Rendir cuentas a las comunidades
Costa Rica no puede salir adelante con gobiernos locales ineficientes cuyas acciones no respondan a las prioridades: hoy, inseguridad y desempleo
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 07 septiembre, 2010
El ranking publicado ayer por este medio nos demuestra que cuando los gobiernos locales quieren hacer bien su trabajo y se dedican a ello pueden lograrlo.
Ahí están, demostrándolo, los tres mejores del país, Belén, Santa Ana y Garabito, en el balance de ingresos y egresos, de acuerdo con el Indice de Gestión Financiera – Presupuestaria elaborado por la Contraloría General de la República.
Si ellos pudieron hacerlo… ¿por qué no los demás en la misma medida? ¿Qué hace diferentes a estos ayuntamientos de los del resto del país? Sería interesante conocerlo a fondo. Pero quizás solo la Contraloría lo tenga bien claro.
El resto de los contribuyentes no tenemos informes que justifiquen y expliquen las acciones de los funcionarios del gobierno municipal. Para nosotros es casi un misterio lo que se hace o se deja de hacer con los recursos.
Existe la idea, quizás romántica, de que es el gobierno más cercano a la gente y que esta sigue de cerca sus acciones porque se encuentran todos en una misma localidad. Pero la realidad es otra. Los vecinos en general no conocen las normas y procedimientos a lo interno de sus ayuntamientos, ni son informados adecuadamente de ellos.
Estos suelen actuar priorizando lo que sus jerarcas consideran importante y no los verdaderos problemas y agobios de la gente de su comunidad. La prueba de ello es que su máxima preocupación actualmente son la inseguridad y el desempleo, pero no vemos las acciones municipales actuando y rindiendo cuentas en ese sentido. No las vemos demostrando con hechos que sus actuaciones han dado resultados positivos.
Por otra parte, no existen tampoco mecanismos adecuados para castigar la no rendición de cuentas o los errores de las administraciones locales.
Se necesitan acciones destinadas a capacitar, ahí donde haga falta, a los funcionarios de los ayuntamientos, pero también es indispensable que estos deban asumir sus responsabilidades y las sanciones por su incumplimiento.
Costa Rica no puede pretender salir adelante mientras mantenga un régimen de gobiernos locales ineficientes y cuyas acciones no respondan a las prioridades señaladas por sus comunidades.