Proyección económica desalienta a empresarios
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 23 enero, 2009
Proyección de crecimiento en la producción del 2,2% preocupa a diversos sectores
Empleo y crédito son la esperanza contra desaliento empresarial
• Banco Central toma primeras medidas para tratar de controlar la inflación y aumentar la flexibilidad cambiaria
Karen Retana y Wilmer Murillo
kretana@larepublica.net
wmurillo@larepublica.net
Las proyecciones de crecimiento económico previstas para este año de solo un 2,2%, no sacan de la desazón a los representantes de diversos sectores productivos del país.
Ante ello, las esperanzas de paliar los efectos de la crisis se ciñen sobre la generación de empleo, una baja en las tasas de interés y la reactivación del crédito bancario.
Las metas del Banco Central planteadas en el plan monetario para el periodo 2009-2010 establecen que el crecimiento de la producción no sobrepasaría el 2,2% y que la inflación esperada sería del 9%, aspectos considerados por los empresarios como metas loables en tiempos de crisis.
Aun así, en muchas organizaciones productivas concuerdan en que sus actividades económicas van a experimentar una contracción.
Por su parte, en el Banco Central han prometido para este año una mayor lucha para tratar de contener la inflación, así como la ejecución de políticas para dar mayor tranquilidad a los sectores productivos.
Ayer mismo el ente emisor ejecutó las primeras medidas. Ajustó los depósitos “overnight” del 5,25% al 6,75%, al tiempo que elevó en un 1,50% la tasa de los depósitos de muy corto plazo en la ventanilla de Central Directo.
Además aumentó de ¢0,06 a ¢0,20 por día hábil el tipo de cambio de intervención de venta (el nivel superior de la banda cambiaria).
Estas medidas intentan dar una mayor flexibilidad al mercado cambiario, pero dejando la puerta abierta para un eventual ajuste en la moneda si el déficit en cuenta corriente sigue incrementándose.
Las autoridades del Banco Central reconocen que persisten rendimientos reales negativos en las opciones de ahorro en colones de muy corto plazo, dado que las tasas nominales, a plazos de tres a seis meses en colones, rondan el 12,5%, mientras que la expectativa de inflación a 12 meses plazo ronda el 11,1%.
Dado que la inflación cerró 2008 en un 13,9% las esperanzas se cifran en reducir esa variación en los precios en cinco puntos porcentuales.
En cuanto al sistema de bandas, el instituto emisor seguirá tomando medidas para migrar de forma gradual hacia un régimen de metas de inflación.
Como parte de este proceso el plan monetario para este año dispuso incrementar el deslizamiento del límite superior de la banda (techo) por lo cual se devaluará ahora ¢0,20 diarios en lugar de ¢0,06.
“Sigo creyendo que el balance del esquema es positivo, pues se ha ido avanzando, a pesar de la polémica. El tipo de cambio no es una variable que se predice con certeza absoluta, lo que ha ido permitiendo desarrollar mecanismos de mejor participación de los agentes económicos en los mercados”, dijo Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del Banco Central.
Debido a la volatilidad del régimen, los intermediarios han empezado a jugar comprando cuando baja el tipo de cambio para poder vender cuando sube, dentro de una política de especulación que no es negativa sino estabilizadora del sistema, agregó Gutiérrez.
Con las minidevaluaciones o con el esquema actual se habrían tenido los mismos problemas de estar emitiendo y acumulando reservas de forma muy fuerte. Pero a juicio de Gutiérrez ha sido una experiencia interesante, y que lo será aún más conforme se logre ampliar la participación en el mercado mayorista Monex de más agentes económicos.
Este año la Autoridad Monetaria se propone mejorar los canales de transmisión de la política monetaria y las tasas de interés con la creación del Mercado Integrado de Liquidez, posiblemente en el segundo trimestre del año.
Por otra parte, las autoridades económicas están previendo que pese a la caída del Producto Interno Bruto (PIB), Costa Rica pueda destinar más recursos al consumo que contribuya a una reactivación de la demanda interna.
Asimismo, la mejora de los términos de intercambio (menos dinero por las mismas importaciones), la caída del precio del petróleo y de los granos básicos alentarán aún más el consumo doméstico.
El Central prevé que el coctel que importa la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) tendrá un costo de $70 el barril, lo que implica un ahorro en la factura petrolera para este año de $700 millones.
No obstante, la inversión extranjera directa caerá un 33% al pasar de $2 mil millones el año anterior a $1.334 millones en 2009.
Por otra parte se prevé un leve crecimiento de las exportaciones este año (1,5%) y una caída del 9% en la inversión de capital fijo.
Eso significa que el motor del crecimiento será el consumo interno.
El estímulo de la demanda interna y sostenibilidad del crecimiento también provendrá de recursos externos, principalmente del Banco Interamericano.
El mayor endeudamiento será posible gracias a que el país abrió espacios para ello, al reducir el débito con respecto al PIB.
Sin embargo, los principales riesgos para las proyecciones provienen del entorno mundial, por lo que el Central anunció que revisará con mayor periodicidad sus políticas.
