Practicar deporte, no solo sentarse a verlo
| Miércoles 27 marzo, 2013
Las políticas públicas deberían fomentar más la verdadera práctica de los deportes en general y también el de alto rendimiento
Practicar deporte, no solo sentarse a verlo
A partir de los buenos resultados que obtuvo Costa Rica en los Juegos Centroamericanos, es válido reflexionar sobre diversos aspectos que tienen que ver con la práctica del deporte.
Lo primero es aclarar que no es lo mismo el hecho de que existan en el país campeonatos de fútbol, con la práctica del deporte en sus diversas ramas por parte de la población. Lo que hoy nos ocupa es precisamente esto último.
Por otro lado, como se desprende de lo dicho, no hablamos solo de alto rendimiento, indispensable para las competencias, especialmente las internacionales, sino de políticas destinadas a entusiasmar a niños, adolescentes y jóvenes a informarse, ver y conocer de cerca las diversas disciplinas.
Recordemos que si los niños y adolescentes no tienen acercamientos sistemáticos a los diferentes deportes, con raras excepciones no se entusiasmarán con la práctica de alguno de ellos, aunque esto no se haga con el fin último de competir en alto rendimiento.
La asistencia de público a las recientes justas centroamericanas demuestra que sí existe interés, cuando se ofrecen posibilidades.
Costa Rica, sin embargo, no solo debería pensar en estimular adecuadamente a los deportistas que entrenan duramente para competir con Centroamérica u otros países, sino que debería extender a todo el país las diversas prácticas deportivas para que cada niño o joven elija aquella que le guste.
Esto podría dar unos réditos a los niños, jóvenes, familias y sociedad en general, mucho más positivos que los resultados del fútbol competitivo tal como está hoy, tan preferido por los costarricenses pero con saldos no tan buenos y algunos tan nocivos como la acción de las barras que han convertido los estadios en algo prohibido para las familias.
Por otra parte, ¿puede considerarse deporte al hecho de estar sentados en un estadio o frente a un televisor disfrutando partidos de fútbol? Puede ser esto un gran entretenimiento, sin duda, pero no se llama práctica deportiva.
Tampoco debería, en caso de apoyarse en el país la experiencia del deporte en sus múltiples formas, estimularse únicamente a todo el que lo haga para el alto rendimiento, ya que suelen ser muy pocos los que se inclinan y tienen condiciones para esto, aunque desde luego necesitan apoyo.
Sin embargo, el resultado para unos y otros es de gran beneficio en disfrute, buena salud física y mental, adquisición de disciplina, entre otros.
Por todo esto, quizás las políticas públicas deberían fomentar más la verdadera práctica de los deportes.