¿Para qué tractores sin violines?
| Martes 29 julio, 2008
¿Para qué tractores sin violines?
La célebre frase “¿para qué tractores sin violines?” que pronunció don Pepe Figueres el 26 de julio de 1972 durante su tercer mandato y en ocasión de la entrega de instrumentos musicales a la Orquesta Sinfónica Nacional, sigue teniendo vigencia en Costa Rica y en cualquier país del mundo.
En estos días y en Ciudad de Panamá he tenido la oportunidad de ver la presentación de una orquesta de la cual había escuchado algo, pero cuya música no había tenido el placer de disfrutar, me refiero a la Orquesta Sinfónica de Pérez Zeledón y su Big Band.
Lo que más llama la atención de esta orquesta es la juventud, el talento y el compromiso de decenas de jóvenes, muchachos y muchachas del cantón de Pérez Zeledón que con gran maestría ejecutan su música y logran mantener la atención del público que los interrumpe y los ovaciona constantemente.
Los músicos son adolescentes, quizá entre 13 y 18 años, muchos con cara de niño, los directores también son muy jóvenes, hacen alarde positivo de sus conocimientos y dominio del escenario, nos prueban que la juventud no es escollo para demostrar seriedad y maestría en el ejercicio de ninguna profesión.
Lo que vi es el producto de políticas pasadas, de compromisos serios con la cultura. Me llenó de orgullo y comprobé que nuestro campo está lleno de talentos que solo hay que descubrir. Me convencí de que hay que apoyar a las juventudes, allá en sus pueblos, que hay que llevarles posibilidades allá, cerca de sus casas y que esa es la mejor manera de protegerlas y de inmunizarlas ante tanta oferta de maldad que circula hoy por nuestras calles.
Más violines es lo que necesitamos, tenemos material humano en abundancia para llenar nuestro país de orquestas, de bandas, de grupos de baile. Podemos exportar cultura, llevarla allende nuestras fronteras tal y como lo han hecho estos jóvenes en su paso por Panamá.
Un aplauso largo y fuerte para don Wilberth Vargas Guerrero, director de la Escuela de Música Sinfónica de Pérez Zeledón y para su junta directiva; con personas de ese calibre, guiando a nuestros jóvenes, podemos estar tranquilos.
Johnny Sáurez Sandí
Abogado y notario
La célebre frase “¿para qué tractores sin violines?” que pronunció don Pepe Figueres el 26 de julio de 1972 durante su tercer mandato y en ocasión de la entrega de instrumentos musicales a la Orquesta Sinfónica Nacional, sigue teniendo vigencia en Costa Rica y en cualquier país del mundo.
En estos días y en Ciudad de Panamá he tenido la oportunidad de ver la presentación de una orquesta de la cual había escuchado algo, pero cuya música no había tenido el placer de disfrutar, me refiero a la Orquesta Sinfónica de Pérez Zeledón y su Big Band.
Lo que más llama la atención de esta orquesta es la juventud, el talento y el compromiso de decenas de jóvenes, muchachos y muchachas del cantón de Pérez Zeledón que con gran maestría ejecutan su música y logran mantener la atención del público que los interrumpe y los ovaciona constantemente.
Los músicos son adolescentes, quizá entre 13 y 18 años, muchos con cara de niño, los directores también son muy jóvenes, hacen alarde positivo de sus conocimientos y dominio del escenario, nos prueban que la juventud no es escollo para demostrar seriedad y maestría en el ejercicio de ninguna profesión.
Lo que vi es el producto de políticas pasadas, de compromisos serios con la cultura. Me llenó de orgullo y comprobé que nuestro campo está lleno de talentos que solo hay que descubrir. Me convencí de que hay que apoyar a las juventudes, allá en sus pueblos, que hay que llevarles posibilidades allá, cerca de sus casas y que esa es la mejor manera de protegerlas y de inmunizarlas ante tanta oferta de maldad que circula hoy por nuestras calles.
Más violines es lo que necesitamos, tenemos material humano en abundancia para llenar nuestro país de orquestas, de bandas, de grupos de baile. Podemos exportar cultura, llevarla allende nuestras fronteras tal y como lo han hecho estos jóvenes en su paso por Panamá.
Un aplauso largo y fuerte para don Wilberth Vargas Guerrero, director de la Escuela de Música Sinfónica de Pérez Zeledón y para su junta directiva; con personas de ese calibre, guiando a nuestros jóvenes, podemos estar tranquilos.
Johnny Sáurez Sandí
Abogado y notario