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Otra flor para el gobierno

Vladimir de la Cruz vladimirdelacruz@hotmail.com | Miércoles 29 febrero, 2012



PIZARRON
Otra flor para el gobierno


Estoy de acuerdo con la aprobación de la Ley llamada antitabaco. Más allá de las estadísticas de la CCSS y del Ministerio de Salud, y de las mundiales, que demuestran el daño que produce el tabaco en la salud de las personas, están también los altos costos sociales, que pagamos todos, en cuidar y atender personas dañadas por los efectos del tabaco, que elevan en mucho los gastos, que no son inversión social ni pública, de los presupuestos destinados en distintas instituciones a atender estas situaciones.
No solo en Costa Rica se ha prohibido fumar en sitios y dentro de edificios públicos y algunos privados. Son políticas mundiales para tratar de reducir el fumado de cigarrillos y sus efectos dañinos en las personas y evitar que jóvenes se introduzcan y caigan en dicha droga.
Cierto es que muchos fumadores (bastantes), no padecen de cáncer de pulmón, pero sí de otros males, entre ellos, enfisemas pulmonares, como fue el caso de mi madre, quien vivió hasta los 81 años. Ella fumaba tres paquetes diarios. Tenía problemas respiratorios por sus enfisemas, que en sus últimos años se le habían agravado de tal modo que debía andar acompañada siempre de un tanquecito de oxígeno que, por cierto, no dejaba ni para fumar.
Obcecada en buscarse un cáncer de pulmón, que nunca le encontraron con todo tipo de biopsias que le hicieron, con cariño digo, que de todos modos su vida perdió sentido y se fue apagando aun en ausencia de ese cáncer buscado a como diera lugar.
También es cierto, comprobado por la ciencia médica, por eso este tipo de medidas, que las personas que no son fumadoras se afectan igual que las fumadoras por la inhalación del humo del cigarro. Por eso se impulsa el movimiento para regular este vicio, y tratar de proteger a los no fumadores, llamados fumadores pasivos, inhalantes del humo, o del aire contaminado con el humo, que afecta a personas de distinta manera, como no afecta a otras.
Lo de las multas por violar esta Ley de fumar en sitios considerados públicos es una discusión casi técnica, porque el país no está hecho para este tipo de cobros personales, ni parece que se avance en esa dirección.
A pesar de que no soy fumador, más que pasivo en la nocturnidad, a favor de los que quieran seguirlo haciendo en público, baste que restaurantes y sitios similares se anuncien como lugares para fumar, de manera que el que llegue allí sepa que recibirá su dote gratuita de humo, pero que no puede protestar.
Finalmente, una flor más para el gobierno de doña Laura, que se haya aprobado una ley de esta naturaleza en su gestión. Mala o buena es mejor que exista a que no exista. Si mala, se perfeccionará en el tiempo. Si buena, contribuirá a mejorar la calidad de vida de los costarricenses y la imagen del país ecológico que ya gozamos.

Vladimir de la Cruz

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