¿Qué le depara el futuro económico a Costa Rica en 2009?
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 22 diciembre, 2008
¿Qué le depara el futuro económico a Costa Rica en 2009?
Víctor Sanabria
vsanabria@larepublica.net
Las perspectivas de la economía costarricense para 2009 se vislumbran complicadas, aunque sin caer en fatalismos.
Expertos consultados acerca del posible comportamiento del mercado nacional proyectan un bajo crecimiento de la producción y de las exportaciones de bienes y servicios. Además, prevén una menor inversión extranjera y un bajo incremento del consumo y de las importaciones.
Del otro lado de la balanza, se podría experimentar un mayor aumento de la inversión y el gasto público social, comparado al de 2008. Además, la sensible baja en el precio de las materias primas contribuiría a una baja de la inflación.
En el caso de las finanzas, ya sean personales, familiares o empresariales, será un año de ajustes en donde reducir el endeudamiento y aumentar el ahorro es la receta más recomendada.
Por su parte, el crédito otorgado por el sector privado va a ser más caro y los bancos asumirán un rol más cauteloso en la colocación de sus recursos.
Analice cada una de las proyecciones, con el objetivo de asumir las mejores decisiones económicas y financieras.
Inflación
Durante el año el indicador ha respondido a los efectos acumulados de la escalada de precios de las materias primas iniciada desde finales de 2007, en especial de granos básicos y petróleo.
Además, las condiciones internas relacionadas con tasas de interés reales negativas y mayores facilidades crediticias, incrementaron la presión sobre los precios.
“En un ambiente mundialmente deflacionario como el del próximo año, me parece que la inflación podría rondar el 9%. Considero que será un buen año para que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) luche contra la expectativa inercial que existe de que la inflación como mínimo debería ser del 10%”, mencionó Alvaro Alfaro, economista de CFS Asesores de Inversión.
Crecimiento económico
La tendencia de un menor crecimiento de la producción se viene presentando desde la mitad de 2007. La causa ha sido, principalmente, los efectos de la disminución de la demanda interna y externa, ocasionada por los altos precios de las materias primas.
Además, las restricciones crediticias obligaron al sector productivo a replantear sus capacidades de inversión.
“El crecimiento puede andar entre un 2% y un 3%, todo depende de cómo nos afecte el comportamiento externo. La tendencia esperada es que sea más pausado”, afirmó Rodolfo Cheves, gerente de Riesgo de CAMMB.
Tasas de interés
En el mercado local, las tasas presentaron dos escenarios. Durante los primeros meses la tasa básica pasiva (TBP) llegó a un mínimo del 4,25%, pero el BCCR replanteó su estrategia y desde finales de mayo comenzó la tendencia alcista de las tasas: la semana pasada llegó al 11,75%.
“Las tasas de interés deben converger entre un 10% y un 10,5%, medido por la TBP. El Banco Central ha dado señales de que los títulos a menos de un año no los está colocando a rendimientos más altos, y que son más o menos congruentes con las expectativas de inflación para el otro año”, explicó Melvin Garita, director de la unidad de Trade y Análisis del puesto de bolsa Lafise Valores.
Reservas monetarias
El saldo de las reservas en poder del Banco Central alcanzó los $3.879 millones en la segunda semana de diciembre, lo cual implica un incremento de $135 millones con respecto a principios de mes. Las reservas fueron de utilidad este año para que la autoridad monetaria defendiera el margen superior del sistema de bandas cambiarias, al desacumular dólares de reserva.
“Es posible que el Banco siga utilizando las reservas monetarias para defender los márgenes de las bandas y podría recurrir al endeudamiento externo para evitar que caigan significativamente”, dijo Eric Vargas, director de Estrategia de Aldesa.
Balanza comercial
El saldo de la cuenta comercial mostró a octubre un déficit acumulado de $5.085 millones, consecuencia del modesto crecimiento de las exportaciones totales, pero sobre todo del aumento de las importaciones.
Estados Unidos sigue siendo el principal destino de las ventas desde Costa Rica, por lo que se ven afectadas ante el enfriamiento de dicha economía.
“Esperamos que el sector exportador siga creciendo y siendo el motor de la economía. A pesar de que algunos mercados internacionales continúen con problemas, habrá sectores que tendrán una oportunidad de crecer”, comentó Sergio Navas, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Exportadores de Costa Rica.
Inversión extranjera directa
La entrada de capitales para el desarrollo de proyectos de inversión, en la parte turística, inmobiliaria, industrial y de servicios, ha favorecido la creación de nuevos empleos y a potenciar el crecimiento económico nacional. Según la revisión del Programa Macroeconómico del BCCR, se estima que esta inversión cierre el año en $2.048 millones.
“Si no hubiese CAFTA, se podría temer una baja de la inversión extranjera directa, pero con el tratado comercial se verán entradas modestas de capital, ya que a raíz de la crisis en Estados Unidos tampoco se esperan grandes volúmenes de recursos”, indicó Adrián Brenes, economista asociado de la Academia de Centroamérica.
