Nuevos roces entre EE.UU. y Venezuela
| Viernes 15 febrero, 2008
Disputa entre Exxon Mobile y PDVSA atiza discordia entre ambos gobiernos
Nuevos roces entre EE.UU. y Venezuela
Caracas expresó repudio al apoyo del Departamento de Estado a los procesos jurídicos instaurados por la petrolera estadounidense
Nueva York, Caracas
EFE
El litigio entre las petroleras Exxon Mobil y PDVSA provocó nuevos roces entre los Gobiernos de Estados Unidos y Venezuela, mientras que un tribunal de Nueva York confirmó la orden de congelación de $300 millones de la segunda compañía.
El conflicto entre la multinacional estadounidense y la estatal venezolana tiene que ver con una demanda internacional de la primera por su exclusión forzosa de la asociación estratégica Cerro Negro, que operaba en la rica Faja Petrolífera del Orinoco, y amenaza con enturbiar las ya delicadas relaciones entre los dos países.
Sean McCormack, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, indicó que Estados Unidos apoya plenamente “los esfuerzos de Exxon Mobil para conseguir una compensación justa y por sus activos de acuerdo a la ley internacional”.
Exxon Mobil, la mayor petrolera privada del mundo, logró recientemente amparos judiciales cautelares en tribunales de Estados Unidos, el Reino Unido y Holanda para congelar activos de Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) por hasta $12.300 millones, de los cuales ya logró la retención de $300 millones.
McCormack dejó en claro, sin embargo, que lo ocurrido forma parte de “una disputa comercial en marcha entre Exxon Mobil y Venezuela”.
No obstante, el Gobierno de Caracas expresó su repudio al apoyo del Departamento de Estado a los procesos jurídicos instaurados por Exxon Mobil, y el canciller venezolano, Nicolás Maduro, calificó de “infeliz” la declaración de McCormack.
“¿Compensación justa habla el Gobierno de Estados Unidos? Quien merece ser compensado es el pueblo de Venezuela y los pueblos del sur del mundo, pueblos pobres a los que Exxon Mobil ha saqueado” y contra quienes ha “financiando golpes de Estado”, declaró Maduro a periodistas.
Según el jefe de la diplomacia venezolana, el comentario del portavoz del Departamento de Estado “deja al desnudo al Gobierno de Estados Unidos, que es el que tiene las manos detrás de esta maniobra, una de tantas que hay contra nuestro país”.
Exxon no aceptó, a mediados de 2007, asociarse en una empresa mixta con PDVSA como socia mayoritaria en un nuevo marco jurídico venezolano, lo que sí hicieron otras multinacionales, y junto con ConocoPhillips acudió a un arbitraje internacional.
Dicho arbitraje debe cuantificar el monto de la indemnización que PDVSA debe pagar a Exxon, en caso de que así lo determine, por la exclusión forzada de la multinacional de la asociación Cerro Negro que tenía con la estatal venezolana en la Faja del Orinoco.
“Este es el precio que tenemos que pagar los que queremos, como dice el presidente (venezolano, Hugo) Chávez, ser libres para siempre”, apuntó Maduro.
Agregó que de esta manera las relaciones diplomáticas entre Caracas y Washington siguen deterioradas, “como siempre”, una referencia a los nueve años que Chávez lleva en el poder.
Casi al mismo tiempo, un tribunal federal de Manhattan confirmó la orden de congelación de $300 millones depositados en cuentas estadounidenses de una filial de PDVSA hasta que se resuelva el arbitraje.
La congelación de activos afecta a PDVSA Cerro Negro, filial de la estatal venezolana, en el marco de la demanda presentada el pasado 27 de diciembre por Mobil Cerro Negro, a su vez subsidiaria de la mayor petrolera del mundo.
Durante una vista de casi dos horas, el abogado de la filial de Exxon, Steven Davidson, y Joseph Pizzurro, en representación de PDVSA Cerro Negro, presentaron sus argumentos a la juez federal Deborah Batts.
En la audiencia, el abogado de Mobil Cerro negro insistió en que este caso sólo es “una disputa comercial” entre compañías, por lo que intentó que quedaran al margen otras consideraciones y subrayó que con la orden judicial pedida “se garantizará que PDVSA cumpla con sus obligaciones”.
Pizzurro señaló, por su parte, que PDVSA “no tiene obligación de pagar nada en estos momentos”, puesto que aún no ha habido una decisión en el proceso de arbitraje.
La estatal venezolana, que el martes suspendió “las relaciones comerciales y el suministro de crudos y productos” con Exxon Mobil, arremetió nuevamente contra su antigua socia.
El ministro de Energía y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, anunció que será cobrada la deuda laboral que, según él, la multinacional dejó en Venezuela con sus trabajadores, que fueron contratados por la estatal.
“Le vamos a cobrar esas deudas”, porque “si el enemigo quería batalla, batalla va a tener”, dijo Ramírez en un discurso ante un grupo de esos obreros, aunque no detalló el monto de las deudas laborales pendientes.
