OEA entreabre una puerta a Cuba
| Jueves 04 junio, 2009
Anulada resolución que excluía a la isla representa triunfo simbólico
OEA entreabre una puerta a Cuba
Gobierno isleño podría no tener interés en franquear umbral para unirse a la Organización
La Habana
EFE
La decisión de la Organización de Estados Americanos de levantar 47 años de exclusión de Cuba consolida la ruptura del aislamiento impulsado por Washington contra la isla comunista, que no obstante rechaza retornar bajo los principios democráticos que reinvindica la organización.
Proclamada como un hecho “histórico” por los cancilleres reunidos en Honduras, la Organización de Estados Americanos (OEA) anuló el miércoles por consenso, incluido Estados Unidos, la resolución que en 1962 suspendió a Cuba del organismo, con lo que abrió la vía a su reingreso si lo solicita y adhiere a los principios del foro.
Aunque La Habana no reaccionó aún al acuerdo, el máximo líder de la revolución cubana, Fidel Castro, fustigó a la OEA una vez más en un artículo de prensa que escribió el martes, en el que la acusó de “complicidad” con Washington en los “crímenes” contra Cuba y América Latina.
El ex presidente cubano estimó injustificable la existencia de la OEA aún con las “buenas intenciones” del actual Gobierno de Barack Obama en Estados Unidos, y calificó de “humillante advertencia” las condiciones expresadas en Honduras por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, sobre democracia y derechos humanos.
“Estoy satisfecha de que (al final) todo el mundo se mostrara de acuerdo en que Cuba simplemente no puede retomar su silla sin más”, advirtió este miércoles Clinton en un comunicado.
Pero además de argumentar una interpretación diferente sobre democracia y derechos humanos, Cuba -donde sólo hay un solo partido legal, el Comunista- desprecia la Carta Democrática de la OEA, que estipula el “pluralismo político” y libertades de expresión y de prensa.
“No hay que ver esto con visión triunfalista. Habrá que ver las condiciones. Pero lo cierto es que para Cuba de negativo no tiene nada. Si hay en la OEA un cambio de las disposiciones que hasta ahora prevalecen (La Habana) tendría un escenario para repensar” su rechazo, dijo a la AFP el sociólogo Aurelio Alonso.
Un diplomático occidental opinó, bajo anonimato, que “es una gran victoria para América Latina, pero pírrica para Cuba” pues todos los países de la región “son hoy democracias” que podrían “demandarle reformar su sistema” a la isla si pide su silla en la OEA.
La decisión de la OEA, cuya resolución de 1962 provocó una ruptura masiva de relaciones con Cuba, se da en pleno proceso de acercamiento entre La Habana y Washington, sometido como nunca antes al reclamo de los gobiernos de la región para que cambie la política hacia la isla.
“Es una victoria histórica para Cuba y América Latina, que dispone ahora de un apoyo suplementario para reclamar el fin de 47 años de embargo norteamericano”, estimó otro diplomático extranjero en La Habana.
El triunfo simbólico de Cuba llega dos días después de que sellara un proceso de restablecimiento pleno de relaciones con toda América Latina, al reanudarlas El Salvador poco después de la investidura del presidente izquierdista Mauricio Funes.
“Todo esto es parte de un cambio geopolítico y económico en el continente. Creo que la proyección de Cuba debiera ser y va a ser una proyección que esté en correspondencia con la solidaridad” de la región, opinó Alonso.
Raúl Castro, que asumió el mando del país hace tres años por la enfermedad de Fidel, recibió un rotundo apoyo en la cumbre latinoamericana en Brasil en diciembre, pese a lo cual afirmó que “jamás” habrá reingreso de Cuba a la OEA.
Esa cumbre sumó a la isla al Grupo de Río y reclamó el levantamiento del embargo estadounidense, pero el presidente estadounidense Obama hasta ahora se pronuncia por mantenerlo.
En un hecho sin precedentes desde el triunfo de la revolución en 1959, Cuba ha recibido este año a una decena de presidentes latinoamericanos, el último de ellos el paraguayo Fernando Lugo que clamó el miércoles en La Habana por una “reivindicación histórica” en la OEA.
Tanto Raúl Castro como su hermano Fidel, que ha usado los calificativos más ácidos para describir a la OEA como “infame” y “desvergonzada”, sostienen que fracasó la política de aislamiento que impuso Estados Unidos contra Cuba en la Guerra Fría.
