Privilegios para unos cuantos
| Jueves 25 octubre, 2012
Tanto los elevados salarios que devengan algunos altos funcionarios públicos como los pluses salariales son abusos de derecho, no derechos adquiridos
Privilegios para unos cuantos
Existe una máxima política, económica y social universal que dice “El derecho propio se extiende hasta donde llega el de los demás”.
En otras palabras, cuando se ejerce un derecho en sentido contrario a su finalidad propia y con perjuicio ajeno; este se transforma en un abuso (abuso de derecho).
Eso es exactamente lo que ocurre cuando un derecho creado al amparo de una legislación (derecho adquirido) se utiliza como exención de una obligación o ventaja exclusiva o especial que goza alguien por concesión de un superior o por determinada circunstancia propia; es decir, como privilegio.
Tanto los elevados salarios que devengan algunos altos funcionarios públicos como los pluses salariales son abusos de derecho, no derechos adquiridos; ambos son ventajas exclusivas que gozan por concesión de un superior (política) o por determinada circunstancia propia (convención colectiva).
Ambos “derechos” se ejercen en sentido contrario a su finalidad propia y con perjuicio ajeno; transformándolos en abusos.
Ambos abusos son privilegios para unos cuantos y deben ser eliminados.
Las convenciones colectivas deben servir para lograr derechos propios de los trabajadores del sector, grupo o asociación que los representa; derechos como: asociaciones de desarrollo, cooperativas, recreación, salud, etcétera; pero pagada por el Estado, desarrollada y financiada con los propios medios y recursos de la institución pública y de sus asociados trabajadores.
Los altísimos salarios de ciertos funcionarios públicos, no pueden ni deben justificarse en competencia público-privada o cualquier otra razón de fondo; pues no lo son (las razones); a igual puesto igual salario.
No importa la institución, no importa la competencia, no importa el género, no importa el padrinazgo político.
Sí importa la capacidad, sí importa la eficiencia, sí importa el rendimiento y los resultados obtenidos.
Reinhardt Acuña Torres
Consultor en biotecnología aplicada