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Miércoles, 4 de diciembre de 2024



FORO DE LECTORES


Prueba de la IA en un artículo laboral

Eric Briones Briones redaccion@larepublica.net | Viernes 15 noviembre, 2024


RC


Dr. Eric Briones Briones

Doctor y Profesor en Derecho Laboral

Probar algo desde el punto de vista jurídico se refiere a presentar evidencia o argumentos que respalden una afirmación o alegación en un contexto legal. En un juicio o proceso legal, las partes involucradas deben proporcionar pruebas para respaldar sus reclamaciones. Esto puede incluir testimonios, documentos, registros, videos u otros tipos de pruebas que demuestren la veracidad de lo que se está alegando. El objetivo es de convencer que la afirmación es cierta con base en la evidencia presentada.

Es que la Inteligencia Artificial (IA) se refiere a la capacidad de las máquinas o programas de computadora para realizar tareas que, si las llevara a cabo un ser humano, requerirían inteligencia. Esto implica la capacidad de aprender, razonar, resolver problemas, reconocer patrones, comprender el lenguaje natural y tomar decisiones. La IA se basa en algoritmos y modelos matemáticos que permiten a las máquinas procesar datos y realizar tareas de manera autónoma y veloz. Existiendo al respecto diferentes enfoques en la IA, incluyendo la IA débil (o estrecha), que se centra en tareas específicas y no tiene conciencia ni comprensión real, y la IA fuerte, que busca desarrollar máquinas con una inteligencia general comparable a la humana. Entonces, la IA se puede utilizar -como se puede analizar- en una amplia variedad de aplicaciones, como reconocimiento de voz, sistemas de recomendación, vehículos autónomos, análisis de datos y mucho más.

Específicamente en el ámbito laboral, el impacto de la IA, lo está teniendo en la automatización de tareas, específicamente en las tareas repetitivas y procesos administrativos, lo que puede aumentar la eficiencia y reducir la necesidad de mano de obra humana para llevar a cabo estas tareas; como se está viendo a nivel nacional, con la atención al cliente, en distintas organizaciones, tanto del sector público como privado. Además, entre otras labores que está despuntando, lo es en el análisis de datos, para ayudar a identificar tendencias y patrones, lo que favorece en la toma de decisiones en recursos humanos y en la gestión del personal en un centro de trabajo. Amén, en el reclutamiento y selección de personal, para un puesto de trabajo, lo que permite agilizar el proceso y ayudar a identificar a los candidatos más adecuados para un puesto, mediante variables o algoritmos predefinidos (mediante contratos inteligentes o los llamados “Smart Contract”). Sin menospreciar, el hecho que contribuye en la formación, evaluación del desempeño y el desarrollo de empleados, proporcionando recomendaciones personalizadas de capacitación y seguimiento del progreso.

Algunas alertas, sobre este tipo de inteligencia (que pretende asimilarse a la del Ser Humano, solo que a velocidades impensables) es que está provocando la pérdida de empleo y la necesidad de que los profesionales de relaciones laborales adapten sus habilidades para trabajar en entornos donde la tecnología es un factor clave. También se plantean cuestiones éticas y de privacidad relacionadas con la recopilación y el uso de datos en el ámbito laboral, como se ha planteado en otras disertaciones. Por cuanto: ¿quiénes están alimentando la base de datos, por ejemplo, para una escogencia de personal, para un seguimiento en la evaluación del desempeño o para un despido? ¿Cómo estar seguros que no hay sesgos o vicios en los algoritmos? ¿O, que se están cumpliendo con protocolos éticos, de no discriminación, con principios de razonabilidad y proporcionalidad, apegados a la legislación laboral patria?, entre otros muchos retos más, que se pueden ventilar, con base en la cotidianeidad, a la hora de la utilización de la IA, en el ámbito laboral.

Aquí es importante -entonces- la gestión adecuada y resolver o darles respuestas a todas estas implicaciones, con el fin de garantizar un equilibrio entre la eficiencia y el bienestar de los empleados, dentro de su entorno laboral. O en general y dentro de la disciplina en que intervenga la tecnología, utilizarla en beneficio de las mayorías y no de unos cuantos. Ya que se visualiza, que esta inteligencia avance de manera desmedida, conforme progrese la tecnología, por lo que se requerirá estándares y políticas claras, a fin de garantizar un uso responsable y seguro, de colaboración entre las máquinas y seres humanos. Esperándose que venga a ser una parte integral del mundo, pero de manera inclusiva para la mayoría. Es decir, la forma en que se utilice y se regule -entonces- la IA, tendrá o no, un impacto significativo tanto en su desarrollo, como en las generaciones futuras.

El presente razonamiento, fue elaborado en un 95% (con una duración menor a los 20 minutos) mediante la utilización de la inteligencia artificial, habiéndose acudido a la herramienta Open Ai, ChatGPT, instalada en un Smart Phone, en donde se obtuvieron respuestas en 3 segundos, a varias interrogantes encausadas por parte del autor. Por cuanto lo normal y de acuerdo a la experiencia, es una duración no menor a 3 horas, para la confección de un artículo de este tipo. Finalmente, indicar, que no se tuvo, que investigar en otras fuentes (como es lo común), ni se requirió de mucho esfuerzo, a la hora de su construcción. Esto es una forma de “convencer” al lector (tal como ella misma lo refirió al definir el concepto de prueba), con ejemplos puntuales, a través de la utilización practica de la IA.










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