OEA entreabre una puerta a Cuba
Gobierno isleño podría no tener interés en franquear umbral para unirse a la Organización
La Habana
EFE
La decisión de la Organización de Estados Americanos de levantar 47 años de exclusión de Cuba consolida la ruptura del aislamiento impulsado por Washington contra la isla comunista, que no obstante rechaza retornar bajo los principios democráticos que reinvindica la organización.
Proclamada como un hecho “histórico” por los cancilleres reunidos en Honduras, la Organización de Estados Americanos (OEA) anuló el miércoles por consenso, incluido Estados Unidos, la resolución que en 1962 suspendió a Cuba del organismo, con lo que abrió la vía a su reingreso si lo solicita y adhiere a los principios del foro.
Aunque La Habana no reaccionó aún al acuerdo, el máximo líder de la revolución cubana, Fidel Castro, fustigó a la OEA una vez más en un artículo de prensa que escribió el martes, en el que la acusó de “complicidad” con Washington en los “crímenes” contra Cuba y América Latina.
El ex presidente cubano estimó injustificable la existencia de la OEA aún con las “buenas intenciones” del actual Gobierno de Barack Obama en Estados Unidos, y calificó de “humillante advertencia” las condiciones expresadas en Honduras por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, sobre democracia y derechos humanos.
“Estoy satisfecha de que (al final) todo el mundo se mostrara de acuerdo en que Cuba simplemente no puede retomar su silla sin más”, advirtió este miércoles Clinton en un comunicado.
Pero además de argumentar una interpretación diferente sobre democracia y derechos humanos, Cuba -donde sólo hay un solo partido legal, el Comunista- desprecia la Carta Democrática de la OEA, que estipula el “pluralismo político” y libertades de expresión y de prensa.
“No hay que ver esto con visión triunfalista. Habrá que ver las condiciones. Pero lo cierto es que para Cuba de negativo no tiene nada. Si hay en la OEA un cambio de las disposiciones que hasta ahora prevalecen (La Habana) tendría un escenario para repensar” su rechazo, dijo a la AFP el sociólogo Aurelio Alonso.
Un diplomático occidental opinó, bajo anonimato, que “es una gran victoria para América Latina, pero pírrica para Cuba” pues todos los países de la región “son hoy democracias” que podrían “demandarle reformar su sistema” a la isla si pide su silla en la OEA.
La decisión de la OEA, cuya resolución de 1962 provocó una ruptura masiva de relaciones con Cuba, se da en pleno proceso de acercamiento entre La Habana y Washington, sometido como nunca antes al reclamo de los gobiernos de la región para que cambie la política hacia la isla.
“Es una victoria histórica para Cuba y América Latina, que dispone ahora de un apoyo suplementario para reclamar el fin de 47 años de embargo norteamericano”, estimó otro diplomático extranjero en La Habana.
El triunfo simbólico de Cuba llega dos días después de que sellara un proceso de restablecimiento pleno de relaciones con toda América Latina, al reanudarlas El Salvador poco después de la investidura del presidente izquierdista Mauricio Funes.
“Todo esto es parte de un cambio geopolítico y económico en el continente. Creo que la proyección de Cuba debiera ser y va a ser una proyección que esté en correspondencia con la solidaridad” de la región, opinó Alonso.
Raúl Castro, que asumió el mando del país hace tres años por la enfermedad de Fidel, recibió un rotundo apoyo en la cumbre latinoamericana en Brasil en diciembre, pese a lo cual afirmó que “jamás” habrá reingreso de Cuba a la OEA.
Esa cumbre sumó a la isla al Grupo de Río y reclamó el levantamiento del embargo estadounidense, pero el presidente estadounidense Obama hasta ahora se pronuncia por mantenerlo.
En un hecho sin precedentes desde el triunfo de la revolución en 1959, Cuba ha recibido este año a una decena de presidentes latinoamericanos, el último de ellos el paraguayo Fernando Lugo que clamó el miércoles en La Habana por una “reivindicación histórica” en la OEA.
Tanto Raúl Castro como su hermano Fidel, que ha usado los calificativos más ácidos para describir a la OEA como “infame” y “desvergonzada”, sostienen que fracasó la política de aislamiento que impuso Estados Unidos contra Cuba en la Guerra Fría.