Régimen de Zonas Francas: un ladrillo en el castillo “Competitividad”
| Jueves 29 septiembre, 2016
El desarrollo de la inversión extranjera directa en el país enfrenta un rezago en cuanto a sectores estratégicos que son esenciales para capitalizar las oportunidades
Régimen de Zonas Francas: un ladrillo en el castillo “Competitividad”
Carlos F. Camacho
Socio Jr. Arias & Muñoz
Costa Rica ha hecho un gran trabajo en la atracción de inversión extranjera y el Régimen de Zona Franca ha sido una pieza clave para lograrlo; sin embargo, “no debemos dormirnos en los laureles”.
La reciente divulgación del “Balance de Zonas Francas: Beneficio Neto del Régimen para Costa Rica 2010-2014” elaborado por la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER) permite destacar de manera categórica los beneficios de la aplicación de este sistema de incentivos para nuestra economía y consecuentemente para el desarrollo nacional. La labor de nuestro bloque de atracción de Inversión Extranjera Directa (CINDE, COMEX y PROCOMER) es digna de destacar y merece reconocimiento.
Ahora bien, el desarrollo de la inversión extranjera directa en el país enfrenta un rezago en cuanto a sectores estratégicos que son esenciales para capitalizar las oportunidades que ofrecen los flujos de inversión.
El establecimiento de Regímenes de Zonas Francas ha demostrado ser efectivo para la atracción tanto de inversión como de empleos de calidad; sin embargo el desarrollo de infraestructura de calidad y la eficiencia en la inversión educativa serán las claves para alcanzar nuestro potencial.
Numerosos índices han destacado la labor de CINDE como promotora de inversión; específicamente la revista Site Selection en su más reciente evaluación la ubicó en el primer lugar entre agencias de inversión en Centroamérica y el Caribe.
Esta labor de excelencia se ve contrastada con la más reciente edición del Reporte Global de Competitividad preparado por el Foro Económico Mundial que ubica a Costa Rica en el puesto 103 de 140 países evaluados en la categoría “Calidad de Infraestructura”.
Sin duda esta situación advierte un desafío que debemos atender de manera inmediata con una visión y esfuerzo país que involucre a todos los sectores. De acuerdo con este contexto considero que la implementación de Alianzas Público-Privadas puede jugar un rol importante en un desarrollo de infraestructura que no se ha desarrollado con el progreso ideal.
Geopolíticamente, Costa Rica se ubica en un sitio privilegiado para el desarrollo de negocios con fácil acceso a los principales mercados globales; a pesar de esto el rezago en infraestructura dificulta la capitalización de esta ventaja y nos vemos superados por países con accesos remotos pero con mayor eficiencia en el desarrollo de su infraestructura. La magnitud de las reformas demandadas por el país requiere la participación activa de todos sus sectores, el reto debe ser afrontado como un tema país.
Desde mi punto de vista, el desarrollo de planes educativos capaces de dotar a la población económicamente activa de Costa Rica de herramientas formativas con alto valor en los mercados mundiales es igual de inminente. Sabemos que existe un faltante de profesionales en las áreas técnicas y de idiomas que detiene la consolidación de multinacionales capaces de generar cadenas productivas en el país.
La figura de Régimen de Zona Franca es un recurso valioso para la atracción de inversión extranjera directa pero es ideal complementar este sistema exitoso con inversión en infraestructura y educación. Considero que esta labor requiere un esfuerzo conjunto de todos los sectores de la población, constituyendo un esfuerzo país capaz de maximizar los el potencial nacional en un mercado mundial vigoroso.