Empleo y crédito son la esperanza contra desaliento empresarial
• Banco Central toma primeras medidas para tratar de controlar la inflación y aumentar la flexibilidad cambiaria
Karen Retana y Wilmer Murillo
kretana@larepublica.net
wmurillo@larepublica.net
Las proyecciones de crecimiento económico previstas para este año de solo un 2,2%, no sacan de la desazón a los representantes de diversos sectores productivos del país.
Ante ello, las esperanzas de paliar los efectos de la crisis se ciñen sobre la generación de empleo, una baja en las tasas de interés y la reactivación del crédito bancario.
Las metas del Banco Central planteadas en el plan monetario para el periodo 2009-2010 establecen que el crecimiento de la producción no sobrepasaría el 2,2% y que la inflación esperada sería del 9%, aspectos considerados por los empresarios como metas loables en tiempos de crisis.
Aun así, en muchas organizaciones productivas concuerdan en que sus actividades económicas van a experimentar una contracción.
Por su parte, en el Banco Central han prometido para este año una mayor lucha para tratar de contener la inflación, así como la ejecución de políticas para dar mayor tranquilidad a los sectores productivos.
Ayer mismo el ente emisor ejecutó las primeras medidas. Ajustó los depósitos “overnight” del 5,25% al 6,75%, al tiempo que elevó en un 1,50% la tasa de los depósitos de muy corto plazo en la ventanilla de Central Directo.
Además aumentó de ¢0,06 a ¢0,20 por día hábil el tipo de cambio de intervención de venta (el nivel superior de la banda cambiaria).
Estas medidas intentan dar una mayor flexibilidad al mercado cambiario, pero dejando la puerta abierta para un eventual ajuste en la moneda si el déficit en cuenta corriente sigue incrementándose.
Las autoridades del Banco Central reconocen que persisten rendimientos reales negativos en las opciones de ahorro en colones de muy corto plazo, dado que las tasas nominales, a plazos de tres a seis meses en colones, rondan el 12,5%, mientras que la expectativa de inflación a 12 meses plazo ronda el 11,1%.
Dado que la inflación cerró 2008 en un 13,9% las esperanzas se cifran en reducir esa variación en los precios en cinco puntos porcentuales.
En cuanto al sistema de bandas, el instituto emisor seguirá tomando medidas para migrar de forma gradual hacia un régimen de metas de inflación.
Como parte de este proceso el plan monetario para este año dispuso incrementar el deslizamiento del límite superior de la banda (techo) por lo cual se devaluará ahora ¢0,20 diarios en lugar de ¢0,06.
“Sigo creyendo que el balance del esquema es positivo, pues se ha ido avanzando, a pesar de la polémica. El tipo de cambio no es una variable que se predice con certeza absoluta, lo que ha ido permitiendo desarrollar mecanismos de mejor participación de los agentes económicos en los mercados”, dijo Francisco de Paula Gutiérrez, presidente del Banco Central.
Debido a la volatilidad del régimen, los intermediarios han empezado a jugar comprando cuando baja el tipo de cambio para poder vender cuando sube, dentro de una política de especulación que no es negativa sino estabilizadora del sistema, agregó Gutiérrez.
Con las minidevaluaciones o con el esquema actual se habrían tenido los mismos problemas de estar emitiendo y acumulando reservas de forma muy fuerte. Pero a juicio de Gutiérrez ha sido una experiencia interesante, y que lo será aún más conforme se logre ampliar la participación en el mercado mayorista Monex de más agentes económicos.
Este año la Autoridad Monetaria se propone mejorar los canales de transmisión de la política monetaria y las tasas de interés con la creación del Mercado Integrado de Liquidez, posiblemente en el segundo trimestre del año.
Por otra parte, las autoridades económicas están previendo que pese a la caída del Producto Interno Bruto (PIB), Costa Rica pueda destinar más recursos al consumo que contribuya a una reactivación de la demanda interna.
Asimismo, la mejora de los términos de intercambio (menos dinero por las mismas importaciones), la caída del precio del petróleo y de los granos básicos alentarán aún más el consumo doméstico.
El Central prevé que el coctel que importa la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) tendrá un costo de $70 el barril, lo que implica un ahorro en la factura petrolera para este año de $700 millones.
No obstante, la inversión extranjera directa caerá un 33% al pasar de $2 mil millones el año anterior a $1.334 millones en 2009.
Por otra parte se prevé un leve crecimiento de las exportaciones este año (1,5%) y una caída del 9% en la inversión de capital fijo.
Eso significa que el motor del crecimiento será el consumo interno.
El estímulo de la demanda interna y sostenibilidad del crecimiento también provendrá de recursos externos, principalmente del Banco Interamericano.
El mayor endeudamiento será posible gracias a que el país abrió espacios para ello, al reducir el débito con respecto al PIB.
Sin embargo, los principales riesgos para las proyecciones provienen del entorno mundial, por lo que el Central anunció que revisará con mayor periodicidad sus políticas.