Logo La República

Miércoles, 11 de diciembre de 2024



FORO DE LECTORES


¿Por qué razón se celebra el día de la Madre Tierra?

Alberto Salom Echeverría albertolsalom@gmail.com | Martes 13 abril, 2021

Alberto Salom

22 DE ABRIL DÍA DE LA MADRE TIERRA (Primera Parte)

Es menester hacer conciencia mundialmente en que el Planeta Tierra, nuestro “planeta azul”, está seriamente enfermo. La enfermedad es el “calentamiento global”; la cual ha adquirido el carácter de pandemia social, si por ello entendemos que se ha extendido por todo el orbe produciendo temperaturas extremas anormalmente calientes. El calentamiento del clima ha provocado un medio ambiente insalubre en muchas regiones de la Tierra, induciendo el derretimiento creciente de los casquetes polares y con ello desatando el aumento del nivel del agua de los mares y océanos que, por lo tanto, invaden los litorales acarreando inundaciones constantes en zonas y ciudades costeras. Asimismo, el calentamiento de las aguas en los océanos da lugar a fenómenos destructivos de la vida en todas sus manifestaciones y formas en el planeta, tales como huracanes, tifones o ciclones y otros eventos de semejante naturaleza. Como resultado de todo ello ha arreciado la pobreza, la desigualdad social ha crecido prácticamente en todas partes, las enfermedades infectocontagiosas se han extendido principalmente en las naciones menos desarrolladas. De acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el medio ambiente, una enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses. De estas enfermedades el 75% provienen de animales (cfr. es.m.wilkipedia.org). La efeméride busca también hacer conciencia de que es necesario proteger los recursos del planeta para las generaciones futuras.

¿Quién y cuándo se decretó el 22 de abril como el día de la “Madre Tierra”?

El “Día de la Madre Tierra” empezó denominándose como el “Día de la Tierra”. Nació un miércoles 22 de abril del año 1970, cuando cerca de 7.000 personas se reunieron en el “Independence Mall” en filadelfia. Un papel determinante lo jugó el senador por Wisconsin Gaylord Nelson, quién había llevado a cabo campañas en favor del medio ambiente, aparentemente sin haber logrado mayores resultados. La presidenta de la organización del “Día de la Tierra” fue Kathleen Rogers, quién asegura que en todos los Estados Unidos, participaron en diferentes manifestaciones más de 20 millones de estadounidenses congregados para reivindicar los derechos ambientales de los pueblos. (Cfr. nationalgeographic.es) Las raíces de ese árbol frondoso se extienden a la década de los años sesenta, cuando emergieron abundantes muestras de inconformidad por la contaminación del ambiente a causa de las emanaciones de residuos altamente contaminantes. De hecho, comenzaron a nublarse muchas ciudades, no solo producto de las emanaciones de gases contaminantes en las ciudades industriales de los EEUU, sino en Europa y hasta en algunas de las capitales de los países latinoamericanos, como es el caso de México D.F. El afán del promotor principal del “Día de la Tierra”, el senador estadounidense Gaylord Nelson, fue justamente la lucha por hacer conciencia acerca de la contaminación ambiental, pero también en positivo promover la conservación de la biodiversidad. Era el inicio de la toma de conciencia acerca de la interdependencia entre los ecosistemas, y entre éstos y los seres vivientes. Por fin, en abril del 2009, la Asamblea General de la ONU designó el 22 de abril como el “Día Internacional de la Madre Tierra” (resolución 63/278), resaltando la necesidad de promover la armonía con la naturaleza y el Planeta Tierra. (cfr. ONU. (2014). Día de la Tierra 2013. “El rostro del cambio climático”. Disponible en: http://www.un.org/es/eventes/motherearthday/). Necesitamos un cambio -se dice en la resolución aludida de Naciones Unidas- hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta.

¿Desde cuándo y por qué padece el Planeta el flagelo del calentamiento global?

Según lo investigado, planteo las cinco principales causas del calentamiento global:

1.Aumento de los gases de efecto invernadero.

2.Quema de combustibles fósiles.

3.Deforestación de selvas y bosques.

4.Excesivo uso de fertilizantes.

5.Alta producción de residuos. (cfr. https://blog.oxfamintermon.org)

El calentamiento global es el mayor desafío que tiene la humanidad ante sí; tanto es así que, si sigue aumentando la temperatura, al ritmo que ha ido creciendo, con solo que suba 2 grados Celsius por encima de la era preindustrial, el desastre ecológico sería de tal magnitud, que se podría ver en peligro la supervivencia de todas las especies vivas sobre el planeta. Las primeras señales que tenemos de investigaciones que nos empezaron a alertar sobre la presencia de este flagelo del calentamiento global, datan del segundo quinquenio de la década de los cuarenta del pasado siglo XX. No obstante, el calentamiento global es un proceso que arranca en la era industrial, con las emanaciones de CO2 en demasía por parte de las fábricas que nacieron en los países hoy más desarrollados de la Tierra. Se calcula que las emanaciones de CO2 a la atmósfera han aumentado unos 6 billones de toneladas métricas al año, desde 1990, lo que equivale a un aumento del 20%. Se sabe que el CO2 es el gas que tiene la principal responsabilidad de impedir la salida de calor en las capas bajas de la atmósfera, creando lo que se denomina como, un efecto invernadero altamente destructivo de la capa de ozono que circunda la atmósfera terrestre. La capa de ozono es la que protege al planeta de los rayos ultravioleta del sol.

