Redescubrir el silencio
| Jueves 28 febrero, 2008
Redescubrir el silencio
Andrea Bocelli dijo una vez que el silencio ha jugado un papel muy importante en su vida y en su carrera: “Como a menudo digo, hay muchos días de largo silencio. El silencio me ha enseñado muchas cosas. Sobre todo, a escuchar más…”
Precisamente a escuchar y observar más nos invita un nuevo hotel El Silencio Lodge, que abrió sus puertas hace pocas semanas y es parte del Grupo Islita, dueño del Hotel Punta Islita localizado en Guanacaste. Ubicado en la región volcánica central, en Los Bajos de Toro Amarillo, algunos lo definen como el lugar perfecto para la aventura de bajo impacto y la salud, pues ofrece 500 acres de reserva privada, ríos tranquilos y cascadas ocultas. Llegar al sitio es encontrar una montaña virgen en medio de diferentes tonalidades de verdes que invitan a la paz y la reflexión, a encontrarse y reencontrarse con nosotros y con los otros, con nosotros mismos y con lo que nos rodea.
El silencio es en realidad una forma extrema del más alto orden. Ciertamente hay un silencio que no es producido por el pensamiento, que no es cultivable, que solo surge cuando se ha comprendido todo el movimiento de la existencia. En ese silencio hay una gran sensación de espacio y belleza, una extraordinaria sensación de energía. Entonces aquello es eterna e intemporalmente sagrado, que no es el producto de la civilización, del pensamiento.
Raymundo Macís Delgado
Andrea Bocelli dijo una vez que el silencio ha jugado un papel muy importante en su vida y en su carrera: “Como a menudo digo, hay muchos días de largo silencio. El silencio me ha enseñado muchas cosas. Sobre todo, a escuchar más…”
Precisamente a escuchar y observar más nos invita un nuevo hotel El Silencio Lodge, que abrió sus puertas hace pocas semanas y es parte del Grupo Islita, dueño del Hotel Punta Islita localizado en Guanacaste. Ubicado en la región volcánica central, en Los Bajos de Toro Amarillo, algunos lo definen como el lugar perfecto para la aventura de bajo impacto y la salud, pues ofrece 500 acres de reserva privada, ríos tranquilos y cascadas ocultas. Llegar al sitio es encontrar una montaña virgen en medio de diferentes tonalidades de verdes que invitan a la paz y la reflexión, a encontrarse y reencontrarse con nosotros y con los otros, con nosotros mismos y con lo que nos rodea.
El silencio es en realidad una forma extrema del más alto orden. Ciertamente hay un silencio que no es producido por el pensamiento, que no es cultivable, que solo surge cuando se ha comprendido todo el movimiento de la existencia. En ese silencio hay una gran sensación de espacio y belleza, una extraordinaria sensación de energía. Entonces aquello es eterna e intemporalmente sagrado, que no es el producto de la civilización, del pensamiento.
Raymundo Macís Delgado