Obama fija la vista en pugnas futuras
Bloomberg | Miércoles 23 enero, 2013
Obama fija la vista en pugnas futuras
En el comienzo de su segundo y último mandato, el presidente Barack Obama hizo una pausa para permitirse unos segundos de reflexión.
“Me gustaría ir a mirar una vez más”, dijo Obama, quien ni bien entró en el Capitolio ayer, dio la vuelta para saborear la sensación de contemplar a cientos de personas que abarrotaban el National Mall para ser testigos del juramento presidencial para asumir el mandato y escuchar su discurso de asunción. “No voy a poder verlo de nuevo”.
Para el primer presidente negro de la nación, fue un momento de impregnarse en la pompa y la índole histórica de su asunción, antes de volver a trabajar en la agenda del segundo mandato que enfrenta obstáculos políticos y fiscales.
El presidente tenía hasta ayer poco en su agenda , salvo la oración en la Catedral nacional. Aun así tiene mucho por hacer para ocupar los puestos de su gabinete y prepararse para posibles confrontaciones con los congresales republicanos por el aumento de los $16,4 billones del techo de la deuda.
Tras las batallas libradas durante los primeros cuatro años que pasó en la Casa Blanca, en su discurso d Obama trató de reavivar el optimismo que marcó su primera campaña a la presidencia y llamó a los estadounidenses al reto de unirse e ir en pos de los ideales de igualdad y oportunidades sobre los que se levantó la nación.
“Mis hermanos estadounidenses, fuimos hechos para este momento y lo aprovecharemos, siempre que lo hagamos juntos”, dijo Obama después de la jura ceremonial para la toma de mando en una plataforma que se levantó en el lado oeste del Capitolio.
“Nosotros, el pueblo, comprendemos que el país no puede triunfar cuando a unos pocos, que cada vez son menos, les va muy bien y la mayoría apenas puede lograrlo”, dijo en un discurso que defendió el rol central que desempeñaba el gobierno en la vida de los estadounidenses, que es un principio nuclear del partido Demócrata. “Creemos que la prosperidad de Estados Unidos debe descansar sobre los amplios hombros de la clase media creciente”.
En la segunda etapa de la pompa tradicional para la toma de mandato, que es el desfile, Obama y la primera dama, Michelle Obama, salieron dos veces de la limosina blindada de color negro para pasear por la avenida Pennsylvania, mientras saludaban a los espectadores en esa fría media tarde. Ya fuera de la Casa Blanca, se sentó en un mirador con vidrio blindado para así observar las oleadas de grupos musicales y bailarines de todo el país que pasaban una tras otra.
El matrimonio presidencial festejó hasta entrada la noche, y asistió al baile ceremonial de toma de posesión del mando.
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