Obama pasa al ataque
| Viernes 22 agosto, 2008
Candidato demócrata usa tono más beligerante contra McCain
Obama pasa al ataque
Aspirante republicano cerró brecha de entre 6% y 8% que lo separaba de su rival
Washington
EFE
Barack Obama, candidato presidencial demócrata ha adoptado un tono más combativo en los últimos días en el marco de una gira centrada en la economía que continuó ayer en Virginia y en la que el senador busca mostrar su lado más humano.
El cambio de estrategia llega en vísperas de la Convención Demócrata, que arranca el lunes en Denver (Colorado) y coincide con la publicación de varias encuestas que muestran un empate estadístico entre Obama y su rival republicano John McCain.
En uno de esos sondeos, divulgado el miércoles por el centro Zogby, McCain aparece incluso por primera vez en cabeza, con una ventaja de cinco puntos sobre Obama.
El diario “The Wall Street Journal” calificó ayer de “admirable” la proeza de McCain, quien ha cerrado la brecha de entre 6 y 8 puntos que le separaban de Obama en julio pese al ambiente hostil para los republicanos, que lidian con el lastre de la impopular presidencia de George W. Bush y una economía en aprietos.
La economía es, de hecho, el tema que más preocupa a los votantes estadounidenses y tradicionalmente el partido del presidente de un país en crisis ha salido perjudicado en las elecciones.
Esa tendencia se percibe en una encuesta conjunta del diario “The New York Times” y la cadena de televisión CBS divulgada ayer en la que la mayoría de los votantes (el 65%) dicen creer que Obama sería un mejor gestor económico que McCain.
Obama ha tratado de explotar esa percepción esta semana, con la mayoría de sus actos de campaña centrados en las dificultades económicas del ciudadano de a pie.
El lunes, aseguró que la economía está en una situación “desastrosa” gracias al “presidente de McCain, George W. Bush”.
El miércoles prometió en Virginia, donde visitó un mercado local, que creará millones de puestos de trabajos en el sector de las energías renovables y dijo que acabará con las ventajas fiscales de las compañías que trasladen sus operaciones fuera del país.
“La gente siente que el sueño americano se les escapa de las manos”, dijo durante un acto al sur del estado de Virginia. “Eso es lo que está en juego en estas elecciones. No podemos seguir en la misma dirección. Tenemos que cambiar la forma en la que funcionan las cosas”, afirmó en medio de los aplausos de los asistentes.
Ayer, en su segundo día de gira en autobús por Virginia, seguirá hablando de la economía y escuchará las dificultades de una madre soltera y de un jubilado, que fueron los encargados de presentarlo en dos de los actos.
A la actitud más beligerante frente a McCain se suman varios anuncios televisivos que apuntan en esa misma dirección.
El miércoles su equipo de campaña lanzó un anuncio en el que vincula a McCain con los grupos de presión de Washington y que acaba con la frase: “Durante 26 años, John McCain ha jugado los mismos viejos trucos de siempre. No podemos permitirnos más de lo mismo”.
McCain ha protagonizado una implacable campaña de anuncios negativos durante el último mes. El último de ellos, “Millones”, debutó el miércoles y advierte a los electores del supuesto incremento del gasto público bajo una potencial presidencia de Obama.
Bruce Gronbeck, profesor de la Universidad de Iowa, dijo a Efe que las campañas negativas funcionan y explicó que los republicanos han sido más proclives a recurrir a esa estrategia en la historia política reciente.
Apuntó que desde las presidenciales de 1988 -en las que George H.W. Bush padre compitió y ganó contra Michael Dukakis- los republicanos han utilizado los anuncios negativos de forma recurrente.
“El 80% de los anuncios de la campaña de Bush (padre) fueron negativos”, dijo el experto, quien señaló que, desde entonces, la derecha estadounidense ha utilizado con éxito el recurso del ataque político.
Los demócratas, por el contrario, han preferido desde principios de la década de los 30, con la llegada al poder de Franklin D. Roosevelt, proyectar la imagen de un futuro optimista, una apuesta visible y ganadora durante las campañas de John F. Kennedy, Jimmy Carter y Bill Clinton y que hasta ahora había defendido Obama.
