Nuevo teatro causa polémica
Carolina Barrantes redaccion@larepublica.net | Viernes 12 junio, 2009
Nuevo teatro causa polémica
El Teatro de la Aduana sería derribado para construir otro nuevo. Grupos independientes cuestionan su alto costo, ¢1.700 millones, cuando el sector sufre por cuestiones de financiamiento
Carolina Barrantes
cbarrantes@larepublica.net
Un proyecto del Ministerio de Cultura pretende dotar de nuevas instalaciones a la Compañía Nacional de Teatro, tanto oficinas, como un nuevo recinto para presentar sus obras.
Sin embargo, miembros del sector escénico independiente cuestionan si la infraestructura es necesaria y el monto que se va a gastar en los trabajos, ¢1.700 millones, cuando el sector teatral es justamente el que más sufre por cuestiones de financiamiento.
Los trabajos ya comenzaron con el traslado temporal de las oficinas administrativas de la Compañía dentro de la Antigua Aduana.
Si todo va viento en popa, las obras comenzarán en agosto. Aunque los datos concretos del proyecto se darán a conocer el lunes, la construcción concluirá entre febrero y marzo de 2010.
El proceso de contratación de la empresa que se encargaría del proyecto ya se encuentra en la Contraloría, comentó Laura Pacheco, viceministra de Cultura.
La funcionaria también señaló que no es cierto que la iniciativa represente la expropiación del Teatro La Aduana, como ha circulado por correo electrónico, ya que el Estado no puede quitarse sus propias instalaciones.
“No se está quitando (el teatro) a la Compañía para dárselo a Patrimonio Cultural o al Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, sino que van a construirse una nueva sede y un nuevo espacio para ensayos, todo en beneficio del sector independiente también”, explicó Pacheco.
No obstante, este sector reclama que el proyecto se ha manejado “por debajo de la mesa” y que no se ha dado a conocer completamente al gremio.
El actor Rubén Pagura comenta que las obras se promovieron sin hacer sondeos, diálogos o consultas a los actores para ver si el nuevo teatro era necesario, ni se tienen estudios al respecto.
“No estamos en contra de que se construyan nuevos espacios (para las artes escénicas), sino que se destruyan dos espacios históricos, el Teatro La Aduana y el de Cámara de la Aduana, porque tiene miles de posibilidades del uso del espacio”, adujo.
“Eso va a dar paso a la construcción de la llamada caja negra, donde supuestamente habrá un centro de producción audiovisual, del que nadie nos ha informado, ni nos han dicho cómo se va a administrar y el presupuesto destinado para equiparlo”, añadió al actor.
Pagura también cuestiona cómo el Ministerio de Cultura va a invertir ¢1.700 millones en nuevas instalaciones, cuando la Compañía Nacional de Teatro y todo el sector cultural tienen diversas necesidades.
Así, señaló que el montaje de la obra “Figueroa: Notario de la Patria Inédita” de Jorge Arroyo, que se estrenó ayer y será la última que pisará el escenario del Teatro La Aduana, “se hizo con las uñas”.
Representantes de los actores independientes organizarán una asamblea este domingo para tomar decisiones en torno al proyecto.
El Teatro de la Aduana sería derribado para construir otro nuevo. Grupos independientes cuestionan su alto costo, ¢1.700 millones, cuando el sector sufre por cuestiones de financiamiento
Carolina Barrantes
cbarrantes@larepublica.net
Un proyecto del Ministerio de Cultura pretende dotar de nuevas instalaciones a la Compañía Nacional de Teatro, tanto oficinas, como un nuevo recinto para presentar sus obras.
Sin embargo, miembros del sector escénico independiente cuestionan si la infraestructura es necesaria y el monto que se va a gastar en los trabajos, ¢1.700 millones, cuando el sector teatral es justamente el que más sufre por cuestiones de financiamiento.
Los trabajos ya comenzaron con el traslado temporal de las oficinas administrativas de la Compañía dentro de la Antigua Aduana.
Si todo va viento en popa, las obras comenzarán en agosto. Aunque los datos concretos del proyecto se darán a conocer el lunes, la construcción concluirá entre febrero y marzo de 2010.
El proceso de contratación de la empresa que se encargaría del proyecto ya se encuentra en la Contraloría, comentó Laura Pacheco, viceministra de Cultura.
La funcionaria también señaló que no es cierto que la iniciativa represente la expropiación del Teatro La Aduana, como ha circulado por correo electrónico, ya que el Estado no puede quitarse sus propias instalaciones.
“No se está quitando (el teatro) a la Compañía para dárselo a Patrimonio Cultural o al Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, sino que van a construirse una nueva sede y un nuevo espacio para ensayos, todo en beneficio del sector independiente también”, explicó Pacheco.
No obstante, este sector reclama que el proyecto se ha manejado “por debajo de la mesa” y que no se ha dado a conocer completamente al gremio.
El actor Rubén Pagura comenta que las obras se promovieron sin hacer sondeos, diálogos o consultas a los actores para ver si el nuevo teatro era necesario, ni se tienen estudios al respecto.
“No estamos en contra de que se construyan nuevos espacios (para las artes escénicas), sino que se destruyan dos espacios históricos, el Teatro La Aduana y el de Cámara de la Aduana, porque tiene miles de posibilidades del uso del espacio”, adujo.
“Eso va a dar paso a la construcción de la llamada caja negra, donde supuestamente habrá un centro de producción audiovisual, del que nadie nos ha informado, ni nos han dicho cómo se va a administrar y el presupuesto destinado para equiparlo”, añadió al actor.
Pagura también cuestiona cómo el Ministerio de Cultura va a invertir ¢1.700 millones en nuevas instalaciones, cuando la Compañía Nacional de Teatro y todo el sector cultural tienen diversas necesidades.
Así, señaló que el montaje de la obra “Figueroa: Notario de la Patria Inédita” de Jorge Arroyo, que se estrenó ayer y será la última que pisará el escenario del Teatro La Aduana, “se hizo con las uñas”.
Representantes de los actores independientes organizarán una asamblea este domingo para tomar decisiones en torno al proyecto.