Reactivación económica aguarda $850 millones del BID
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 23 junio, 2009
Obras financiadas con préstamo de BID aumentarían competitividad del país
Reactivación económica aguarda $850 millones del BID
> Crédito incentivará el empleo y la capacidad del país para atraer inversiones extranjeras
> Nivel de endeudamiento de Costa Rica como porcentaje de su producción es inferior a un 40%, por lo que momento para asumir obligación es favorable
La expectativa que se tiene en torno al préstamo por $850 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es grande, pues la construcción de las importantes obras de infraestructura tendría como efecto inmediato la reactivación de la economía nacional y paulatinamente aumentaría el atractivo de Costa Rica en materia de competitividad.
Uno de sus principales beneficios para los costarricenses sería la creación de empleo, tanto la que pueda generarse por las nuevas empresas extranjeras que se instalarían una vez que mejoren las condiciones de obras públicas, como la mano de obra que se contrataría para el desarrollo de los proyectos contemplados en el préstamo.
Se podría esperar que la aprobación de este préstamo dote al país de un recurso esencial para que la economía se haga más eficiente, mediante la baja en el costo del transporte.
De momento ya han sido presupuestados $547 millones, los cuales financiarían obras como la carretera Interamericana Norte, el Tren Eléctrico Metropolitano y una serie de vías cantonales.
Al préstamo del BID por $850 millones, se le sumarán $200 millones de una contrapartida que debería aportar el Estado, por lo que los recursos totales disponibles alcanzarían los $1.050 millones.
Este monto se girará en varios tractos, una vez aprobado el empréstito principal cada una de las obras por desarrollar se tramitará mediante proyectos de ley independientes. El crédito tiene un lapso de amortización de 20 años y una tasa de interés del 5,64% anual.
Costa Rica goza de condiciones favorables para asumir un mayor nivel de endeudamiento, dado que sus obligaciones en la actualidad representan menos de un 40% del Producto Interno Bruto (PIB). El total de esta nueva deuda no alcanza el 2,91% de la producción local.
Por su parte, la recomendación del Fondo Monetario Internacional ha sido que los países pueden manejar una deuda total equivalente al 70% del PIB.
“Es un empréstito con muy buenas condiciones. Vale decir que en los últimos tres años el país ha logrado disminuir considerablemente su deuda”, apuntó Leiner Vargas, economista y académico de la Universidad Nacional.
El crédito del BID cuenta con el aval de los empresarios, quienes ven una oportunidad para desarrollar obras importantes de infraestructura que en algunos casos tienen más de 30 años de atraso.
“El país debe aceptar este préstamo, es un empréstito blando y como país tenemos esa capacidad de endeudamiento. Este dinero nos ayudará a mejorar nuestra infraestructura, lo cual impulsará nuestra economía ante la merma de la inversión extranjera y la crisis que se vive”, comentó Miguel Schyfter, empresario del sector textil.
Pese a todo el ambiente positivo en torno al préstamo, el consenso para llegar a su votación y posible aprobación en el transcurso de los próximos días no fue nada fácil, el Ejecutivo esperaba que la aprobación de este empréstito se diera en menos de dos meses cuando envió el texto al Congreso a mediados de 2008, pero en ese momento las fracciones de oposición se mostraban incrédulas.
Carlos J. Mora
cmorah@larepublica.net
Reactivación económica aguarda $850 millones del BID
> Crédito incentivará el empleo y la capacidad del país para atraer inversiones extranjeras
> Nivel de endeudamiento de Costa Rica como porcentaje de su producción es inferior a un 40%, por lo que momento para asumir obligación es favorable
La expectativa que se tiene en torno al préstamo por $850 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es grande, pues la construcción de las importantes obras de infraestructura tendría como efecto inmediato la reactivación de la economía nacional y paulatinamente aumentaría el atractivo de Costa Rica en materia de competitividad.
Uno de sus principales beneficios para los costarricenses sería la creación de empleo, tanto la que pueda generarse por las nuevas empresas extranjeras que se instalarían una vez que mejoren las condiciones de obras públicas, como la mano de obra que se contrataría para el desarrollo de los proyectos contemplados en el préstamo.
Se podría esperar que la aprobación de este préstamo dote al país de un recurso esencial para que la economía se haga más eficiente, mediante la baja en el costo del transporte.
De momento ya han sido presupuestados $547 millones, los cuales financiarían obras como la carretera Interamericana Norte, el Tren Eléctrico Metropolitano y una serie de vías cantonales.
Al préstamo del BID por $850 millones, se le sumarán $200 millones de una contrapartida que debería aportar el Estado, por lo que los recursos totales disponibles alcanzarían los $1.050 millones.
Este monto se girará en varios tractos, una vez aprobado el empréstito principal cada una de las obras por desarrollar se tramitará mediante proyectos de ley independientes. El crédito tiene un lapso de amortización de 20 años y una tasa de interés del 5,64% anual.
Costa Rica goza de condiciones favorables para asumir un mayor nivel de endeudamiento, dado que sus obligaciones en la actualidad representan menos de un 40% del Producto Interno Bruto (PIB). El total de esta nueva deuda no alcanza el 2,91% de la producción local.
Por su parte, la recomendación del Fondo Monetario Internacional ha sido que los países pueden manejar una deuda total equivalente al 70% del PIB.
“Es un empréstito con muy buenas condiciones. Vale decir que en los últimos tres años el país ha logrado disminuir considerablemente su deuda”, apuntó Leiner Vargas, economista y académico de la Universidad Nacional.
El crédito del BID cuenta con el aval de los empresarios, quienes ven una oportunidad para desarrollar obras importantes de infraestructura que en algunos casos tienen más de 30 años de atraso.
“El país debe aceptar este préstamo, es un empréstito blando y como país tenemos esa capacidad de endeudamiento. Este dinero nos ayudará a mejorar nuestra infraestructura, lo cual impulsará nuestra economía ante la merma de la inversión extranjera y la crisis que se vive”, comentó Miguel Schyfter, empresario del sector textil.
Pese a todo el ambiente positivo en torno al préstamo, el consenso para llegar a su votación y posible aprobación en el transcurso de los próximos días no fue nada fácil, el Ejecutivo esperaba que la aprobación de este empréstito se diera en menos de dos meses cuando envió el texto al Congreso a mediados de 2008, pero en ese momento las fracciones de oposición se mostraban incrédulas.
Carlos J. Mora
cmorah@larepublica.net