Nuevos roces entre EE.UU. y Venezuela
Caracas expresó repudio al apoyo del Departamento de Estado a los procesos jurídicos instaurados por la petrolera estadounidense
Nueva York, Caracas
EFE
El litigio entre las petroleras Exxon Mobil y PDVSA provocó nuevos roces entre los Gobiernos de Estados Unidos y Venezuela, mientras que un tribunal de Nueva York confirmó la orden de congelación de $300 millones de la segunda compañía.
El conflicto entre la multinacional estadounidense y la estatal venezolana tiene que ver con una demanda internacional de la primera por su exclusión forzosa de la asociación estratégica Cerro Negro, que operaba en la rica Faja Petrolífera del Orinoco, y amenaza con enturbiar las ya delicadas relaciones entre los dos países.
Sean McCormack, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, indicó que Estados Unidos apoya plenamente “los esfuerzos de Exxon Mobil para conseguir una compensación justa y por sus activos de acuerdo a la ley internacional”.
Exxon Mobil, la mayor petrolera privada del mundo, logró recientemente amparos judiciales cautelares en tribunales de Estados Unidos, el Reino Unido y Holanda para congelar activos de Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) por hasta $12.300 millones, de los cuales ya logró la retención de $300 millones.
McCormack dejó en claro, sin embargo, que lo ocurrido forma parte de “una disputa comercial en marcha entre Exxon Mobil y Venezuela”.
No obstante, el Gobierno de Caracas expresó su repudio al apoyo del Departamento de Estado a los procesos jurídicos instaurados por Exxon Mobil, y el canciller venezolano, Nicolás Maduro, calificó de “infeliz” la declaración de McCormack.
“¿Compensación justa habla el Gobierno de Estados Unidos? Quien merece ser compensado es el pueblo de Venezuela y los pueblos del sur del mundo, pueblos pobres a los que Exxon Mobil ha saqueado” y contra quienes ha “financiando golpes de Estado”, declaró Maduro a periodistas.
Según el jefe de la diplomacia venezolana, el comentario del portavoz del Departamento de Estado “deja al desnudo al Gobierno de Estados Unidos, que es el que tiene las manos detrás de esta maniobra, una de tantas que hay contra nuestro país”.
Exxon no aceptó, a mediados de 2007, asociarse en una empresa mixta con PDVSA como socia mayoritaria en un nuevo marco jurídico venezolano, lo que sí hicieron otras multinacionales, y junto con ConocoPhillips acudió a un arbitraje internacional.
Dicho arbitraje debe cuantificar el monto de la indemnización que PDVSA debe pagar a Exxon, en caso de que así lo determine, por la exclusión forzada de la multinacional de la asociación Cerro Negro que tenía con la estatal venezolana en la Faja del Orinoco.
“Este es el precio que tenemos que pagar los que queremos, como dice el presidente (venezolano, Hugo) Chávez, ser libres para siempre”, apuntó Maduro.
Agregó que de esta manera las relaciones diplomáticas entre Caracas y Washington siguen deterioradas, “como siempre”, una referencia a los nueve años que Chávez lleva en el poder.
Casi al mismo tiempo, un tribunal federal de Manhattan confirmó la orden de congelación de $300 millones depositados en cuentas estadounidenses de una filial de PDVSA hasta que se resuelva el arbitraje.
La congelación de activos afecta a PDVSA Cerro Negro, filial de la estatal venezolana, en el marco de la demanda presentada el pasado 27 de diciembre por Mobil Cerro Negro, a su vez subsidiaria de la mayor petrolera del mundo.
Durante una vista de casi dos horas, el abogado de la filial de Exxon, Steven Davidson, y Joseph Pizzurro, en representación de PDVSA Cerro Negro, presentaron sus argumentos a la juez federal Deborah Batts.
En la audiencia, el abogado de Mobil Cerro negro insistió en que este caso sólo es “una disputa comercial” entre compañías, por lo que intentó que quedaran al margen otras consideraciones y subrayó que con la orden judicial pedida “se garantizará que PDVSA cumpla con sus obligaciones”.
Pizzurro señaló, por su parte, que PDVSA “no tiene obligación de pagar nada en estos momentos”, puesto que aún no ha habido una decisión en el proceso de arbitraje.
La estatal venezolana, que el martes suspendió “las relaciones comerciales y el suministro de crudos y productos” con Exxon Mobil, arremetió nuevamente contra su antigua socia.
El ministro de Energía y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, anunció que será cobrada la deuda laboral que, según él, la multinacional dejó en Venezuela con sus trabajadores, que fueron contratados por la estatal.
“Le vamos a cobrar esas deudas”, porque “si el enemigo quería batalla, batalla va a tener”, dijo Ramírez en un discurso ante un grupo de esos obreros, aunque no detalló el monto de las deudas laborales pendientes.