A los miles de seguidores de la figura de don Johnny, que se habían sacrificado para rescatar al PLN de las manos de los Arias, no se les respetó la voluntad

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PLN, Araya y Costa Rica

El entorno político costarricense se ha meneado de una manera casi comparable con la de un terremoto de 8,1 grados en la escala de Richter, en donde el que menos corre alcanza un venado.
Si bien es cierto, Liberación Nacional según las encuestas tenía mucha distancia entre los partidos políticos más cercanos, su candidato y sus asesores tenían una actitud triunfalista y, por qué no decirlo, se veían ya gobernando.
No obstante, la debacle tiene sus inicios en las actividades políticas distritales realizadas en abril de 2013 en donde los más “prominentes asesores” dan un golpe profundo a las bases que a nivel nacional trabajaron para levantar la imagen de Johnny Araya.
Lo que sucedió fue que a los miles de seguidores de la figura de don Johnny, que se habían sacrificado para rescatar al PLN de las manos de los Arias, no se les respetó la voluntad en las urnas de elegir a sus candidatos para la fase siguiente con las conocidas implicaciones.
Algunos asesores sugerían de manera irrespetuosa y prepotente que se subieran al tren de Johnny o se quedaban al lado, porque ya se habían tomado decisiones, pese a que nunca se hizo una reunión para deliberar quiénes eran las mejores opciones, simplemente los candidatos fueron impuestos a dedo.
No hay duda alguna de que se cometieron muchos errores; pero este en mención, además de grave, es molesto desconocer como viven los pobres desde el punto de vista de los productos que forman parte de la canasta básica, es impensable e imperdonable que un aspirante a la Presidencia de la República no conozca esa realidad.
Los asesores de Johnny le manejaron una agenda de cantante internacional, porque solamente se presentaba a actividades masivas en donde el único requisito era saludar, dar besos y sonreír impidiendo que fuera visto y palpado por las masas y pudiera de alguna forma conocer sus necesidades.
El lema de contráteme parecía más una burla, porque en el fondo el candidato creía que ya era presidente, y otra vez ese manejo del eslogan, sin contenido ni contacto físico con las barriadas para poder resolver los problemas más neurálgicos que las afectan.
El constante cambio de estrategias por parte de los asesores en la campaña presidencial ante la falta de propuestas claras, solamente refleja un rostro derrotado por parte de quienes pretendían recuperar el poder dizque para rectificar el rumbo pero con las mismas caras.
Las causas de la derrota son muchas, pero el gran ganador fue Costa Rica debido a que la madurez política que ha estado muy cuestionada por el crecimiento del abstencionismo, se hizo sentir en las urnas pese a que la tasa de abstención fue muy parecida a las elecciones de 2010.
Finalmente, una sugerencia a Johnny Araya es que renuncie a la segunda ronda, primero porque las finanzas de este país están en rojo, y segundo porque Costa Rica ya habló y el próximo 6 de abril, el país lo va gritar.

Luis Fernando Allen Forbes

Asociación Salvemos El Río Pacuare
Director ejecutivo
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