Por otra parte, el óxido nitroso y otros derivados de la producción de electricidad son contaminantes que contribuyen a espolear el calentamiento global del planeta. Desde aquellos lejanos días, la industrialización no controlada, comenzó a generar un tipo de desarrollo no sostenible con el planeta, con la ecología, así como con la vida misma. La alta producción cotidiana de residuos favorece también el calentamiento global; uno de los residuos que más incidencia tienen en el ambiente, es la producción de gas metano, generado por la descomposición de los desechos de los vertebrados como las heces del ganado. La quema de combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural y el carbón también produce gases de efecto invernadero. Otro factor importante que concurre a provocar el calentamiento global es la deforestación de selvas y bosques. Como es harto conocido, los árboles tienen la propiedad de consumir el CO2 durante las noches, mediante el proceso de fotosíntesis lo convierten en oxígeno. Al escasear la flora silvestre aumenta la concentración de CO2 y con ello arrecia el calentamiento global. Hasta el día de hoy, los bosques y selvas cubren el 30% de la superficie terrestre, pero cada año disminuye en una proporción considerable.

¿Qué es la “huella ecológica” y por qué se dice que todos dejamos a nuestro paso por la Tierra una “huella ecológica?

Dicen William Rees y Mathis Wackernagel que son los creadores del concepto que: “La “huella ecológica” es un indicador biofísico de sostenibilidad a nivel internacional, el cual integra el conjunto de impactos que ejerce una comunidad humana sobre su entorno, considerando tanto los recursos necesarios como los residuos generados para el mantenimiento del modelo de consumo de la comunidad (…) La “huella ecológica” se corresponde con el área del territorio ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistema acuático) necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población definida con un nivel de vida específico indefinidamente, donde sea que se encuentre esta área.” (cfr. “Ecointeligencia.com”). Todas las personas dejamos nuestro impacto en la ecología, por lo que resulta ineludible nuestra responsabilidad individual y colectiva. No obstante, la responsabilidad fundamental de esta “huella ecológica” la tienen las grandes empresas multinacionales que usan y producen combustibles fósiles para realizar su trabajo. Por eso se dice que, en nuestra época la causa principal del calentamiento global es de naturaleza antropocéntrica. De ahí que afirmamos que el flagelo del calentamiento global tiene su origen en el “modelo civilizatorio”, en el “modo de producción” cimentado en la producción industrial sustentada en la quema de los hidrocarburos.

¿Por qué la lucha contra el <calentamiento global> es la más importante de nuestros días?

El calentamiento global del planeta ha generado el cambio climático. Este último es una serie de fenómenos anormales que han aparecido en el planeta sobre todo en los últimos 30 años, que amenaza, claro está al ambiente, pero también de manera significativa la salud y hasta la vida de los seres humanos y demás formas de vida existentes. Debido a la actividad productiva de los seres humanos, el calentamiento global es cada vez más acelerado y con efectos altamente destructivos de los sistemas ecológicos. La misma NASA (Agencia Aeroespacial Estadounidense), ha expresado que: “El cambio climático se refiere a un rango amplio de fenómenos globales, creados predominantemente por la quema de combustibles fósiles, lo que agrega a la atmósfera terrestre gases que atrapan el calor.” (cfr. “Greenpeace.org)

¿Cómo poner en positivo la lucha contra el calentamiento global y el cambio climático?

En primer lugar, dejamos sentado que los científicos en todo el mundo han establecido fruto de sus investigaciones que es posible detener el cambio climático y por lo tanto mitigar los efectos del calentamiento global. En la medida en que el flagelo del calentamiento global de la tierra ha sido provocado en su mayor parte por la acción humana sobre ella, podemos afirmar que es posible reparar sus efectos corrigiendo lo que el ser humano ha hecho para provocar dicho fenómeno. La solución no es fácil, puesto que pasa por incoar cambios importantes al nivel de las políticas públicas de los gobiernos en todo el mundo, para modificar los sistemas productivos contaminantes que producen la mayor parte de los gases de efecto invernadero. Recientemente, la mayoría de las naciones del planeta han comenzado a ponerse de acuerdo en políticas que deben ser concertadas mundialmente para enfrentar el fenómeno. Uno de los hitos más importantes se llevó a cabo en el 2015 en París, Francia, conocido como la COP 21. Aunque una de las dos naciones más contaminantes de la tierra, los Estados Unidos (la otra es China), se había retirado del cónclave y por lo tanto abandonó los compromisos asumidos, bajo el gobierno de Donald Trump. Después, al ser derrotado por Joe Biden en las elecciones llevadas a cabo el 3 de noviembre del 2020, el nuevo mandatario honró finalmente el compromiso adquirido durante la administración Obama, y volvió al cónclave mundial originado en París, Francia.

Al ser el fenómeno amenazante a escala global, se requiere adoptar una política integral en los países, que adopte una política de desarrollo sostenible y sustentable con la naturaleza, el medio ambiente y con la vida toda. Se trata de un compromiso con el planeta, con toda la humanidad, con las diferentes especias de flora y fauna vivientes; de manera muy especial se debe establecer un compromiso con las generaciones futuras, para no seguir drenando los recursos que la colectividad humana requerirá para sobrevivir con bienestar y calidad de vida.







© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.