM llegó a su fin

Casi cinco años después de recibir su primer rescate gubernamental, General Motors Co. ha dejado de ser propiedad de los contribuyentes estadounidenses luego de que el Departamento del Tesoro vendiera la participación que le quedaba en la mayor compañía automotriz del país.
La venta marca el fin de Government Motors, como la bautizaron con desprecio algunos críticos después de que el gobierno de los Estados Unidos interviniera con financiamiento de emergencia en 2008.
Los rescates de los gobiernos de George W. Bush y Barack Obama ayudaron a GM a evitar una liquidación y a reorganizarse en una quiebra de 2009 que ha dado nueva vida a la empresa.
Los Estados perdieron alrededor de $11 mil millones de su inversión de alrededor de $50 mil millones en GM, que fue la parte más grande de un rescate de la industria que se convirtió en la pieza central del primer gobierno de Obama.
Con menores costos laborales, menos deuda y sólo sus marcas más fuertes, GM ha aprovechado las mejores ventas de la industria estadounidense desde 2007.
“Esto marca uno de los últimos capítulos de los esfuerzos del gobierno por proteger la economía en su conjunto al proporcionar apoyo a la industria automotriz”, dijo ayer a la prensa el secretario del Tesoro, Jacob J. Lew, en conferencia telefónica.
Un completo cierre de la industria automotriz producto de una liquidación de GM y Chrysler habría significado la pérdida de 2,63 millones de empleos en la economía de los Estados Unidos en 2009, según un estudio que dio a conocer el martes el Centro de Análisis Automotriz, CAR por la sigla en inglés.
El rescate evitó la pérdida de $105 mil millones en pagos de transferencias y la pérdida de la recaudación impositiva por seguros sociales y personales en 2009 y 2010, según CAR.
El rescate automotriz se recordará como “una de las intervenciones más importantes, tal vez la más importante, de la historia económica de los Estados Unidos”, dijo Sean McAlinden, economista jefe del CAR, que dirigió el análisis. Sin eso, “la parte superior del Medio Oeste sería ahora un profundo hoyo en la economía con un desempleo de dos dígitos y 600 mil jubilados habrían perdido su pensión”.
Algo que ayuda a GM es que tiene algunos de los mejores productos en una generación, que lanzó este año 18 autos y camiones nuevos o remodelados y que presentará 14 el año próximo. Forma parte del intento de GM de transformar su línea de productos en una de las más nuevas del sector, mientras que antes era una de las más viejas.
Los nuevos productos ya reciben reseñas elogiosas. El Chevrolet Impala fue el primer auto estadounidense al que Consumer Reports declaró el mejor sedán del mercado, algo que pasa por primera vez en al menos 20 años, mientras que Motor Trend eligió el Cadillac CTS como auto del año.
Este año ha tenido muchos hitos para GM. Recuperó el grado de inversión de Moody’s Investors Service en septiembre luego de perderlo ocho años antes y volvió al S&P 500 después de verse expulsada en vísperas de la quiebra.

Bloomberg