Popularidad de Barack Obama pierde vapor
| Viernes 07 agosto, 2009
Respaldo a gestión del mandatario estadounidense cayó siete puntos a 50%
Popularidad de Barack Obama pierde vapor
Estado de la economía definirá nivel de aprobación en los meses venideros
Washington
EFE
La luna de miel de Barack Obama, presidente de Estados Unidos, podría estar próxima a su fin a juzgar por las últimas encuestas que muestran que la crisis económica y la polémica reforma sanitaria han comenzado a mermar su todavía elevada popularidad.
Los sondeos, que salieron a la luz ayer, un día antes de que el inquilino de la Casa Blanca cumpla 200 días en el poder, muestran signos incipientes de fatiga en la “obamanía” en boga.
Una de las encuestas, de la Universidad Quinnipiac, sitúa el respaldo popular de Obama en el 50% y el margen de desaprobación en el 42%, frente al 57% y el 33% de comienzos de julio.
La otra, de la cadena de televisión CNN, muestra una caída de siete puntos en su popularidad desde que cumplió sus 100 primeros días en la Casa Blanca a finales de abril.
Según ese sondeo, el mandatario tiene un apoyo popular del 56%, cinco puntos menos que en junio y siete menos que en abril.
Para Peter Brown, del Instituto de Sondeos de Quinnipiac, la buena noticia es que “los votantes todavía ven a Obama como alguien más capaz de gestionar la economía y la reforma sanitaria que (sus rivales) republicanos”.
La mala “es que sus márgenes (de aprobación) se están contrayendo”.
La consulta de CNN muestra, en ese sentido, que Obama ha perdido 14 puntos de apoyo entre los hombres blancos.
“La mayoría de los hombres blancos lo respaldaba cuando cumplió los 100 días, pero ahora la mayor parte desaprueba su trabajo”, afirmó Keating Holland, director de sondeos de CNN.
La economía, por lo demás, ha sido el asunto dominante durante los seis primeros meses de la presidencia de Obama y el que, según los expertos, definirá su popularidad en los meses venideros.
De ahí que los republicanos en la oposición desacrediten siempre el plan de recuperación económica demócrata.
“Francamente no sé de qué han salvado (a la economía)”, dijo ayer el presidente del Partido Republicano, Michael Steele, en respuesta a las afirmaciones de los demócratas de que han salvado al país de la quiebra.
“Todavía estamos perdiendo trabajos, viendo el desempleo subir en el país, con 2,5 millones de trabajos destruidos desde que Obama asumió el poder”, arremetió Steele.
En medio de esas afirmaciones, Obama aprovechó para hacer un llamamiento a la calma y recordar que el pulso de la anémica economía estadounidense se está acelerando.
El miércoles, durante su viaje a Indiana, uno de los estados más deprimidos del país con una tasa de desempleo que ronda el 16%, defendió a capa y espada el plan de rescate de $787 mil millones diseñado por su Administración.
“En los últimos meses la economía ha evolucionado notablemente mejor de lo esperado y muchos economistas sugieren que parte de ese progreso es directamente atribuible” al plan de recuperación económica del Gobierno, dijo Obama.
“Hay quien quiere obtener ventaja política, quiere oponerse a estos esfuerzos”, subrayó, para añadir que algunos de los que causaron los actuales problemas pretenden “de repente” culpar a otros por ello.
Su discurso se produjo en vísperas de la publicación hoy de la tasa de desempleo de julio, que según el consenso de analistas alcanzará el registro más alto de los últimos 26 años para quedar situada en el 9,6%, próxima al peligroso listón político del 10%.
Obama, por su parte, sostiene que las mejores estadísticas económicas acabarán por revivir el alicaído mercado laboral.
“La historia demuestra que es necesario tener crecimiento económico antes de tener crecimiento del mercado laboral (...) finalmente las empresas volverán a crecer y a contratar nuevamente”, afirmó el sábado durante su discurso radiofónico semanal.
Popularidad de Barack Obama pierde vapor
Estado de la economía definirá nivel de aprobación en los meses venideros
Washington
EFE
La luna de miel de Barack Obama, presidente de Estados Unidos, podría estar próxima a su fin a juzgar por las últimas encuestas que muestran que la crisis económica y la polémica reforma sanitaria han comenzado a mermar su todavía elevada popularidad.
Los sondeos, que salieron a la luz ayer, un día antes de que el inquilino de la Casa Blanca cumpla 200 días en el poder, muestran signos incipientes de fatiga en la “obamanía” en boga.
Una de las encuestas, de la Universidad Quinnipiac, sitúa el respaldo popular de Obama en el 50% y el margen de desaprobación en el 42%, frente al 57% y el 33% de comienzos de julio.
La otra, de la cadena de televisión CNN, muestra una caída de siete puntos en su popularidad desde que cumplió sus 100 primeros días en la Casa Blanca a finales de abril.
Según ese sondeo, el mandatario tiene un apoyo popular del 56%, cinco puntos menos que en junio y siete menos que en abril.
Para Peter Brown, del Instituto de Sondeos de Quinnipiac, la buena noticia es que “los votantes todavía ven a Obama como alguien más capaz de gestionar la economía y la reforma sanitaria que (sus rivales) republicanos”.
La mala “es que sus márgenes (de aprobación) se están contrayendo”.
La consulta de CNN muestra, en ese sentido, que Obama ha perdido 14 puntos de apoyo entre los hombres blancos.
“La mayoría de los hombres blancos lo respaldaba cuando cumplió los 100 días, pero ahora la mayor parte desaprueba su trabajo”, afirmó Keating Holland, director de sondeos de CNN.
La economía, por lo demás, ha sido el asunto dominante durante los seis primeros meses de la presidencia de Obama y el que, según los expertos, definirá su popularidad en los meses venideros.
De ahí que los republicanos en la oposición desacrediten siempre el plan de recuperación económica demócrata.
“Francamente no sé de qué han salvado (a la economía)”, dijo ayer el presidente del Partido Republicano, Michael Steele, en respuesta a las afirmaciones de los demócratas de que han salvado al país de la quiebra.
“Todavía estamos perdiendo trabajos, viendo el desempleo subir en el país, con 2,5 millones de trabajos destruidos desde que Obama asumió el poder”, arremetió Steele.
En medio de esas afirmaciones, Obama aprovechó para hacer un llamamiento a la calma y recordar que el pulso de la anémica economía estadounidense se está acelerando.
El miércoles, durante su viaje a Indiana, uno de los estados más deprimidos del país con una tasa de desempleo que ronda el 16%, defendió a capa y espada el plan de rescate de $787 mil millones diseñado por su Administración.
“En los últimos meses la economía ha evolucionado notablemente mejor de lo esperado y muchos economistas sugieren que parte de ese progreso es directamente atribuible” al plan de recuperación económica del Gobierno, dijo Obama.
“Hay quien quiere obtener ventaja política, quiere oponerse a estos esfuerzos”, subrayó, para añadir que algunos de los que causaron los actuales problemas pretenden “de repente” culpar a otros por ello.
Su discurso se produjo en vísperas de la publicación hoy de la tasa de desempleo de julio, que según el consenso de analistas alcanzará el registro más alto de los últimos 26 años para quedar situada en el 9,6%, próxima al peligroso listón político del 10%.
Obama, por su parte, sostiene que las mejores estadísticas económicas acabarán por revivir el alicaído mercado laboral.
“La historia demuestra que es necesario tener crecimiento económico antes de tener crecimiento del mercado laboral (...) finalmente las empresas volverán a crecer y a contratar nuevamente”, afirmó el sábado durante su discurso radiofónico semanal.