Logo La República

Jueves, 28 de marzo de 2024



COLUMNISTAS


¿Quién me ha robado el 6 de abril?

Claudia Barrionuevo claudia@chirripo.or.cr | Lunes 31 marzo, 2014


Yo voy a ir a votar. Es mi derecho. Hace demasiados años que estoy esperando un cambio. ¿Y usted? ¿Va a ir a votar? ¿O va a permitir que le roben el 6 de abril?


¿Quién me ha robado el 6 de abril?

Los fans de Joaquín Sabina abundan en Costa Rica; una de sus canciones emblemáticas es “¿Quién me ha robado el mes de abril?” y a mí me encanta hacer parodias de canciones.
Aclarado esto, inicio esta columna.
“En el partido del fracaso / donde hay demasiada corrupción, / las deslealtades y el poder / conjugan traición. / Y cuando por la patria pasa la crisis como un huracán, / los hombres de camisa “green” / se sienten traicionados / Y gritan: ¿Quién me ha robado el 6 de abril? / ¿Cómo pudo sucederme a mí? / ¿Quién me ha robado el 6 de abril? / Parecido le pasó, al hermanito mayor”.
El primer domingo de febrero de 2014 fui a votar y me dispuse a cocinar para recibir a mi familia en la casa. Emocionada de sentarme frente al televisor a esperar los resultados. Comentarios, sorpresas, ansiedad, alegrías.
Algo similar esperaba para el 6 de abril. Igual que muchos liberacionistas. ¡Que conste que yo no lo he sido (liberacionista) ni lo quiero ser! Pero me solidarizo con tantos partidarios del PLN a quienes su propia organización les robó el 6 de abril.
“La jovencita de mi barrio / por primera vez participó, / contenta y entusiasta / en una elección. / Y cuando un candidato / que era del partido opositor, / renuncia sin decir por qué, / ella no logra comprender, / y sufre y dice: / ¿Quién me ha robado el seis de abril? / ¿Cómo pudo sucederme a mí? / ¿Quién me ha robado el seis de abril? / Yo quería otra elección / con la misma emoción”.
¿Cómo explicarles a mis hijas que en esta elección, todo es diferente? ¿Que no todo es malo, aunque muchos lo deseen e intenten arrebatarnos el gozo del 6 de abril?
He tratado de enseñarles que cada vez que uno asume un compromiso lo cumple hasta el final; que el barco en el que uno acepta subirse, por voluntad propia, no se abandona; que en eso consiste la valentía. Ese es el ejemplo que les he dado y no quiero que nadie las confunda.
“La abuelita de una amiga / siempre, siempre se involucró, / como miembro o fiscal / en cada elección. / Y cuando lee que han robado / tres papeletas, una o diez, / agobiada en el sillón/ llora por el TSE, / la Tita, y piensa / ¿Quién me ha robado el seis de abril? / ¿Cómo pudo sucederme a mí? / ¿Quién me ha robado el seis de abril? / Yo confié en el Tribunal/ que ahora se porta mal”.
Siempre estuve orgullosa de nuestro sistema electoral. Sé que nunca faltaron formas de torcer la voluntad popular sin necesidad de anular, modificar o falsificar papeletas: lo logran las campañas del miedo (sucias, innobles, mentirosas) y la “compra” de votos a los más necesitados (con promesas falsas e imposibles de cumplir). Por primera vez desde que tengo memoria, se violentó la pureza del voto.
¿Saben qué? ¡Nadie me va a robar el 6 de abril! Ni un partido que agoniza y (como todo animal grande) antes de fenecer patea y escupe. Ni los mafiosos que pretenden debilitar el mandato electoral. Ni los que entregaron unas papeletas a un periódico que las publicó sin pudor. Ni el TSE al que le faltan… agallas.
Yo voy a ir a votar. Porque es mi derecho. Porque hace demasiados años que estoy esperando un cambio. ¿Y usted? ¿Va a ir a votar? ¿O va a permitir que le roben el 6 de abril?

Claudia Barrionuevo
claudia@barrionuevoyasociados.com

NOTAS ANTERIORES


Salve, oh tierra gentil

Miércoles 27 marzo, 2024

Este libro recoge sus inquietudes intelectuales, provocadas, entre otras cosas, por su vínculo con el trabajo de la Academia Morista Costarricense, de sus activ







© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.