Periodismo y generalizaciones
| Lunes 19 marzo, 2012
Periodismo y generalizaciones
Deseo referirme a algunos editoriales, noticias y comentarios publicados por este medio.
Disparidad en los salarios. El enfoque más notorio tiene que ver con los regímenes salariales. El Régimen de Servicio Civil (RSC), que abarca un 45% del Empleo Público, es el fondo de la tabla salarial del Estado. Ganamos bien, comparativamente con el sector privado.
Pero resulta que la diferencia con los demás regímenes, entiéndase otros poderes, la Defensoría de los Habitantes, la Contraloría General de la República, instituciones autónomas, universidades, superintendencias generales, el sistema financiero, y en menor medida la CCSS, son ciertamente abismales.
Vemos que la satanizada anualidad para nuestros profesionales es del 1.94%, en tanto que para las instituciones citadas supra, este incentivo oscila entre el 3.5% y 8% anual. Mientras que el RSC mantiene la cesantía en 8 años, en algunas de estas instituciones este rubro alcanza hasta 20 años y más. Eso no lo vemos en las notas periodísticas o bien se dan en medio de una gran confusión.
En el Editorial del 3 de marzo de 2012, se indica que en “el gobierno anterior se realizó un aumento de los salarios sin contar con ingresos seguros para respaldarlo, pero aún si estos hubieran existido, ese aumento no hubiera sido lo correcto porque lo que el país necesitaba era, en este campo de acción… un estudio despolitizado (desprovisto de clientelismo), de las instituciones para actualizarlas y lograr un Estado profesional, fuerte y eficaz”.
Esta afirmación, desafortunadamente denota una generalización. En lo que compete al Poder Ejecutivo, que es nuestro ámbito, el Area de Salarios e Incentivos de la DGSC, realizó varios estudios en el año 2006-2007 mediante los cuales se logró determinar que la política salarial aplicada en los 20 años anteriores, contribuyó al deterioro de las condiciones socioeconómicas de las y los servidores públicos, cubiertos por el RSC, especialmente en los grupos profesionales y en puestos gerenciales y/o de jefatura.
Los bajos salarios fomentaron además, como efecto colateral, la fuga de profesionales hacia otras instituciones públicas que ofrecían ingresos más competitivos. Serios estudios nuestros lo demuestran, por esa razón, la DGSC, formuló una propuesta, misma que fue presentada ante las más altas autoridades de gobierno y se incorporó en el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010. De ahí que no se tratase de una política improvisada y clientelar.
No generalizaciones. No pretendo caer en la política de la “generalización”, pero desafortunadamente es claro, que cuando se consultan nuestras bases de datos o el comentario experto, se denota la tendencia a adicionar defectos o virtudes que no aplican al Régimen de Servicio Civil. La clasificación iberoamericana de nuestro sistema de función pública, por medio de varios barómetros, nos señalan errores, pero también importantes logros, de los que lamentablemente nunca somos noticia.
Tampoco la generalidad de los empleados públicos somos responsables de salarios abusivos, que nosotros mismos desde la DGSC hemos cuestionado.
José Joaquín Arguedas Herrera
Director General
Dirección General de Servicio Civil
Deseo referirme a algunos editoriales, noticias y comentarios publicados por este medio.
Disparidad en los salarios. El enfoque más notorio tiene que ver con los regímenes salariales. El Régimen de Servicio Civil (RSC), que abarca un 45% del Empleo Público, es el fondo de la tabla salarial del Estado. Ganamos bien, comparativamente con el sector privado.
Pero resulta que la diferencia con los demás regímenes, entiéndase otros poderes, la Defensoría de los Habitantes, la Contraloría General de la República, instituciones autónomas, universidades, superintendencias generales, el sistema financiero, y en menor medida la CCSS, son ciertamente abismales.
Vemos que la satanizada anualidad para nuestros profesionales es del 1.94%, en tanto que para las instituciones citadas supra, este incentivo oscila entre el 3.5% y 8% anual. Mientras que el RSC mantiene la cesantía en 8 años, en algunas de estas instituciones este rubro alcanza hasta 20 años y más. Eso no lo vemos en las notas periodísticas o bien se dan en medio de una gran confusión.
En el Editorial del 3 de marzo de 2012, se indica que en “el gobierno anterior se realizó un aumento de los salarios sin contar con ingresos seguros para respaldarlo, pero aún si estos hubieran existido, ese aumento no hubiera sido lo correcto porque lo que el país necesitaba era, en este campo de acción… un estudio despolitizado (desprovisto de clientelismo), de las instituciones para actualizarlas y lograr un Estado profesional, fuerte y eficaz”.
Esta afirmación, desafortunadamente denota una generalización. En lo que compete al Poder Ejecutivo, que es nuestro ámbito, el Area de Salarios e Incentivos de la DGSC, realizó varios estudios en el año 2006-2007 mediante los cuales se logró determinar que la política salarial aplicada en los 20 años anteriores, contribuyó al deterioro de las condiciones socioeconómicas de las y los servidores públicos, cubiertos por el RSC, especialmente en los grupos profesionales y en puestos gerenciales y/o de jefatura.
Los bajos salarios fomentaron además, como efecto colateral, la fuga de profesionales hacia otras instituciones públicas que ofrecían ingresos más competitivos. Serios estudios nuestros lo demuestran, por esa razón, la DGSC, formuló una propuesta, misma que fue presentada ante las más altas autoridades de gobierno y se incorporó en el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010. De ahí que no se tratase de una política improvisada y clientelar.
No generalizaciones. No pretendo caer en la política de la “generalización”, pero desafortunadamente es claro, que cuando se consultan nuestras bases de datos o el comentario experto, se denota la tendencia a adicionar defectos o virtudes que no aplican al Régimen de Servicio Civil. La clasificación iberoamericana de nuestro sistema de función pública, por medio de varios barómetros, nos señalan errores, pero también importantes logros, de los que lamentablemente nunca somos noticia.
Tampoco la generalidad de los empleados públicos somos responsables de salarios abusivos, que nosotros mismos desde la DGSC hemos cuestionado.
José Joaquín Arguedas Herrera
Director General
Dirección General de Servicio Civil