Polémica ensombrece cumbre de Lima
| Sábado 17 mayo, 2008
Polémica ensombrece cumbre de Lima
Correa y Chávez han renovado ataques contra el presidente colombiano
Lima
EFE
El tono de la polémica entre Colombia, Ecuador y Venezuela no bajó el viernes en la V Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE) en Lima, pese a los llamados al diálogo, la mesura y al entendimiento de los otros participantes.
Los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa, alimentaron más la polémica, iniciada por una incursión militar colombiana en territorio ecuatoriano el pasado 1 de marzo y avivada por un informe acerca de los archivos informáticos de un líder guerrillero abatido en esa operación.
Por su parte, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, se ha mantenido callado e incluso se ha negado a responder preguntas en esta cumbre sobre las opiniones de sus dos colegas de que él es el responsable y culpable de esta crisis.
El jueves, en víspera de la cumbre, Interpol divulgó un esperado informe sobre los archivos de las computadoras del abatido líder guerrillero “Raúl Reyes”, que, según el Gobierno colombiano, muestran que los Gobiernos de Ecuador y Venezuela tienen vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los expertos de la policía internacional no descubrieron evidencias de manipulación en las computadoras.
El gobernante venezolano, quien este jueves dijo que iba a revisar las relaciones con Colombia y calificó el informe de “show de payasos”, señaló el viernes que no volverá a hablar con su colega colombiano, Álvaro Uribe.
Para hacerlo “tendría que bajar a un pantano”, dijo en un receso del cónclave, en el que describió a su colega colombiano como el “pregonero de la desunión”.
“El único problema que tenemos en Sudamérica es Uribe, el que no cuadra es él”, comentó Chávez, al referirse a la coincidencia ideológica de los Gobiernos de la región, donde predominan los mandatarios de izquierda.
Además, confesó que tuvo que “tragar clavos” para darle la mano a Uribe en la cumbre del Grupo de Río celebrada el 7 de marzo en República Dominicana, cuando se dio por zanjada la crisis andina, a la que se sumó Nicaragua, tras la incursión militar colombiana en Ecuador para atacar un campamento de las FARC.
El presidente venezolano volvió a calificar como una “mentira” y una “manipulación” de las autoridades colombianas los ataques que también van dirigidos a su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, y agregó que no tiene “la esperanza de que este Gobierno de Colombia recapacite”.
Por su parte, Correa insistió el viernes en que Colombia “continúa en una agresiva guerra mediática” contra Ecuador “totalmente injusta, infundada, irresponsable, en base a supuestos documentos apócrifos”.
Desde Quito, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Gustavo Jalkh, dijo que el informe de Policía Internacional (Interpol) “no puede tener credibilidad porque, una vez que se rompe una cadena de custodia, todo lo que se desprende con posteridad tiene total descrédito”.
La información de las computadoras incautadas en la operación del 1 de marzo contra una base de las FARC en suelo ecuatoriano no constituye prueba alguna de las acusaciones colombianas contra Ecuador, apuntó.
“Lo que diga la computadora es absolutamente sin ningún valor y sin ningún peso”, anotó y agregó que es inconsistente creer como verdadero lo que contiene los supuestos ordenadores del líder guerrillero “Raúl Reyes”, abatido en la incursión, y no lo que señala el portal de las FARC respecto a Uribe.
Al respecto, el presidente electo de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, dijo el viernes que “hay que cruzar las informaciones (con otros organismos especializados en la materia). Es un informe más y no hay que discutirlo, pero tampoco decir que es palabra de Dios”.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, señaló que Interpol no se refirió “ni a la procedencia ni al contenido”.
Interpol “ha dado una opinión absolutamente técnica que yo respeto”, apuntó Insulza, quien el viernes abogó por el diálogo y la “cordura” para resolver el conflicto que enfrenta a Colombia con sus países vecinos.
Correa y Chávez han renovado ataques contra el presidente colombiano
Lima
EFE
El tono de la polémica entre Colombia, Ecuador y Venezuela no bajó el viernes en la V Cumbre de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE) en Lima, pese a los llamados al diálogo, la mesura y al entendimiento de los otros participantes.
Los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa, alimentaron más la polémica, iniciada por una incursión militar colombiana en territorio ecuatoriano el pasado 1 de marzo y avivada por un informe acerca de los archivos informáticos de un líder guerrillero abatido en esa operación.
Por su parte, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, se ha mantenido callado e incluso se ha negado a responder preguntas en esta cumbre sobre las opiniones de sus dos colegas de que él es el responsable y culpable de esta crisis.
El jueves, en víspera de la cumbre, Interpol divulgó un esperado informe sobre los archivos de las computadoras del abatido líder guerrillero “Raúl Reyes”, que, según el Gobierno colombiano, muestran que los Gobiernos de Ecuador y Venezuela tienen vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los expertos de la policía internacional no descubrieron evidencias de manipulación en las computadoras.
El gobernante venezolano, quien este jueves dijo que iba a revisar las relaciones con Colombia y calificó el informe de “show de payasos”, señaló el viernes que no volverá a hablar con su colega colombiano, Álvaro Uribe.
Para hacerlo “tendría que bajar a un pantano”, dijo en un receso del cónclave, en el que describió a su colega colombiano como el “pregonero de la desunión”.
“El único problema que tenemos en Sudamérica es Uribe, el que no cuadra es él”, comentó Chávez, al referirse a la coincidencia ideológica de los Gobiernos de la región, donde predominan los mandatarios de izquierda.
Además, confesó que tuvo que “tragar clavos” para darle la mano a Uribe en la cumbre del Grupo de Río celebrada el 7 de marzo en República Dominicana, cuando se dio por zanjada la crisis andina, a la que se sumó Nicaragua, tras la incursión militar colombiana en Ecuador para atacar un campamento de las FARC.
El presidente venezolano volvió a calificar como una “mentira” y una “manipulación” de las autoridades colombianas los ataques que también van dirigidos a su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, y agregó que no tiene “la esperanza de que este Gobierno de Colombia recapacite”.
Por su parte, Correa insistió el viernes en que Colombia “continúa en una agresiva guerra mediática” contra Ecuador “totalmente injusta, infundada, irresponsable, en base a supuestos documentos apócrifos”.
Desde Quito, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Gustavo Jalkh, dijo que el informe de Policía Internacional (Interpol) “no puede tener credibilidad porque, una vez que se rompe una cadena de custodia, todo lo que se desprende con posteridad tiene total descrédito”.
La información de las computadoras incautadas en la operación del 1 de marzo contra una base de las FARC en suelo ecuatoriano no constituye prueba alguna de las acusaciones colombianas contra Ecuador, apuntó.
“Lo que diga la computadora es absolutamente sin ningún valor y sin ningún peso”, anotó y agregó que es inconsistente creer como verdadero lo que contiene los supuestos ordenadores del líder guerrillero “Raúl Reyes”, abatido en la incursión, y no lo que señala el portal de las FARC respecto a Uribe.
Al respecto, el presidente electo de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, dijo el viernes que “hay que cruzar las informaciones (con otros organismos especializados en la materia). Es un informe más y no hay que discutirlo, pero tampoco decir que es palabra de Dios”.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, señaló que Interpol no se refirió “ni a la procedencia ni al contenido”.
Interpol “ha dado una opinión absolutamente técnica que yo respeto”, apuntó Insulza, quien el viernes abogó por el diálogo y la “cordura” para resolver el conflicto que enfrenta a Colombia con sus países vecinos.