Víctor Sanabria
vsanabria@larepublica.net
Las perspectivas de la economía costarricense para 2009 se vislumbran complicadas, aunque sin caer en fatalismos.
Expertos consultados acerca del posible comportamiento del mercado nacional proyectan un bajo crecimiento de la producción y de las exportaciones de bienes y servicios. Además, prevén una menor inversión extranjera y un bajo incremento del consumo y de las importaciones.
Del otro lado de la balanza, se podría experimentar un mayor aumento de la inversión y el gasto público social, comparado al de 2008. Además, la sensible baja en el precio de las materias primas contribuiría a una baja de la inflación.
En el caso de las finanzas, ya sean personales, familiares o empresariales, será un año de ajustes en donde reducir el endeudamiento y aumentar el ahorro es la receta más recomendada.
Por su parte, el crédito otorgado por el sector privado va a ser más caro y los bancos asumirán un rol más cauteloso en la colocación de sus recursos.
Analice cada una de las proyecciones, con el objetivo de asumir las mejores decisiones económicas y financieras.
Inflación
Durante el año el indicador ha respondido a los efectos acumulados de la escalada de precios de las materias primas iniciada desde finales de 2007, en especial de granos básicos y petróleo.
Además, las condiciones internas relacionadas con tasas de interés reales negativas y mayores facilidades crediticias, incrementaron la presión sobre los precios.
“En un ambiente mundialmente deflacionario como el del próximo año, me parece que la inflación podría rondar el 9%. Considero que será un buen año para que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) luche contra la expectativa inercial que existe de que la inflación como mínimo debería ser del 10%”, mencionó Alvaro Alfaro, economista de CFS Asesores de Inversión.
Crecimiento económico
La tendencia de un menor crecimiento de la producción se viene presentando desde la mitad de 2007. La causa ha sido, principalmente, los efectos de la disminución de la demanda interna y externa, ocasionada por los altos precios de las materias primas.
Además, las restricciones crediticias obligaron al sector productivo a replantear sus capacidades de inversión.
“El crecimiento puede andar entre un 2% y un 3%, todo depende de cómo nos afecte el comportamiento externo. La tendencia esperada es que sea más pausado”, afirmó Rodolfo Cheves, gerente de Riesgo de CAMMB.
Tasas de interés
En el mercado local, las tasas presentaron dos escenarios. Durante los primeros meses la tasa básica pasiva (TBP) llegó a un mínimo del 4,25%, pero el BCCR replanteó su estrategia y desde finales de mayo comenzó la tendencia alcista de las tasas: la semana pasada llegó al 11,75%.
“Las tasas de interés deben converger entre un 10% y un 10,5%, medido por la TBP. El Banco Central ha dado señales de que los títulos a menos de un año no los está colocando a rendimientos más altos, y que son más o menos congruentes con las expectativas de inflación para el otro año”, explicó Melvin Garita, director de la unidad de Trade y Análisis del puesto de bolsa Lafise Valores.
Reservas monetarias
El saldo de las reservas en poder del Banco Central alcanzó los $3.879 millones en la segunda semana de diciembre, lo cual implica un incremento de $135 millones con respecto a principios de mes. Las reservas fueron de utilidad este año para que la autoridad monetaria defendiera el margen superior del sistema de bandas cambiarias, al desacumular dólares de reserva.
“Es posible que el Banco siga utilizando las reservas monetarias para defender los márgenes de las bandas y podría recurrir al endeudamiento externo para evitar que caigan significativamente”, dijo Eric Vargas, director de Estrategia de Aldesa.
Balanza comercial
El saldo de la cuenta comercial mostró a octubre un déficit acumulado de $5.085 millones, consecuencia del modesto crecimiento de las exportaciones totales, pero sobre todo del aumento de las importaciones.
Estados Unidos sigue siendo el principal destino de las ventas desde Costa Rica, por lo que se ven afectadas ante el enfriamiento de dicha economía.
“Esperamos que el sector exportador siga creciendo y siendo el motor de la economía. A pesar de que algunos mercados internacionales continúen con problemas, habrá sectores que tendrán una oportunidad de crecer”, comentó Sergio Navas, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Exportadores de Costa Rica.
Inversión extranjera directa
La entrada de capitales para el desarrollo de proyectos de inversión, en la parte turística, inmobiliaria, industrial y de servicios, ha favorecido la creación de nuevos empleos y a potenciar el crecimiento económico nacional. Según la revisión del Programa Macroeconómico del BCCR, se estima que esta inversión cierre el año en $2.048 millones.
“Si no hubiese CAFTA, se podría temer una baja de la inversión extranjera directa, pero con el tratado comercial se verán entradas modestas de capital, ya que a raíz de la crisis en Estados Unidos tampoco se esperan grandes volúmenes de recursos”, indicó Adrián Brenes, economista asociado de la Academia de Centroamérica.