Reglas que surgen en invierno
Dinia Vargas dvargas@larepublica.net | Jueves 11 junio, 2009
Reglas que surgen en invierno
El hazard de agua casual se encontrará constantemente en el campo
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
El invierno trae consigo el hecho de complicar aún más a los golfistas, tanto que en muchas ocasiones tendrán que acudir a las reglas para poder interpretar determinada situación.
Así los llamados “asientos preferidos o reglas de invierno” buscarán facilitar el desenvolvimiento del jugador y cuidar el estado de la cancha.
Entre las reglas más conocidas está la que le permite al golfista levantar la bola para poder limpiarla, “eso sí, antes se tuvo que marcar el lugar donde reposaba”, explicó Mauricio Zamora, golfista profesional.
No obstante, esta regla tiene sus limitación, pues solo se permite realizar dicha acción cuando la pelota cayó en el fairway o en el green, si cae en el rough está prohibido, a excepción de “si la cancha está muy maltratada y el comité del campo decide que también se puede limpiar cuando cae en el rough”, comentó Armando Miranda, juez de reglas.
Será imposible con la llegada de la lluvia no encontrar muchos charcos, hasta en los bunkers, pero qué puede hacer un golfista cuando su bola cae específicamente en ese lugar.
“Cuando existe un hazard de agua casual, aunque sea en una trampa de arena, se puede dropear sin ningún tipo de penalidad. El jugador pone una marca donde cayó la bola, se coloca, busca el punto de alivio más cercano, sin aproximarse a la bandera, y deja caer la pelota”, explicó Zamora.
Cuando el bunker está completamente lleno de agua, la bola sería declarada por el jugador como injugable y entonces se puede dropear en el sitio de alivio fuera del bunker con un golpe de penalidad, explicó Miranda.
En caso de que se trate de lodo no hay ninguna opción, se juega desde el lugar donde está la pelota.
Existe la posibilidad de que al caer en el lodo la pelota quede poco hundida en la tierra; es decir, solo es visible una parte. “Ahí se marca el lugar donde está, se saca la bola y se puede dropear sin ningún castigo”, dijo Zamora.
En otras ocasiones el golfista cuenta con menos suerte y no encuentra la bola, ya que se clavó en la tierra, aquí se dan dos situaciones.
“Existiendo la certeza de que la bola cayó en el lugar, pero no se encuentra, entonces se dropea y sin penalidad. Pero si hay un mínimo de inseguridad o existe un hazard cerca del lugar de donde cayó, eso se llama bola perdida y el jugador estará obligado a retroceder al lugar donde fue su último tiro y jugar desde ahí con un golpe de penalización”, comentó Miranda.
Así que de ahora en adelante hay que estar preparado para saber cómo actuar ante los diversos inconvenientes que se puedan encontrar por culpa de la lluvia.
El hazard de agua casual se encontrará constantemente en el campo
Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net
El invierno trae consigo el hecho de complicar aún más a los golfistas, tanto que en muchas ocasiones tendrán que acudir a las reglas para poder interpretar determinada situación.
Así los llamados “asientos preferidos o reglas de invierno” buscarán facilitar el desenvolvimiento del jugador y cuidar el estado de la cancha.
Entre las reglas más conocidas está la que le permite al golfista levantar la bola para poder limpiarla, “eso sí, antes se tuvo que marcar el lugar donde reposaba”, explicó Mauricio Zamora, golfista profesional.
No obstante, esta regla tiene sus limitación, pues solo se permite realizar dicha acción cuando la pelota cayó en el fairway o en el green, si cae en el rough está prohibido, a excepción de “si la cancha está muy maltratada y el comité del campo decide que también se puede limpiar cuando cae en el rough”, comentó Armando Miranda, juez de reglas.
Será imposible con la llegada de la lluvia no encontrar muchos charcos, hasta en los bunkers, pero qué puede hacer un golfista cuando su bola cae específicamente en ese lugar.
“Cuando existe un hazard de agua casual, aunque sea en una trampa de arena, se puede dropear sin ningún tipo de penalidad. El jugador pone una marca donde cayó la bola, se coloca, busca el punto de alivio más cercano, sin aproximarse a la bandera, y deja caer la pelota”, explicó Zamora.
Cuando el bunker está completamente lleno de agua, la bola sería declarada por el jugador como injugable y entonces se puede dropear en el sitio de alivio fuera del bunker con un golpe de penalidad, explicó Miranda.
En caso de que se trate de lodo no hay ninguna opción, se juega desde el lugar donde está la pelota.
Existe la posibilidad de que al caer en el lodo la pelota quede poco hundida en la tierra; es decir, solo es visible una parte. “Ahí se marca el lugar donde está, se saca la bola y se puede dropear sin ningún castigo”, dijo Zamora.
En otras ocasiones el golfista cuenta con menos suerte y no encuentra la bola, ya que se clavó en la tierra, aquí se dan dos situaciones.
“Existiendo la certeza de que la bola cayó en el lugar, pero no se encuentra, entonces se dropea y sin penalidad. Pero si hay un mínimo de inseguridad o existe un hazard cerca del lugar de donde cayó, eso se llama bola perdida y el jugador estará obligado a retroceder al lugar donde fue su último tiro y jugar desde ahí con un golpe de penalización”, comentó Miranda.
Así que de ahora en adelante hay que estar preparado para saber cómo actuar ante los diversos inconvenientes que se puedan encontrar por culpa de la lluvia.