Palin aceptó candidatura a vicepresidencia en medio de creciente polémica
| Jueves 04 septiembre, 2008
Republicanos se definen como partido de las mujeres
Palin aceptó candidatura a vicepresidencia en medio de creciente polémica
St. Paul, Estados Unidos
EFE
Los republicanos, reunidos en su convención electoral en St Paul (Minesota), aprovechan la polémica creada en torno a su candidata a la vicepresidencia, Sarah Palin, para promoverse como el partido que de verdad defiende a las mujeres.
Palin, de 44 años y gobernadora de Alaska, presentó ayer su discurso de aceptación de la candidatura ante la Convención Republicana, en un momento en el que se halla en el punto de mira de todos por revelaciones en torno a su vida, que incluyen el embarazo de su hija de 17 años.
Las revelaciones han puesto a la defensiva al Partido Republicano, que se ha visto obligado a responder a preguntas acerca del cuidado que se puso en el proceso de selección de Palin y la experiencia de la gobernadora, que apenas lleva dos años en su cargo y previamente fue alcaldesa de una localidad, Wasilla, de menos de 7 mil habitantes.
Pero también ha hecho que los republicanos, en su defensa, se presenten como el partido que valora a las mujeres.
Para ello han recurrido incluso a argumentos que hace meses hubieran sido anatema: una encendida defensa de la ex candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, y la primera mujer candidata a la vicepresidencia, la también demócrata Geraldine Ferraro. “El Partido Republicano no aguantará de brazos cruzados una campaña sexista, que ya fue sexista contra Hillary Clinton”, afirmó ayer la copresidenta de la campaña de McCain, la ex directora general de Hewlett Packard Carly Fiorina, en una rueda de prensa.
Según Fiorina, “tras la campaña de Clinton las mujeres tienen los oídos muy afinados para aguantar ataques sexistas”.
Tras la entrada de Palin en la campaña electoral, afirmó, los demócratas “han denigrado y restado importancia a la experiencia de la gobernadora. Como mujeres sabemos bien con cuánta frecuencia se producen estas situaciones”.
En un sentido similar se pronunció la ex tesorera del Gobierno de Estados Unidos Rosario Marín, que se declaró “indignada” por los ataques contra Palin, “como le indigna a cada mujer que intenta equilibrar sus papeles de madre y trabajadora”.
“Todos, como estadounidenses y como mujeres, deberíamos decir basta, eso no se hace”, afirmó Marín, quien, como Palin, tiene un hijo con síndrome de Down.
En la defensa de la gobernadora está en juego una potencial recompensa de inmensa importancia para los republicanos, el voto femenino.
Tradicionalmente, las mujeres se han inclinado más hacia el Partido Demócrata, en parte una herencia de la candidatura de Ferraro a la vicepresidencia en 1984, como “número dos” de Walter Mondale.
Muchas mujeres se movilizaron en la temporada de primarias este año a favor de la candidatura de Clinton, y se vieron decepcionadas cuando su favorita quedó derrotada frente a su rival demócrata, Barack Obama.
Esa decepción aumentó cuando se confirmó que Obama había seleccionado al senador Joe Biden, no a Clinton, como su “número dos”.
Aunque durante la Convención Demócrata Obama y Clinton se mostraron unidos, y según las encuestas aumentó la intención de voto femenino en favor de ese candidato, persiste un número significativo de mujeres que no quiere votarle.
Después de que se anunciara la selección de Palin, los sondeos indicaron que la gobernadora había tenido una buena acogida entre el público, aunque el apoyo de las mujeres, del 36%, era cinco puntos porcentuales menor que el de los hombres.
El Partido Demócrata negó que su trato a la gobernadora haya sido sexista, y recordó que Obama exigió que no se hurgue en las vidas de los familiares de los candidatos.
“Nos centramos no en las personalidades, sino en los planes que tienen para lograr que el país avance”, afirmó el estratega de la campaña de Obama Robert Gibbs.
Palin aceptó candidatura a vicepresidencia en medio de creciente polémica
St. Paul, Estados Unidos
EFE
Los republicanos, reunidos en su convención electoral en St Paul (Minesota), aprovechan la polémica creada en torno a su candidata a la vicepresidencia, Sarah Palin, para promoverse como el partido que de verdad defiende a las mujeres.
Palin, de 44 años y gobernadora de Alaska, presentó ayer su discurso de aceptación de la candidatura ante la Convención Republicana, en un momento en el que se halla en el punto de mira de todos por revelaciones en torno a su vida, que incluyen el embarazo de su hija de 17 años.
Las revelaciones han puesto a la defensiva al Partido Republicano, que se ha visto obligado a responder a preguntas acerca del cuidado que se puso en el proceso de selección de Palin y la experiencia de la gobernadora, que apenas lleva dos años en su cargo y previamente fue alcaldesa de una localidad, Wasilla, de menos de 7 mil habitantes.
Pero también ha hecho que los republicanos, en su defensa, se presenten como el partido que valora a las mujeres.
Para ello han recurrido incluso a argumentos que hace meses hubieran sido anatema: una encendida defensa de la ex candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, y la primera mujer candidata a la vicepresidencia, la también demócrata Geraldine Ferraro. “El Partido Republicano no aguantará de brazos cruzados una campaña sexista, que ya fue sexista contra Hillary Clinton”, afirmó ayer la copresidenta de la campaña de McCain, la ex directora general de Hewlett Packard Carly Fiorina, en una rueda de prensa.
Según Fiorina, “tras la campaña de Clinton las mujeres tienen los oídos muy afinados para aguantar ataques sexistas”.
Tras la entrada de Palin en la campaña electoral, afirmó, los demócratas “han denigrado y restado importancia a la experiencia de la gobernadora. Como mujeres sabemos bien con cuánta frecuencia se producen estas situaciones”.
En un sentido similar se pronunció la ex tesorera del Gobierno de Estados Unidos Rosario Marín, que se declaró “indignada” por los ataques contra Palin, “como le indigna a cada mujer que intenta equilibrar sus papeles de madre y trabajadora”.
“Todos, como estadounidenses y como mujeres, deberíamos decir basta, eso no se hace”, afirmó Marín, quien, como Palin, tiene un hijo con síndrome de Down.
En la defensa de la gobernadora está en juego una potencial recompensa de inmensa importancia para los republicanos, el voto femenino.
Tradicionalmente, las mujeres se han inclinado más hacia el Partido Demócrata, en parte una herencia de la candidatura de Ferraro a la vicepresidencia en 1984, como “número dos” de Walter Mondale.
Muchas mujeres se movilizaron en la temporada de primarias este año a favor de la candidatura de Clinton, y se vieron decepcionadas cuando su favorita quedó derrotada frente a su rival demócrata, Barack Obama.
Esa decepción aumentó cuando se confirmó que Obama había seleccionado al senador Joe Biden, no a Clinton, como su “número dos”.
Aunque durante la Convención Demócrata Obama y Clinton se mostraron unidos, y según las encuestas aumentó la intención de voto femenino en favor de ese candidato, persiste un número significativo de mujeres que no quiere votarle.
Después de que se anunciara la selección de Palin, los sondeos indicaron que la gobernadora había tenido una buena acogida entre el público, aunque el apoyo de las mujeres, del 36%, era cinco puntos porcentuales menor que el de los hombres.
El Partido Demócrata negó que su trato a la gobernadora haya sido sexista, y recordó que Obama exigió que no se hurgue en las vidas de los familiares de los candidatos.
“Nos centramos no en las personalidades, sino en los planes que tienen para lograr que el país avance”, afirmó el estratega de la campaña de Obama Robert Gibbs.