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FORO DE LECTORES


Peor la medicina que la enfermedad

| Jueves 02 septiembre, 2010



Es necesario preparar una nueva medicina para la enfermedad. Esta no se cura sacrificando al productor arrocero, a quien el anterior gobierno impulsó a aumentar la siembra

Peor la medicina que la enfermedad

Costa Rica concluyó las negociaciones con la Organización Mundial del Comercio (OMC) al final de la administración Calderón Fournier, y fueron firmadas por el Ministro de Comercio Exterior de ese entonces, con el aval del Ministro de Agricultura en Marruecos, días antes de finalizar esa administración (1994).
Correspondió a la administración Figueres Olsen iniciar el proceso de cumplimiento de esos acuerdos. En esa administración fungí como Viceministro de Agricultura y Ganadería, lo que me permitió conocer los detalles sobre las causas de los problemas actuales que se le imputan al sector arrocero.
La referencia que se menciona de 223,78 dólares estadounidenses por tonelada de arroz para determinar la Suma de la Medida de Ayuda Global, obedece a los costos de producción y a los precios internacionales de aquellos años. El arancel que había en ese tiempo era un 55%, el cual fue reducido al 35% como parte de la negociación de compromisos de reducción arancelaria, con el objeto de eliminar una supuesta sobreprotección a la actividad arrocera, que provocó que el país pasara de ser autosuficiente con base en su producción nacional a tener que importar mas del 50% del consumo interno a la vuelta de pocos años.
Desde entonces, el gobierno fija el precio del arroz por la importancia que tiene en la dieta de los costarricenses, pues los habitantes de Costa Rica somos los mayores consumidores de arroz en la región centroamericana, y el producto tiene un peso significativo en la canasta básica.
De 1985 a mayo de 2010 aplica el mecanismo de fijación de precios al productor nacional, por lo que cabe señalar que nunca durante ese periodo se aceptó esa fijación como un subsidio a la producción, prueba de ello es que en la anterior administración aun conociéndose las cifras de las Medidas de Ayuda Global de 2007, 2008 y 2009, estas no fueron notificadas a la OMC, pues el Ministro de Economía sostuvo siempre que no eran subsidios.
Sin embargo, en un acto para lavarse las manos, el ex ministro Ruiz entrega a las nuevas autoridades del MEIC y COMEX una nota alarmista, a pocas horas de su salida.
Esta nota aporta el sustrato donde se desarrolla la mata aperturista que cuida y abona la ministra Anabelle González, quien trabajó en la OMC, involucrada como parte del staff del Comité de Agricultura que da seguimiento a la Ronda Doha, puesto ganado después de haber negociado por Costa Rica el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica, Estados Unidos y República Dominicana.
Durante este proceso de negociación renunció a la salvaguarda del artículo 5 del Acuerdo sobre Agricultura, inventó un proceso de desgravación arancelaria para el arroz a 20 años, reforzado por contingentes obligatorios de apertura inmediata: 55 mil TM arroz en granza, por año, libre de aranceles; contingente de arroz pilado de 6 mil TM, por año.
Es tan absurda la afirmación de que el sector arrocero costarricense recibe subsidios, como la fórmula de referencia de la OMC para el cálculo de la Medida de Ayuda Global.
Durante 2008 Conarroz importó sin aranceles arroz del mercado internacional que puesto en Caldera costó $580 la tonelada, pero para dicho cálculo se toman los $223,78 y la diferencia entre los $580 y los $223,78 es considerada como subsidio, cuando más responde a la inflación y al aumento de los costos de producción que se pueden acumular a lo largo de más de 22 años. Aun cuando el precio internacional (tonelada puesta en planta) sea mayor a $223,78, para la OMC y COMEX sigue siendo esa la cifra base de cálculo.
El cambio climático y el calentamiento global ya hacen estragos en las cosechas de arroz de Pakistán, China, la Unión Soviética y la India y han disparado los precios de los cereales en los últimos días. Estos elementos agregados a la crisis de alimentos, son un mensaje que indica que habrá precios internacionales mucho mayores que $223,78 por tonelada de arroz puesto en planta.
Es necesario preparar una nueva medicina para que cure la enfermedad. Esta no se cura sacrificando al productor arrocero, a quien el anterior gobierno impulsó a aumentar la siembra.

Oscar Campos
Ex diputado
Residente Asamblea Productores de Arroz







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