Recomiendan menos "tele" a los niños
Melissa González mgonzalezt@larepublica.net | Jueves 20 octubre, 2011
Recomiendan menos “tele” a los niños
Obesidad, problemas de sueño, entre otros males podrían ser causados por pasar mucho tiempo frente a la pantalla
Ver televisión en la actualidad forma parte del entretenimiento tanto de niños como adultos, sin embargo estar más de dos horas frente a la pantalla no es recomendable, especialmente para los menores de dos años, según recomienda la Asociación Americana de Pediatría, en sus más recientes guías presentadas en Boston.
La organización determinó por medio de un estudio que el 90% de los padres estadounidenses asegura que sus hijos menores de dos años se entretienen habitualmente con algún medio electrónico, mientras que la media de los pequeños de esta edad ve la televisión una o dos horas al día y casi un tercio cumple los tres años con un televisor en su propio cuarto, según datos publicados en el sitio elmundo.es.
En las nuevas guías se resalta que la infancia es una etapa crucial del aprendizaje y el juego resulta más beneficioso que los estímulos audiovisuales.
Los pediatras que participaron concluyeron que los niños aprenden a pensar de forma creativa, a solucionar problemas y a desarrollar el razonamiento y las destrezas motoras desde edades tempranas a través del juego desestructurado.
“En el caso de los menores de dos años, su sistema nervioso está en formación y necesitan alicientes variados. Es importante que el bebé sea estimulado de diversas formas y el movimiento es indispensable para su adecuado desarrollo físico y psicomotor”, comentó la psicóloga Shirley Garita.
Por esta razón, afirma, se recomienda promover el gateo en los bebés, ya que esto les ayudará considerablemente en el desarrollo de la coordinación y el manejo de los espacios.
También es indispensable enfatizar los movimientos izquierda -derecha, arriba y abajo, la discriminación de sonidos, formas, sabores, colores, etc.
“Asimismo, las capacidades intelectuales como el pensamiento, la memoria y el aprendizaje se construyen durante la infancia y alcanzan su máximo desarrollo al final de la adolescencia. De ahí que es muy importante también desarrollar la capacidad para percibir y responder a estímulos, el pasar de lo simple a lo complejo, aprender y recordar experiencias previas, planificar y ejecutar acciones, entre otras”, recomendó.
Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net
Obesidad, problemas de sueño, entre otros males podrían ser causados por pasar mucho tiempo frente a la pantalla
La organización determinó por medio de un estudio que el 90% de los padres estadounidenses asegura que sus hijos menores de dos años se entretienen habitualmente con algún medio electrónico, mientras que la media de los pequeños de esta edad ve la televisión una o dos horas al día y casi un tercio cumple los tres años con un televisor en su propio cuarto, según datos publicados en el sitio elmundo.es.
En las nuevas guías se resalta que la infancia es una etapa crucial del aprendizaje y el juego resulta más beneficioso que los estímulos audiovisuales.
Los pediatras que participaron concluyeron que los niños aprenden a pensar de forma creativa, a solucionar problemas y a desarrollar el razonamiento y las destrezas motoras desde edades tempranas a través del juego desestructurado.
“En el caso de los menores de dos años, su sistema nervioso está en formación y necesitan alicientes variados. Es importante que el bebé sea estimulado de diversas formas y el movimiento es indispensable para su adecuado desarrollo físico y psicomotor”, comentó la psicóloga Shirley Garita.
Por esta razón, afirma, se recomienda promover el gateo en los bebés, ya que esto les ayudará considerablemente en el desarrollo de la coordinación y el manejo de los espacios.
También es indispensable enfatizar los movimientos izquierda -derecha, arriba y abajo, la discriminación de sonidos, formas, sabores, colores, etc.
“Asimismo, las capacidades intelectuales como el pensamiento, la memoria y el aprendizaje se construyen durante la infancia y alcanzan su máximo desarrollo al final de la adolescencia. De ahí que es muy importante también desarrollar la capacidad para percibir y responder a estímulos, el pasar de lo simple a lo complejo, aprender y recordar experiencias previas, planificar y ejecutar acciones, entre otras”, recomendó.
Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net