¿Qué pasa en Privé?
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 24 septiembre, 2007
¿Qué pasa en Privé?
Todo el concepto del restaurante-lounge Privé está desarrollado bajo ideas estratégicas para que la gente se sienta parte de un grupo selecto
Melissa Arce
marce@larepublica.net
Bajo el nombre de una franquicia estadounidense, el restaurante-lounge Privé abrió recientemente sus puertas en el Centro Comercial Boulevard, en Escazú, con una apuesta estratégica muy enfocada en un segmento alto bajo una óptica de sofisticación.
Decorado con pequeños lounge que se transforman en zonas VIP, Privé ofrece trato preferencial a sus clientes: cada área cuenta con una anfitriona y un mesero dedicado.
Esa línea de atención exclusiva tiene también entre sus componentes la tarjeta Priveledge, a la cual puede “aspirar” un cliente según su historial de consumo. Otorga beneficios como la posibilidad de entrar sin hacer filas, asistir a fiestas o recibir regalías.
Con una inversión multimillonaria, el local está decorado con detalles asiáticos y piezas de arte como las lámparas italianas que cuelgan sobre la barra, una de las más largas del país.
Aunque no se especificó un monto, los gerentes destacaron que posee la inversión más alta por metro cuadrado en lo que a bares y restaurantes se refiere.
“Estamos buscando un público que inicia en los 23 años, clase media alta y alta, joven profesional que está en búsqueda de nuevas opciones de ocio”, destacó Leo Bustos, director musical y gerente de mercadeo.
Este centro nocturno utiliza Internet y la promoción directa en universidades y oficentros para acercar a su público meta al local.
Todo el concepto está desarrollado bajo ideas estratégicas para que la gente se sienta parte de un grupo selecto, manifestó Bustos.
La inauguración del recinto vino acompañada por una agresiva estrategia promocional en la que se invitaba al público a asistir sin pagar entrada y con consumo libre, algo que les dio resultado, y ahora ya han estabilizado sus operaciones y tienen una clientela regular, comentó.
La fórmula de Privé parece funcionar, pues se hacen filas de hasta una hora para poder ingresar, si es que se cumple con el dress code: un estilo muy cosmopolita.
El grupo empresarial detrás de Privé ya planea expandirse al sector de restaurantes y hoteles, e incluso existe un proyecto para replicar este concepto en la zona norte del país.
Si quiere saber más, ingrese a la página www.privecr.com.
Todo el concepto del restaurante-lounge Privé está desarrollado bajo ideas estratégicas para que la gente se sienta parte de un grupo selecto
Melissa Arce
marce@larepublica.net
Bajo el nombre de una franquicia estadounidense, el restaurante-lounge Privé abrió recientemente sus puertas en el Centro Comercial Boulevard, en Escazú, con una apuesta estratégica muy enfocada en un segmento alto bajo una óptica de sofisticación. Decorado con pequeños lounge que se transforman en zonas VIP, Privé ofrece trato preferencial a sus clientes: cada área cuenta con una anfitriona y un mesero dedicado.
Esa línea de atención exclusiva tiene también entre sus componentes la tarjeta Priveledge, a la cual puede “aspirar” un cliente según su historial de consumo. Otorga beneficios como la posibilidad de entrar sin hacer filas, asistir a fiestas o recibir regalías.
Con una inversión multimillonaria, el local está decorado con detalles asiáticos y piezas de arte como las lámparas italianas que cuelgan sobre la barra, una de las más largas del país.
Aunque no se especificó un monto, los gerentes destacaron que posee la inversión más alta por metro cuadrado en lo que a bares y restaurantes se refiere.
“Estamos buscando un público que inicia en los 23 años, clase media alta y alta, joven profesional que está en búsqueda de nuevas opciones de ocio”, destacó Leo Bustos, director musical y gerente de mercadeo.
Este centro nocturno utiliza Internet y la promoción directa en universidades y oficentros para acercar a su público meta al local.
Todo el concepto está desarrollado bajo ideas estratégicas para que la gente se sienta parte de un grupo selecto, manifestó Bustos.
La inauguración del recinto vino acompañada por una agresiva estrategia promocional en la que se invitaba al público a asistir sin pagar entrada y con consumo libre, algo que les dio resultado, y ahora ya han estabilizado sus operaciones y tienen una clientela regular, comentó.
La fórmula de Privé parece funcionar, pues se hacen filas de hasta una hora para poder ingresar, si es que se cumple con el dress code: un estilo muy cosmopolita.
El grupo empresarial detrás de Privé ya planea expandirse al sector de restaurantes y hoteles, e incluso existe un proyecto para replicar este concepto en la zona norte del país.
Si quiere saber más, ingrese a la página www.privecr.com.