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EDITORIAL


Para avanzar con certeza

| Jueves 25 septiembre, 2014




Es coherente con su modelo de desarrollo, que Panamá hiciera la alta inversión que ha significado la construcción de la primera etapa del metro


Para avanzar con certeza

La llegada al país del ingeniero Raúl Bravo, explicando cómo se construyó el metro en Panamá, ha despertado el tema de una solución de ese tipo para el transporte colectivo de personas.
Es interesante escuchar lo que Bravo cuenta, así como tener claro que la condición de cada país es distinta.
En el caso de Panamá la inversión responde a un plan país que tiene su origen en el hecho de que por siglos esa nación ha sido una ruta importante para el comercio mundial.
El Canal de Panamá, ahora administrado por los panameños, contribuye en gran medida a la economía de ese país y le permite desarrollar otros proyectos relacionados siempre con el negocio de tránsito: comercio, finanzas, logística, seguros y servicios.
Es coherente con este modelo de desarrollo, que Panamá hiciera la alta inversión que ha significado la construcción de la primera etapa del metro.
Sin embargo, una vez tomada la decisión es probable que el gobierno haya estudiado la capacidad de gestión del país y esto llevara a contratar al gestor del proyecto, el español Raúl Bravo, mediante contrato que garantizara que la construcción del metro se hiciera sin salirse del presupuesto previsto y en el tiempo estipulado.
En cuanto a Costa Rica, es evidente desde hace muchos años la necesidad de dar solución al serio problema del mal servicio de transporte público colectivo que tenemos.
A pesar de ello, se han seguido renovando contratos con las empresas que brindan ese servicio sin importar que operen dentro de un sistema que no funciona, creando grandes dificultades y pérdidas de dinero y tiempo.
Esto demuestra deficiencias en la dirección y gestión de gobierno.
Independientemente de cual sea la vía que se adopte para solucionar el problema del transporte en el país, lo que debería hacerse es evaluar la capacidad de nuestros ingenieros y técnicos, ya que esta podría ser buena y los problemas de retrasos pueden deberse a la deficiente actuación de las jefaturas a cargo de ese personal.
Cuando eso ocurre se desaprovechan los recursos económicos, materiales y humanos con que se cuenta.
Es decir, que primero hay que definir con claridad el modelo de desarrollo para el país que queremos. Después, en coherencia con ello decidir la mejor fórmula para solucionar el problema del transporte y otros.
Con base en esto, establecer presupuestos y preguntarnos acerca de la capacidad de gestión de los diferentes jerarcas, responsables del rendimiento del personal que tengan a cargo.







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