Olman Segura Bonilla
| Jueves 01 mayo, 2014
Aunque todos trabajemos, la diferencia está en la actitud con que hacemos las cosas
El valor del trabajo
“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”, así reza el proverbio del filósofo chino Confucio, una frase que nos invita a meditar sobre el valor que tiene el trabajo en nuestra vida.
Este 1° de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, no solo conmemoramos el 124 aniversario de la gesta heroica de Chicago, como se le conoce al movimiento de los trabajadores que en Estados Unidos lucharon por su derecho a una jornada laboral de ocho horas. También debe ser una fecha para detenernos a pensar si realmente le damos a nuestro trabajo el valor que merece.
Todos deseamos tener una buena vida con paz, amor, salud y mucha prosperidad, pero eso solo lo lograremos con trabajo, ese que nos permite alcanzar las metas que nos proponemos para desarrollarnos como individuos y darle una mejor calidad de vida a cada una de nuestras familias.
Aunque todos trabajemos, la diferencia está en la actitud con que hacemos las cosas, mientras el esclavo obtiene frustración, el buen trabajador obtendrá satisfacción.
Si su actitud ante el trabajo es de queja constante y sin avanzar, significa que usted vive el día como un esclavo, pero si por el contrario, su actitud es de compromiso y de servicio a las personas que requieren nuestro trabajo para suplir sus necesidades, el resultado será de mucha satisfacción.
Este 1° de mayo los invito a dar gracias a Dios por el trabajo que tienen, a hacerlo de la mejor manera y a buscar la excelencia; les aseguro que los resultados serán notorios, pero para llegar a ese punto hay que esforzarse.
Si tenemos una actitud positiva hacia nuestro trabajo, lograremos que las empresas que nos abrieron sus puertas para que nos desempeñáramos, sean más exitosas y estables; si su trabajo es en la función pública tendremos instituciones más eficientes y por consiguiente un mejor país.
Si la actitud es auténtica, no encontraremos barreras, ni veremos como un castigo la actualización permanente que debemos realizar para aportar cada vez más en la moderna sociedad del conocimiento.
Por otro lado, los empleadores deben comprometerse con el trabajo decente. Este es el trabajo que respeta plenamente los derechos laborales, paga arriba del salario mínimo, reconoce las extras, apoya la capacitación continua y cumple con las leyes laborales; y además es solidario, comprometido con sus trabajadores y promueve el ascenso y la justicia social.
Como ministro de Trabajo y Seguridad Social, extiendo un fraternal saludo a todo el movimiento trabajador del país; los insto a que optemos por el diálogo como la principal herramienta para solucionar las diferencias que puedan existir entre el sector empleador y trabajador, pues es la manera de construir una sociedad más próspera y justa.
Al ministro de Trabajo designado, Víctor Morales Mora y a su equipo, les deseo el mejor de los éxitos en la gestión que empezarán el próximo 8 de mayo.
Olman Segura Bonilla
Ministro de Trabajo y Seguridad Social