Orión soportó la embestida
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Lunes 19 septiembre, 2011
Orión soportó la embestida
Juan Luis se olvidó de las parejas y nunca escondió a su equipo
Con muy buen dispositivo táctico, y en varios minutos del partido jugando mejor que su rival, el Orión aguantó un chaparrón ofensivo en la parte final del juego, incluso con un hombre menos y sacó valioso empate uno a uno del Estadio Nacional ante el bicampeón Alajuelense, limitado en su formación por los castigos y lesiones que arrastra la nómina.
Por esta vez, Juan Luis archivó sus clásicas parejitas y ordenó un sistema táctico que le bloqueó a los manudos sus costados: estacionó abierto por la derecha a Anllel Porras y por la izquierda a Kevin Arrieta, encargados de topar a Mauro Castro (muy buen jugador, por cierto) y a José Salvatierra; Oscar Esteban Granados se encargó de Luis Fernando Sequeira por zona, y una marca más estricta de Marco Chávez a Allen Guevara.
Tres centrales juntos: Smith, Arriola y Scott, y arriba sueltos tres jugadores de mucho talento: Berny Solórzano, Leonardo Madrigal y Walter Chévez, este tirado a la izquierda.
La Constelación nunca perdió el orden táctico a pesar que recibió un gol tempranero, cuando en el minuto 5 el “Cusuco” buscó el área y dio pase corto a Luis Fernando Sequeira, quien sin pensarlo dos veces destapó un derechazo que venció la resistencia de Carlos Díaz.
El anfitrión no perdió la cabeza y pasó a jugar muy buen fútbol; tuvo el empate en piernas de Porras, que remató desviado: Pero en el minuto 19, unas fintas de Chévez por el costado izquierdo quebraron la resistencia eriza, pase corto a Leo Madrigal y bombazo del exbrumoso que vence a Pemberton. Un golazo.
Las redes no se movieron más, pero los dos porteros tuvieron mucho trabajo, más Díaz que Pemberton; el “Supermán” voló para desviar remates de Guevara y Castro, pero también Patrick le paró en seco remate de cabeza a Madrigal, un paradón.
El segundo tiempo sí se vistió de rojinegro, Orión presentó un desgaste físico y Alejandro Alpízar casi sorprende a Díaz con un trallazo inesperado, luego Guevara se metió hasta la cocina y pegó su remate en el poste; mortero de Gatgens y achicó Díaz; remate de Sequeira y atrapó Carlos. Pura metralla manuda, bien soportada por los orionistas.
Cuando la Liga está en lo mejor, Orión pierde a Arrieta por doble amarilla, lo que obliga al ingreso de Mauricio Montero a cazar al “Cusuco”; tácticamente, Juan Luis pierde a un hombre y pierde un cambio ofensivo, por lo que se resigna a soportar el aluvión con honestidad en lo táctico.
Su equipo nunca se esconde, no finge lesiones, no pierde tiempo y deja en ataque al veloz Jaime Valderramos, quien solito pone a sudar a Gutiérrez y a Acosta; el reloj avanza, el juego agoniza y Oscar Ramírez acude a su último As, el alto y fornido Cristian Lagos para ver si pega una de cabeza; y de verdad que Lagos la pega perfecto, pero vuela “Supermán” Díaz para contener y preservar el empate.
Tácticamente fue un buen partido por lo que presentó Orión; el Alajuelense dio todo por el triunfo, pero pesaron las ausencias de Sancho, Gabas, Sarvas y McDonald, un cuarteto que le ofrece a los campeones un rostro distinto.
Gaetano Pandolfo
gpandolfo@larepublica.net
Juan Luis se olvidó de las parejas y nunca escondió a su equipo
Por esta vez, Juan Luis archivó sus clásicas parejitas y ordenó un sistema táctico que le bloqueó a los manudos sus costados: estacionó abierto por la derecha a Anllel Porras y por la izquierda a Kevin Arrieta, encargados de topar a Mauro Castro (muy buen jugador, por cierto) y a José Salvatierra; Oscar Esteban Granados se encargó de Luis Fernando Sequeira por zona, y una marca más estricta de Marco Chávez a Allen Guevara.
Tres centrales juntos: Smith, Arriola y Scott, y arriba sueltos tres jugadores de mucho talento: Berny Solórzano, Leonardo Madrigal y Walter Chévez, este tirado a la izquierda.
La Constelación nunca perdió el orden táctico a pesar que recibió un gol tempranero, cuando en el minuto 5 el “Cusuco” buscó el área y dio pase corto a Luis Fernando Sequeira, quien sin pensarlo dos veces destapó un derechazo que venció la resistencia de Carlos Díaz.
El anfitrión no perdió la cabeza y pasó a jugar muy buen fútbol; tuvo el empate en piernas de Porras, que remató desviado: Pero en el minuto 19, unas fintas de Chévez por el costado izquierdo quebraron la resistencia eriza, pase corto a Leo Madrigal y bombazo del exbrumoso que vence a Pemberton. Un golazo.
Las redes no se movieron más, pero los dos porteros tuvieron mucho trabajo, más Díaz que Pemberton; el “Supermán” voló para desviar remates de Guevara y Castro, pero también Patrick le paró en seco remate de cabeza a Madrigal, un paradón.
El segundo tiempo sí se vistió de rojinegro, Orión presentó un desgaste físico y Alejandro Alpízar casi sorprende a Díaz con un trallazo inesperado, luego Guevara se metió hasta la cocina y pegó su remate en el poste; mortero de Gatgens y achicó Díaz; remate de Sequeira y atrapó Carlos. Pura metralla manuda, bien soportada por los orionistas.
Cuando la Liga está en lo mejor, Orión pierde a Arrieta por doble amarilla, lo que obliga al ingreso de Mauricio Montero a cazar al “Cusuco”; tácticamente, Juan Luis pierde a un hombre y pierde un cambio ofensivo, por lo que se resigna a soportar el aluvión con honestidad en lo táctico.
Su equipo nunca se esconde, no finge lesiones, no pierde tiempo y deja en ataque al veloz Jaime Valderramos, quien solito pone a sudar a Gutiérrez y a Acosta; el reloj avanza, el juego agoniza y Oscar Ramírez acude a su último As, el alto y fornido Cristian Lagos para ver si pega una de cabeza; y de verdad que Lagos la pega perfecto, pero vuela “Supermán” Díaz para contener y preservar el empate.
Tácticamente fue un buen partido por lo que presentó Orión; el Alajuelense dio todo por el triunfo, pero pesaron las ausencias de Sancho, Gabas, Sarvas y McDonald, un cuarteto que le ofrece a los campeones un rostro distinto.
Gaetano Pandolfo
gpandolfo@larepublica.net