Países se defienden de contenidos de Wikileaks
| Miércoles 01 diciembre, 2010
Países se defienden de contenidos de Wikileaks
La mayoría de los países involucrados en la infiltración de documentos secretos por parte de sitio Wikileaks han optado por defenderse de sus ataques justificado sus acciones, mientras otros no le dan importancia a la información distribuida.
Por ejemplo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló ayer que su trabajo es “transparente” y está sometido ya al escrutinio internacional.
“Creo que nadie se puede sentir muy feliz cuando sabe que él o ella están siendo vigilados por alguien”, dijo Ban.
El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, se refirió a esas palabras de Ban al ser preguntado respecto a esas filtraciones en Europa.
El máximo responsable de la ONU reiteró que “todos los Estados miembros deben de cumplir las convenciones existentes y los tratados, además de respetar las inmunidades y privilegios de Naciones Unidas”, en los que se prohíbe el espionaje a la institución. Por otra parte el embajador estadounidense en España, Alan Solomont, afirmó ayer que confía que las filtraciones de documentos secretos por la web de Wikileaks “no dañará las excelentes relaciones entre España y Estados Unidos”.
Sobre los documentos filtrados por Wikileaks y publicados por varios diarios de distintos países, entre ellos el español “El País”, el embajador ha afirmado que son cables diplomáticos que incluyen “informes incompletos y subjetivos” de ayuda para la elaboración de las políticas, “pero que no reflejan la opinión de los líderes de mi nación o la política nacional”.
Por su parte Estados Unidos y el Reino Unido temieron que el programa nuclear de Pakistán cayera en manos de terroristas, según revelan documentos confidenciales filtrados por la página web Wikileaks que difunde el diario británico The Guardian.
Esos documentos advierten también de la rapidez con la que Pakistán está desarrollando su arsenal nuclear pese a la creciente inestabilidad del país.
Un diplomático británico dijo en uno de los cables, enviado en el 2009, que el Reino Unido tenía “serias preocupaciones sobre la seguridad de las armas nucleares de Pakistán”.
En uno de los despachos enviados a Washington, la embajadora estadounidense en Islamabad, Anne Patterson, señala que la “mayor preocupación” de Estados Unidos no era “tener a un militante islámico que robe un arma entera, sino que exista la posibilidad de que alguien que trabaje para el Gobierno pakistaní pueda gradualmente sacar a escondidas suficiente material para eventualmente fabricar un arma”.
Otro de los cables secretos filtrados por Wikileaks hace relación a una reunión de los servicios de inteligencia estadounidenses celebrada en el 2008 y señala que, “pese a la catástrofe económica, Pakistán está produciendo armamento nuclear a un ritmo más rápido que cualquier otro país del mundo”.
Los documentos muestran además que Rusia compartió con Estados Unidos y Reino Unido la inquietud sobre Pakistán.
Yuri Korolev, del ministerio de Asuntos Exteriores ruso dijo a funcionarios estadounidenses en febrero, según estas informaciones, que “los islamistas no sólo buscan poder en Pakistán, sino que también están intentando meter sus manos en material nuclear”.
Naciones Unidas /EFE
La mayoría de los países involucrados en la infiltración de documentos secretos por parte de sitio Wikileaks han optado por defenderse de sus ataques justificado sus acciones, mientras otros no le dan importancia a la información distribuida.
Por ejemplo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló ayer que su trabajo es “transparente” y está sometido ya al escrutinio internacional.
“Creo que nadie se puede sentir muy feliz cuando sabe que él o ella están siendo vigilados por alguien”, dijo Ban.
El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, se refirió a esas palabras de Ban al ser preguntado respecto a esas filtraciones en Europa.
El máximo responsable de la ONU reiteró que “todos los Estados miembros deben de cumplir las convenciones existentes y los tratados, además de respetar las inmunidades y privilegios de Naciones Unidas”, en los que se prohíbe el espionaje a la institución. Por otra parte el embajador estadounidense en España, Alan Solomont, afirmó ayer que confía que las filtraciones de documentos secretos por la web de Wikileaks “no dañará las excelentes relaciones entre España y Estados Unidos”.
Sobre los documentos filtrados por Wikileaks y publicados por varios diarios de distintos países, entre ellos el español “El País”, el embajador ha afirmado que son cables diplomáticos que incluyen “informes incompletos y subjetivos” de ayuda para la elaboración de las políticas, “pero que no reflejan la opinión de los líderes de mi nación o la política nacional”.
Por su parte Estados Unidos y el Reino Unido temieron que el programa nuclear de Pakistán cayera en manos de terroristas, según revelan documentos confidenciales filtrados por la página web Wikileaks que difunde el diario británico The Guardian.
Esos documentos advierten también de la rapidez con la que Pakistán está desarrollando su arsenal nuclear pese a la creciente inestabilidad del país.
Un diplomático británico dijo en uno de los cables, enviado en el 2009, que el Reino Unido tenía “serias preocupaciones sobre la seguridad de las armas nucleares de Pakistán”.
En uno de los despachos enviados a Washington, la embajadora estadounidense en Islamabad, Anne Patterson, señala que la “mayor preocupación” de Estados Unidos no era “tener a un militante islámico que robe un arma entera, sino que exista la posibilidad de que alguien que trabaje para el Gobierno pakistaní pueda gradualmente sacar a escondidas suficiente material para eventualmente fabricar un arma”.
Otro de los cables secretos filtrados por Wikileaks hace relación a una reunión de los servicios de inteligencia estadounidenses celebrada en el 2008 y señala que, “pese a la catástrofe económica, Pakistán está produciendo armamento nuclear a un ritmo más rápido que cualquier otro país del mundo”.
Los documentos muestran además que Rusia compartió con Estados Unidos y Reino Unido la inquietud sobre Pakistán.
Yuri Korolev, del ministerio de Asuntos Exteriores ruso dijo a funcionarios estadounidenses en febrero, según estas informaciones, que “los islamistas no sólo buscan poder en Pakistán, sino que también están intentando meter sus manos en material nuclear”.
Naciones Unidas /EFE