Obama pasa al ataque
Aspirante republicano cerró brecha de entre 6% y 8% que lo separaba de su rival
Washington
EFE
Barack Obama, candidato presidencial demócrata ha adoptado un tono más combativo en los últimos días en el marco de una gira centrada en la economía que continuó ayer en Virginia y en la que el senador busca mostrar su lado más humano.
El cambio de estrategia llega en vísperas de la Convención Demócrata, que arranca el lunes en Denver (Colorado) y coincide con la publicación de varias encuestas que muestran un empate estadístico entre Obama y su rival republicano John McCain.
En uno de esos sondeos, divulgado el miércoles por el centro Zogby, McCain aparece incluso por primera vez en cabeza, con una ventaja de cinco puntos sobre Obama.
El diario “The Wall Street Journal” calificó ayer de “admirable” la proeza de McCain, quien ha cerrado la brecha de entre 6 y 8 puntos que le separaban de Obama en julio pese al ambiente hostil para los republicanos, que lidian con el lastre de la impopular presidencia de George W. Bush y una economía en aprietos.
La economía es, de hecho, el tema que más preocupa a los votantes estadounidenses y tradicionalmente el partido del presidente de un país en crisis ha salido perjudicado en las elecciones.
Esa tendencia se percibe en una encuesta conjunta del diario “The New York Times” y la cadena de televisión CBS divulgada ayer en la que la mayoría de los votantes (el 65%) dicen creer que Obama sería un mejor gestor económico que McCain.
Obama ha tratado de explotar esa percepción esta semana, con la mayoría de sus actos de campaña centrados en las dificultades económicas del ciudadano de a pie.
El lunes, aseguró que la economía está en una situación “desastrosa” gracias al “presidente de McCain, George W. Bush”.
El miércoles prometió en Virginia, donde visitó un mercado local, que creará millones de puestos de trabajos en el sector de las energías renovables y dijo que acabará con las ventajas fiscales de las compañías que trasladen sus operaciones fuera del país.
“La gente siente que el sueño americano se les escapa de las manos”, dijo durante un acto al sur del estado de Virginia. “Eso es lo que está en juego en estas elecciones. No podemos seguir en la misma dirección. Tenemos que cambiar la forma en la que funcionan las cosas”, afirmó en medio de los aplausos de los asistentes.
Ayer, en su segundo día de gira en autobús por Virginia, seguirá hablando de la economía y escuchará las dificultades de una madre soltera y de un jubilado, que fueron los encargados de presentarlo en dos de los actos.
A la actitud más beligerante frente a McCain se suman varios anuncios televisivos que apuntan en esa misma dirección.
El miércoles su equipo de campaña lanzó un anuncio en el que vincula a McCain con los grupos de presión de Washington y que acaba con la frase: “Durante 26 años, John McCain ha jugado los mismos viejos trucos de siempre. No podemos permitirnos más de lo mismo”.
McCain ha protagonizado una implacable campaña de anuncios negativos durante el último mes. El último de ellos, “Millones”, debutó el miércoles y advierte a los electores del supuesto incremento del gasto público bajo una potencial presidencia de Obama.
Bruce Gronbeck, profesor de la Universidad de Iowa, dijo a Efe que las campañas negativas funcionan y explicó que los republicanos han sido más proclives a recurrir a esa estrategia en la historia política reciente.
Apuntó que desde las presidenciales de 1988 -en las que George H.W. Bush padre compitió y ganó contra Michael Dukakis- los republicanos han utilizado los anuncios negativos de forma recurrente.
“El 80% de los anuncios de la campaña de Bush (padre) fueron negativos”, dijo el experto, quien señaló que, desde entonces, la derecha estadounidense ha utilizado con éxito el recurso del ataque político.
Los demócratas, por el contrario, han preferido desde principios de la década de los 30, con la llegada al poder de Franklin D. Roosevelt, proyectar la imagen de un futuro optimista, una apuesta visible y ganadora durante las campañas de John F. Kennedy, Jimmy Carter y Bill Clinton y que hasta ahora había defendido Obama.