Paris a los tribunales
| Viernes 10 julio, 2009
Paris a los tribunales
Enfrenta demanda por un supuesto incumplimiento de contrato y afirma que no es “chineada”
Paris Hilton acudió ayer a un tribunal de Miami, donde comenzó el juicio por una demanda por incumplimiento de contrato presentada por una productora cinematográfica que le reclama más de $8 millones como compensación.
Worldwide Entertainment Group acusa a Hilton de no promocionar suficientemente la película protagonizada por ella, “National Lampoon's Pledge This”.
Meses antes, Hilton declaró que hizo todo lo posible para promocionarla, incluyendo mencionarla en cualquier “alfombra roja” de los eventos a los que asistió.
Los abogados del demandante arguyen que el 3 de junio de 2004 se suscribió un contrato con Paris Hilton Entertainment, Inc. (Phei) y con la propia Hilton para la producción y distribución del filme.
Phei recibió $1 millón, acordó proveer los servicios de actuación de Hilton, y garantizar que ella suministrara un servicio “razonable” de promoción y publicidad de la película.
Antes y después de la divulgación del filme en el mercado estadounidense, Worldwide Entertainment Group solicitó a Phei y a Hilton que cumplieran con sus obligaciones de promoción, entre las que figuraban asistir a varios programas televisivos y conceder entrevistas tanto en persona como por teléfono.
Pero ambos “fallaron en cumplir con sus obligaciones”.
Cuando el abogado del demandante le preguntó por qué no atendía las llamadas telefónicas, respondió que perdía su teléfono con frecuencia y por ello se veía en la obligación de obtener uno cada dos semanas.
Tampoco pudo suministrar una agenda para comprobar donde había estado promocionando la película.
Este cuestionamiento legal sale en el mismo momento en que la revista de moda “Life&Style” publica unas declaraciones de Hilton en las que señala que “soy sensata y cualquier cosa menos consentida”.
Hilton, quien se autodefine como una “mujer de negocios”, declara que su problema es que, a causa de su apellido, mucha gente cree que no tiene que trabajar, que es una chiquilla consentida y que le han servido todo en bandeja de plata. “Pero nada de eso es cierto”, añade.
Miami
EFE
Enfrenta demanda por un supuesto incumplimiento de contrato y afirma que no es “chineada”
Paris Hilton acudió ayer a un tribunal de Miami, donde comenzó el juicio por una demanda por incumplimiento de contrato presentada por una productora cinematográfica que le reclama más de $8 millones como compensación.
Worldwide Entertainment Group acusa a Hilton de no promocionar suficientemente la película protagonizada por ella, “National Lampoon's Pledge This”.
Meses antes, Hilton declaró que hizo todo lo posible para promocionarla, incluyendo mencionarla en cualquier “alfombra roja” de los eventos a los que asistió.
Los abogados del demandante arguyen que el 3 de junio de 2004 se suscribió un contrato con Paris Hilton Entertainment, Inc. (Phei) y con la propia Hilton para la producción y distribución del filme.
Phei recibió $1 millón, acordó proveer los servicios de actuación de Hilton, y garantizar que ella suministrara un servicio “razonable” de promoción y publicidad de la película.
Antes y después de la divulgación del filme en el mercado estadounidense, Worldwide Entertainment Group solicitó a Phei y a Hilton que cumplieran con sus obligaciones de promoción, entre las que figuraban asistir a varios programas televisivos y conceder entrevistas tanto en persona como por teléfono.
Pero ambos “fallaron en cumplir con sus obligaciones”.
Cuando el abogado del demandante le preguntó por qué no atendía las llamadas telefónicas, respondió que perdía su teléfono con frecuencia y por ello se veía en la obligación de obtener uno cada dos semanas.
Tampoco pudo suministrar una agenda para comprobar donde había estado promocionando la película.
Este cuestionamiento legal sale en el mismo momento en que la revista de moda “Life&Style” publica unas declaraciones de Hilton en las que señala que “soy sensata y cualquier cosa menos consentida”.
Hilton, quien se autodefine como una “mujer de negocios”, declara que su problema es que, a causa de su apellido, mucha gente cree que no tiene que trabajar, que es una chiquilla consentida y que le han servido todo en bandeja de plata. “Pero nada de eso es cierto”, añade.
Miami
EFE